Y por un día, Mar del Plata dejó de ser la ciudad costera en la que los jóvenes llevaban sus botellas de cerveza en una heladerita y se pasaban la tarde bajo el sol bebiendo alcohol. Un exhaustivo control diario comandado por la Municipalidad de Pueyrredón e iniciado en la tarde del viernes dejó un saldo de más de 400 litros de alcohol secuestrados en tres días.
Los agentes de seguridad chequearon bolsos, bolsas de supermercado, botellas de plástico, botellas térmicas y hasta el líquido de los termos para intentar evitar así que la playa se convirtiera en un escenario de posibles conflictos.
Si bien las normas de la ciudad indicaban que el consumo de alcohol dentro de la playa estuvo siempre prohibido, los vecinos locales aseguraron que en las últimas horas de la tarde, los principales productos de Playa Grande se transformaron en un "boliche a cielo abierto".
La cerveza parece ser la vedette del lugar, mientras que se llegan a preparar tragos y hay jóvenes que ponen sus pies en la arena con botellas de champagne.
Los primeros operativos fueron llevados a cabo mediante el trabajo de la Subsecretaría de Inspección General y la colaboración de efectivos de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
"Este tipo de operativos se van a llevar a cabo de manera constante en las playas con el único fin de permitir que aquellos que vayan a la playa, lo hagan para disfrutar con los elementos que son propios del esparcimiento en un lugar público", explicó el subsecretario de Inspección General local, Emilio Sucar Grau.
Durante la primera jornada, se desarticuló una fiesta realizada entre Playa Grande y Playa Chica protagonizada por 30 jóvenes en la que abundaba el alcohol y la música a todo volumen. Sólo en ese hecho, se secuestraron 50 litros de bebidas alcohólicas.
En tanto, durante el sábado se llevó a cabo el programa llamado "Tomemos buenas medidas", con el que se intenta concientizar a los turistas de La Feliz sobre las consecuencias y los peligros del consumo excesivo de alcohol.
La reacción del gobierno marplatense apareció después de la batalla campal vivida en la playa de Villa Gesell durante los festejos de año nuevo, donde se enfrentaron de manera violenta policías locales y decenas de jóvenes.
Dentro del mismo marco de intento de contención en el consumo de alcohol, el gobierno municipal también clausuró dos comercios de la zona por la venta de bebidas alcohólicas fuera del horario permitido (hasta las 21 horas).
"Lo que buscamos es que se respete la ley. Es un pedido que nos ha dado expresamente el intendente Arroyo para cumplimentar con estas cuestiones como son respetar la ley y el horario para la venta de bebidas alcohólicas, como debe ser", añadió Sucar Grau.
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