El Instituto Antonio Próvolo de Lujan de Cuyo, en la provincia de Mendoza, fue allanado este sábado por segunda vez a pedido del fiscal Fabricio Sidoti, quien investiga una denuncia por abusos y violaciones de niños hipoacúsicos.
Según informó la fiscalía, encontraron "cientos de miles de pesos" en una de las habitaciones del edificio ubicado en Carrodilla. Los investigadores intentarán averiguar sobre la procedencia del dinero.
Sidoti encabezó el operativo de esta mañana en busca de nuevas evidencias en las habitaciones y oficinas de los imputados. Ya se habían secuestrado otros elementos personales como computadoras, revistas y ropa de los acusados. La división de Delitos Informáticos analizará el material secuestrado en las próximas horas.
También se pudo comprobar la existencia de la habitación señalada por las víctimas como el lugar donde se cometían los abusos. "Pudimos acceder a lo que las víctimas llaman La Casita de Dios, donde habrían ocurrido los abusos, y el lugar coincide con lo que declararon las víctimas: es una capillita muy pequeña que tiene persianas", informó el fiscal Sidoti al canal TN.
Hasta el momento, se encuentran detenidos dos curas, un monaguillo y dos empleados de la institución religiosa, quienes fueron señalados como responsables por sus propias víctimas, todos alumnos menores de edad al momento de los ataques.
Los curas Nicola Corradi (82) y Horacio Corbacho (55), el monaguillo José Bordón, el empleado administrativo José Luis Ojeda y el jardinero Armando Gómez, están imputados por los delitos de "abuso sexual agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores".
Los acusados ya habían sido señalados en 2015
Julieta Añazco forma parte de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico. En 2015, en una conferencia realizada en la ciudad de Washington, en los Estados Unidos, presentó su caso junto a los de otros diez curas argentinos acusados de pedofilia. Entre ellos estaba Nicola Corradi. Sin embargo, el cura continuó trabajando en Mendoza, con decenas de niños y niñas sin posibilidad de defenderse y a su entera disposición.
"Los chicos en su relato dicen que los llevaban a la Casa de Dios, un lugar que hay en el instituto, donde los metían y las víctimas veían a través de las rendijas de la puerta lo que pasaba", dijo el fiscal Sidoti.
"Eran chicos sordomudos de 10, 12 años, supuestamente en el colegio no se les permitía tampoco hablar por señas y en ese momento, ellos tampoco sabían comunicarse. Ellos lo único que veían era que los curas se los llevaban", añadió.
Quiénes son los curas acusados
Nicola Bruno Corradi tiene 82 años y nació en Italia. Fue sacerdote en el Instituto Próvolo de Verona (Italia), entre los años 1955 y 1984. Allí había sido acusado de abusar de menores hipoacúsicos. Hubo en total 130 curas acusados. Algunos de ellos fueron trasladados a la Argentina, a la ciudad de La Plata y también a Mendoza. Los abusos continuaron allí durante décadas.
Horacio Hugo Corbacho nació en 1960 en la localidad bonaerense de Castelar. Es profesor de Teología y reside en Mendoza desde 2001. Dentro de la institución y entre los padres de los alumnos se lo conoce como el "Padre Horacio". Fue ordenado sacerdote por José María Arancibia cuando este era arzobispo de Mendoza. La ceremonia se hizo en el Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo. El mismo en el que violaron a decenas de niños.