El gobierno de la provincia de Buenos Aires derogó la resolución de 2006 que impedía el uso de dispositivos tecnológicos en las aulas de escuelas públicas y privadas. Se "deja a criterio de cada establecimiento escolar si habilita o no su utilización", explicó el director General de Cultura y Educación provincial, Alejandro Finocchiaro.
Es decir que a partir de ahora la utilización de teléfonos celulares, tablets, notebooks y computadoras personales está permitida en los colegios bonaerenses con fines pedagógicos. "Vamos a cambiar el paradigma de cómo se enseña en el aula", dijo el funcionario en diálogo con radio Mitre. "Traé tu propio dispositivo al aula", se llama la iniciativa oficial, que entre varias cosas prevé generar una plataforma online de contenidos educativos para niños y docentes.
La prohibición regía desde 2006, cuando la entonces titular de la cartera educativa, Adriana Puiggrós, determinó que no podían usarse celulares en horario de clase. El argumento era que los dipositivos tecnológicos desconcentraban a los niños.
El proyecto de aquel entonces había sido aprobado en 2005 por unanimidad en la Cámara Baja e impulsado por el diputado radical José Angel Del Valle, quien sostuvo que el uso de los aparatos en el aula "genera trastornos en el aprendizaje" y posibilita que se los utilice como "machetes electrónicos", para copiarse en los exámenes.
Según explicó Finocchiaro, la medida se tomó bajo el compromiso de tres pilares: "Capacitando a los docentes, donde la tecnología será la herramienta; una plataforma online de contenidos educativos, que comenzará a llegar a los alumnos en marzo, y la ampliación de la conectividad a todas las escuelas de la Provincia".
"Hoy los celulares permiten otras cosas y queremos darle la posibilidad a docentes y alumnos de que utilicen cualquier dispositivo tecnológico siempre que esté incluido en el proyecto educativo institucional de cada escuela", agregó.
La iniciativa habilita de esta manera "el uso de los distintos dispositivos tecnológicos, en el ámbito escolar, por parte de alumnos y los docentes, como recurso pedagógico didáctico, incorporando los dispositivos como parte de su planificación anual y enmarcados en el proyecto institucional".
En ese sentido, el ministro señaló: "Esto significa que los directivos de las escuelas pueden incluirlos para su uso pedagógico y no están obligados a hacerlo si no lo consideran conveniente. "Hoy tenemos una escuela del siglo XIX con docentes del siglo XX y alumnos del siglo XXI, donde hay un docente activo que emite conocimiento y un alumno pasivo que lo recibe. Tenemos que llevar todo al siglo XXI", explicó.