Malena Salomé Iglesias, de 23 años, es la primera y única policía trans de la policía Bonaerense. Hace un mes fue la protagonista de un procedimiento muy particular en la "zona roja" de La Plata, donde policías de la Novena desplegaron en la calle un biombo que ellos mismos hicieron con madera terciada, para requisar a resguardo de miradas indiscretas a las trans sospechadas de vender droga.
Malena, junto a otros oficiales, fue convocada especialmente para el operativo. Es que el 12 de septiembre la Sala IV de la Cámara de Apelación y Garantías había anulado un procedimiento previo por considerar al accionar policial "vejatorio en grado sumo", y no querían que eso pasara de nuevo.
En el nuevo operativo, realizado el 30 de septiembre en 2 y diagonal 73 , Iglesias y otros colegas secuestraron 43 bagullos de cocaína por un total de 27,2 gramos. El procedimiento no fue objetado. Malena no eludió hablar de la relación entre las trans, la venta de drogas y los operativos en la "zona roja", muy cuestionados desde organizaciones de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGBT).
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"Ser travesti no es excusa para el delito", dijo la agente, quien se inscribió en 2015 en la Escuela de Suboficiales de la Policía bonaerense y luego trabajó en la Comisaría de la Mujer de Huanguelén.
Convocada al Operativo Sol 2016, le asignaron Punta Mogotes, en Mar del Plata, donde permaneció hasta el 3 de marzo. "Ese día volví a mi localidad, presenté el pedido de traslado y al mes me notificaron del traslado a La Plata", dijo.
"En la comisaría Novena recibí un trato excelente y cordial por parte de todo el personal. Me sentí contenida, a pesar de que mi trabajo nunca fue de Seguridad (siempre se desempeñó en Políticas de Género)", resaltó Iglesias en diálogo con el diario local El Día.
De ese procedimiento recordó que "se hizo un trabajo de inteligencia previo", con una recorrida de varias horas en la zona observando los movimientos, "hasta que pudimos dar con los compradores, bajamos y requisamos a las chicas".
"En el afán de querer zafar o justificarse, algunas personas dicen que las requisaron porque son chica trans o travestis. La sociedad no dice que por ser travesti o trans haya que prostituirse o vender estupefacientes", analizó Malena, porque "hay otro estilo de vida y muchas salidas. No es necesario llegar a eso".
Más allá de lo que sucedió aquella tarde, Iglesias rescató haber hecho lo que debía y sentirse cómoda."Fui a hacer mi trabajo, que amo, y lo hice bien. Es lo que quiero hacer el resto de mi vida", concluyó.