Algunas historias son más tristes. Otras son más luminosas. Todas tienen un dejo de realidad considerable. Yazmín, de once años, escribió: "Un día Sara estaba embarazada y el novio le dejó. La chica estaba triste, pensaba qué iba a hacer cuando nazca el bebé, de qué iba a vivir. Así que salió a buscar trabajo. Nadie quería una embarazada, le traería muchos problemas. Ella buscó y no encontró. La mujer lloraba todas las noches hasta que un día había un trabajo, pero de referí. Lo pensó y fue. Le dijeron que bueno, le pagarían bien para ayudarla".
Yazmín continuó con su historia: "A Sara le gustaba el trabajo. El bebé ya estaba en unas semanas y justo se acercaba un partido muy importante. Sara dijo que quería asistir al partido. Ya era de noche. A Sara le dolía la panza, el nacimiento ya se acercaba, la chica dijo que no podía, tenía un partido muy importante, le dolía, pero Sara se aguantaba el dolor. Ya era de día, Sara se estaba alistando. Salió, fue se cambió el uniforme y subió. Empezó el partido y justo el equipo contrario, jugaban España y Portugal. A España no le gustaba que el árbitro sea una mujer, la mujer no querían y justo se desmayó y la llevaron al hospital y vino el novio a decir que lo perdone pero Sara no quería. Justo nació su hijo, él era su luz de esperanza para trabajar y vivir. La mujer tuvo que pedir licencia para cuidar a su hijo. Los jugadores de España le pidieron disculpas por haber ofendido a la mujer, ella los perdonó y siguió siendo referí. Vivió feliz con su hijo y su trabajo. Vivieron felices. Fin".
La experiencia del taller literario es producto del área de Formación y Promoción de Derechos de ATAJO, el programa de Acceso a la Justicia del Ministerio Público Fiscal, encabezado por el fiscal Julián Axat, junto con la Dirección General de Políticas de Género del MPF. La misma experiencia se replicó con estudiantes que cursan el segundo año de la Escuela de Enseñanza Media Nº 2 de Villa Lugano, que incluyó talleres para desalentar la deserción escolar y poner el foco sobre la violencia machista.
El foco, en el caso del Bajo Flores, fue la violencia de género. Para los adolescentes de la escuela de Villa Lugano, el trabajo en clase fue coordinado por la profesora Mercedes Rabanal, quien estimuló la producción artística de los y las estudiantes, relacionada con la revalorización de la identidad y la cultura barriales, así como las problemáticas de género, violencia institucional y trata de personas.
No es la única experiencia de este tipo que lleva adelante ATAJO. El mes pasado, inauguró con la presencia de Alberto Manguel, director de la Biblioteca Nacional, la biblioteca Carlos Mugica en la Villa 31 bis, en la casa que solía ocupar "El Tuerto" Sanabria, un presunto dealer que cayó en una serie de allanamientos a mediados de este año, donde además se brindan talleres sobre derecho.