Epecuén: la historia de un récord Guiness del que habla el mundo

Casi 3000 personas se metieron al lago y rompieron una marca mundial. Crónica de un pueblo que demostró que la unión hace a la fuerza

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¿Quién no soñó alguna vez con ser parte del Guinness World Records? La pizza más grande del mundo, la persona más alta del planeta o la piel que más se estira. Las marcas van desde la lógica hasta la locura, pero con Carhué fue distinto. Ser parte de esto iba más allá de querer figurar y su historia tenía que ser conocida por todos.

Inicialmente, sus habitantes querían superar a China, que gracias al uso de elementos de asistencia logró tener a 650 personas flotando en el agua durante 30 segundos. Sin embargo, los carhuenses tenían y tienen algo que los diferencia de sus "competidores" y que les iba a dar la gran victoria.

Natalia Ramírez Talero, la jueza a cargo de la fiscalización del evento, explicó que desde la Municipalidad de Adolfo Alsina les plantearon una alternativa novedosa. Les dijeron que el lago tenía las proporciones ideales para que nadie use ningún tipo de asistencia. Como ese récord no estaba creado dentro del sistema, se generaron reglas distintas y lo que se estableció fue el mayor número de personas flotando en una línea continua sin ningún tipo de apoyo.

Casi 2 mil personas flotaron
Casi 2 mil personas flotaron el el Lago Epecuén

Pero esta idea no fue producto del azar ni mucho menos. Todo comenzó cuando se dieron cuenta que la ciudad debía ser conocida por todos y que no podía ser parte del pasado, sino del presente. "Lo que buscábamos era que todos sepan que acá estamos. Queríamos resaltar la cualidad del lago y distinguirlo del resto de las características de las aguas termales. Los congresos lo han definido como un flotario natural que contiene además, minerales que lo hacen minero-medicinal", comentó David Abel Hirtz, intendente de Adolfo Alsina.

No es una localidad perdida en la inmensidad de la provincia de Buenos Aires, ni tampoco un pueblo fantasma. Esta ciudad perteneciente al departamento de Adolfo Alsina es protagonista y testigo de lo que alguna vez fue Villa Epecuén, uno de los puntos turísticos preferidos de la aristocracia argentina de los años 20.

Lago Epecuén fue un balneario
Lago Epecuén fue un balneario perteneciente a la ciudad de Carhué

El balneario perteneciente a la ciudad de Carhué fue inaugurado en 1821 por Arturo Vatteone y era el sitio de moda de esa época. La élite bonaerense lo elegía como destino para vacacionar y aliviar muchas enfermedades, ya que las aguas del lago eran famosas por sus propiedades minerales. Además está comprobado científicamente los efectos curativos en aquellas personas con problemas como la artritis, artrosis, psoriasis y diversas patologías de la piel.

El 10 de noviembre de 1985 una sudestada adelantó lo que fue el principio del fin. Tal fue la fuerza del agua, que el muro que protegía al pueblo creció un centímetro por hora y luego de dos semanas sus habitantes debieron ser evacuados y abandonar con mucha tristeza sus hogares y comercios.

Actualmente el agua se retiró y regresó a su estado original, dejando a su paso los vestigios de lo que alguna vez fue un lugar maravilloso. La pena de aquellos lugareños hoy se ve reivindicada a través de la puesta en valor del lugar. Los escombros y estructuras que aún siguen en pie, los árboles y el lago de fondo, nos recuerdan que siempre que se cierra una puerta, se abre una ventana.

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