Pese a las críticas, la Ciudad avanza sobre un lugar histórico del tango para instalar un bar

El gobierno porteño dispuso utilizar “El Tambito” como un “área de servicios”. Una organización civil advierte que el proyecto “es absolutamente ilegal”

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“El Tambito” lleva casi diez años abandonado (Nicolás Stulberg)
“El Tambito” lleva casi diez años abandonado (Nicolás Stulberg)

Casi una década de abandono lleva "El Tambito", ese chalet decimonónico que está enclavado en el Parque Tres de Febrero, muy cerca del Jardín Japonés. Infobae alertó sobre su deterioro dos años atrás y luego un grupo de artistas inició una campaña al respecto: pedían a las autoridades que se le devolviera "su memoria de tango". Ahora el gobierno porteño confirmó que en la pequeña construcción funcionará un bar y algunos sectores no tardaron en pronunciarse en contra.

La iniciativa se inscribe dentro de una serie de proyectos que concretará la Ciudad en función de lo que dicta la ley 4.950 aprobada por la Legislatura Porteña en 2014. De acuerdo con el texto, la administración porteña puede otorgar permisos para la instalación de "áreas de servicios" en aquellos espacios verdes que superen los 50.000 metros cuadrados de superficie.

Estas concesiones tendrán una duración de cinco años y, si bien la principal actividad que se desarrollará será la venta de alimentos al paso y bebidas sin alcohol, la norma también obliga a los privados a ofrecer sanitarios, un puesto de descanso e hidratación, estacionamiento y servicio de bicicletas, conexión Wi-Fi y una biblioteca.

La Ciudad utilizará la construcción para instalar “un área de servicios” (Nicolás Stulberg)
La Ciudad utilizará la construcción para instalar “un área de servicios” (Nicolás Stulberg)

Durante los últimos diez años, la Asociación Amigos del Lago de Palermo reclamó a los distintos mandatarios locales por la falta de mantenimiento de "El Tambito". Recién enterados de la propuesta oficial, esta semana desde la organización confirmaron a este medio que realizarán una denuncia pública y solicitarán una entrevista con el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Eduardo Macchiavelli. También evaluaban convocar a una movilización.

"Algo hay que hacer porque esto es absolutamente ilegal", manifestó el titular de la asociación, Osvaldo Guerrica Echevarría, quien recordó que el Parque Tres de Febrero está calificado como área de protección histórica.

"[Las autoridades] no tienen ningún criterio de preservación patrimonial. A ellos no les importa nada: lo único que quieren es hacer negocios, no conciben otra cosa. De lo contrario, lo restaurarían y le darían una función relacionada con el parque", dijo el jefe de la entidad y en tal sentido sugirió que el chalet bien podría ser sede de un museo de sitio.

"La construcción –explicó Guerrica Echevarría- tiene un valor histórico muy grande, está en los planos originales del lugar". "Pretender hacer un barcito es prostituirlo", añadió.

El gobierno porteño aseguró que “no se modificará su fisonomía o materialidad” (Nicolás Stulberg)
El gobierno porteño aseguró que “no se modificará su fisonomía o materialidad” (Nicolás Stulberg)

Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño no precisaron cuándo se pondría en marcha la instalación y tampoco quisieron profundizar en aspectos referidos a la licitación de la obra.

Ante las diversas consultas de este medio, en la cartera que maneja Macchiavelli se limitaron a expresar que "el espacio será restaurado sin más modificaciones que las propias de servicios sanitarios para adecuarlo a la normativa". "Como no se modificará su fisonomía y materialidad, la habilitación permitirá recuperar no solo el edificio sino también la seguridad y el paisaje del sector", indicaron.

Se cuenta que "El Tambito" nació como una lechería y luego se transformó en un bar que, por las distintas prestaciones que ofrecía, atrajo tanto a la fauna diurna como nocturna. Junto con el célebre Velódromo y el café Hansen –ambos ya desaparecidos-, formaba el circuito del tango tradicional, el de fines del 1800 y albores del siglo XX. El chalet, por lo tanto, es el único sobreviviente de la leyenda arrabalera del barrio de Palermo que tango fascinó a Borges.

Todavía no se sabe si el lugar conservará algo más que su arquitectura (Nicolás Stulberg)
Todavía no se sabe si el lugar conservará algo más que su arquitectura (Nicolás Stulberg)

En este sentido, restaría definir si, tras la intervención del gobierno, el lugar va a conservar algo más que su arquitectura. Para la historiadora Ema Cibotti, directora de la Carrera de Historia en el Centro Educativo del Tango de Buenos Aires (CETBA), este es el eje central de discusión.

"No me preocupa el usufructo comercial –sostuvo-, pero no se trata de un espacio cualquiera. Entonces, ¿por qué hay que barrer la historia en vez de recordarla?" Para respetar la memoria, agregó Cibotti, "podrían armar actividades relacionadas con el tango: programar espectáculos, impartir clases abiertas para la comunidad…". "Para eso, las autoridades tienen que entender en qué lugar están y lo que era", completó.

"Ahora bien –opinó la historiadora, por otra parte-, si la idea es encapricharse con un bar para hacer un uso comercial no vinculado con el área que se está utilizando, es una tontería". "Sería una pena que esto sucediera: más que un mal uso, sería una subutilización del patrimonio intangible del tango", cerró.

Dos años atrás, el músico Antoliano Rojas pedía públicamente que se rescatara la propiedad, restaurando no sólo el edificio sino su "memoria de tango", para que por allí "circulen los numerosos músicos dedicados al género que nos distingue en el mundo, que por suerte cada vez son más". Habrá que esperar para saber con certeza si la administración porteña responderá o no a su deseo.

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