"Buenas tardes, ¿dónde está el baño?", preguntó Pablo Blesa al ingresar a la oficina de Edelap, ubicada sobre la calle 5, en la Ciudad de La Plata. El personal de seguridad lo miró asombrado; no entendía lo que sucedía.
La escena, que para algunos pudo haber sido risueña o pintoresca, tiene detrás una historia mucho más compleja para una familia que estuvo varios días sin luz y sin agua.
Blesa, profesor universitario, se cansó de que su reclamo no fuera atendido por la empresa distribuidora de energía y se cruzó media ciudad desde su casa en Parque Sicardi hasta las oficinas de la compañía para realizar el singular reclamo.
Y su protesta tuvo el resultado esperado. Un par de horas después de la ducha que se dio Blesa en las oficinas de Edelap, una escuadrilla de la compañía apareció en su domicilio de la calle 646, entre 1 y 6, para cambiar un transformador que aparentemente originaba la falla y restablecer el servicio eléctrico.
"Parece que si uno no hace ruido, nadie te escucha", declaró Blesa al ser consultado por Infobae. Lo triste es que tiene razón.