La Sala III del Fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad falló a favor de tres ONG que se oponían a la construcción de tres torres en la calle Rojas al 600 en el barrio porteño de Caballito.
Los jueces Gabriela Seijas, Horacio Guillermo Corti y Hugo Ricardo Zuleta rechazaron los recursos de inconstitucionalidad que habían presentado la empresa constructora, TGLT, y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
De esta forma, quedó firme el fallo de diciembre de 2015 del juez Lisandro Fastman, que había suspendido la construcción de tres edificios de 21, 25 y 30 pisos en la manzana comprendida por las calles Colpayo, Felipe Vallese, Méndez de Andés y Rojas, en Caballito.
El caso comenzó en 2008, cuando la Legislatura de la Ciudad aprobó una ley que impedía construir edificios de más de 14 metros en unas 80 manzanas de Caballito, incluida la que había comprado la constructora IRSA, que consiguió el permiso para comenzar con la obra en las semanas que transcurrieron entre la aprobación de la Ley 2.722 y su promulgación.
TGLT, que llegó a un acuerdo con IRSA para hacerse cargo de la obra, no empezó con la construcción hasta 2011, y fue en ese momento que comenzaron los reclamos de las ONG Basta de Demoler, SOS Caballito y Observatorio del Derecho a la Ciudad, que más tarde presentaron como denuncia ante la Justicia.
En principio, el pedido de las agrupaciones de vecinos fue rechazado, pero tras una apelación, la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo ordenó la suspensión de las obras en septiembre de 2012. La empresa volvió a recusar el fallo y, mientras avanzaba la causa, continuó con la construcción.
Entre septiembre de 2012 y diciembre de 2015 (cuando se dictó la suspensión definitiva de las obras), TGLT avanzó con la edificación de unos 15 pisos, que superan ampliamente los 14 metros máximos permitidos por la ley, por lo que ahora se especula con que la compañía deberá demoler parte de lo que construyó.
El miembro de la ONG SOS Caballito Rodolfo Fernández celebró el fallo y aclaró que desde la agrupación "no nos oponemos a la construcción sino a aquellas construcciones que son abusivas. Queremos que se respete la calidad de vida que tiene el barrio".
"Peleamos por lo que entendimos que era un abuso de la industria de la construcción y la industria inmobiliaria, que hicieron un avance muy grande en la ciudad y, en especial, en Caballito", agregó Fernández, que además reiteró: "Este barrio forma parte de una zona residencial y de baja altura".
Infobae se comunicó con IRSA, y desde la empresa alegaron que la compañía vendió las tierras a TGLT antes de que comenzara la construcción. Infobae también intentó contactarse con TGLT, pero hasta el momento no tuvo respuesta.