El papa Francisco volvió a imponer su temple en el Vaticano y animó a varias madres a "amamantar sin miedo" a sus hijos en medio de la Capilla Sixtina durante el bautismo de casi 30 hijos de empleados de la Santa Sede.
En total, se realizó la ceremonia para 13 niñas y 15 niños, y el evento mezcló tanto la emoción de las familias participantes como los pequeños instantes en los que estuvo permitido descontracturar el ambiente y hasta apelar al humor.
"Comenzó el concierto", dijo Francisco en un momento en que la mayoría de los niños comenzó a llorar durante la ceremonia. "Es porque los niños se encuentran en un lugar que no conocen, quizás se levantaron antes de lo habitual. Empieza uno y después lo siguen los otros, continuó.
"Y como la ceremonia es un poco larga, quizás alguno llora por hambre. Si es así, les digo a ustedes, las madres, amamanten sin miedo, con toda la normalidad. Como María amamantaba a Jesús", completó.
El evento se realizó junto a la familia directa de cada uno de los bebés y junto a más de 200 parientes de los bautizados.
En tanto, el Papa instó a todos los presentes a "hacer crecer la fe y custodiarla" en la sala célebre de los Museos de los Vaticanos, pintada por Miguel Angel.
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