— Están arrancando con la gira de "Che, tango che!" ¿Es muy difícil hacer hoy un espectáculo así?
— Sí, es un espectáculo maravilloso, al mejor estilo Broadway o Londres. Hemos puesto toda la carne al asador en un momento difícil, pero en los momentos de crisis hay que mostrar que todavía se puede, hay que ponerle la energía para salir adelante. Ojalá el interior lo pueda disfrutar. Estoy ya en miras de sacarlo del país.
— Más allá del buen momento profesional, ¿cómo estás?
— Estoy bien, a veces medio preocupado. No me gusta el "después" de un gobierno que se fue. Están como obsesionados en aferrarse a algo y el pueblo votó lo contrario. No me gustan las declaraciones, me parecen fascistas muchas veces. Nos ponen todo el tiempo contra una pared a los que no pensamos de la misma forma.
No podemos tener ahora la misma sensación golpista que yo viví del 73 al 76
— ¿Las declaraciones de la ex Presidenta te parecen fascistas?
— No sé si ella en particular. Hebe de Bonafini, sí, una fascista total, una señora que ya debería estar tejiendo escarpines para los bisnietos y dejarse de ser tan maleducada. Tengo 61, viví todo el 73, sé perfectamente todo lo que sucedió y cómo sucedió; estoy vivo de casualidad. Muchos activistas que estaban ahí no murieron, murieron los chicos, los jóvenes. Las cabezas están divinas en algún lado. No porque te falte un hijo o te pase lo que te pase tenés derecho a incriminar a los demás, a tomar la misma actitud que tomó el represor. Si como ciudadano vas a enfrentarte con el resto que no piensa como vos, no aprendieron nada en 30 y pico de años de democracia, que nos costó un huevo.
Los militares fueron un desastre, pero el otro bando se equivocó mucho también
Este quiebre que ha habido en la Argentina es por ser obsecuentes a un pensamiento que tal vez no fue el más acertado; los militares fueron un desastre, pero el otro bando se equivocó mucho también y pagó muy cara la equivocación. O pagó muy caro un ideal. No podemos tener la misma sensación ahora, golpista, que yo viví del 73 al 76 cuando se pedía que vinieran los militares. Porque el pueblo argentino lo pidió, no fue una invención, los argentinos decían "esto no va más", "esto se tiene que terminar", "que vengan los milicos". Yo no tengo ganas de que se termine la democracia.
— ¿Vos creés que hoy hay un clima similar?
— Sí. Hay un runrún, hay un clima de hacer un golpe. Por lo menos de hacer un golpe psicológico, meter miedo. A mí no me interesa que Macri se vaya del gobierno ni en un helicóptero, ni echado, ni en una revuelta, no nos merecemos los argentinos otra vez más de lo mismo. El peronismo tiene que entender de una vez que no son los únicos que pueden gobernar.
— ¿Cómo fue tu juventud durante la dictadura?
— Mi papá me dijo: "Siempre caminá por el centro, ni de derecha ni de izquierda, en el centro, y vas a llegar al objetivo". Cuando entré a la universidad, empecé a ver situaciones complicadas, había carros de policía en la puerta de la universidad, te palpaban. Obviamente que se agravó, en el 76 imaginate lo que fue. Pero la Triple A existió durante el gobierno de Cámpora y de la señora Isabel Martínez de Perón, López Rega estaba ahí. Yo trabajaba en la calle Florida, una vez una compañera me dice: "Me podés tener este paquete", eran folletos, y en la calle Florida había una redada parapolicial, todavía no estaban los militares. Ahí me dijeron: "Esta es la primera y última vez que recibís esto, tenés que saber con quién estás estudiando, no vayas a una casa que no conozcas", y empezó a sentirse esa cosa del miedo. Vivía en Núñez, se escuchaban las balas a las 4 de la mañana, me entero que ahí estaba la Escuela de Mecánica de la Armada, que había gente detenida, me empecé a enterar que había gente que era tirada de los aviones. Entraban a la universidad con patadas, abrían las puertas, te nombraban y te sacaban. Muchas veces había un silencio sepulcral porque nadie vendía al compañero, al contrario. A la gente que se llevaban muchas veces no la volvías a ver. Se generó esa cultura del no te metás, que era el miedo. Pero en todo ese proceso, cuando dijeron: "Esto no va más, acá deberían venir los militares", los tres militares que estuvieron a cargo de ese genocidio eran los tres jefes de las fuerzas del gobierno democrático, no aparecieron de la nada. Me acuerdo que me senté con esta compañera y le dije: "Vos no te llamas de tal manera, a mí no me mientas", estaba en ese momento en la cátedra nocturna llena de Montoneros. No me preocupaba porque era su pensamiento y estaba todo bien, lo que no tenía ganas era de que me involucraran en algo a lo que yo no pertenecía. Ni estar del lado de los militares, porque tampoco nunca estuve apoyando y tenía familiares militares y amigos cuyos papás eran militares y siempre pensé lo mismo. En la cara de mis amigos, en una comida, decía lo mismo, que no estaba de acuerdo. Y a mí nadie ni me mató ni me sacó por ese pensamiento, sino que había otra connotación de cosas que uno no entendía porque no pertenecías a los sistemas. Cuando vino la democracia sí me alegré mucho.
— ¿Y qué opinión te merece que el presidente Mauricio Macri, ante la pregunta sobre la cantidad de desaparecidos, diga que no sabe si fueron 30 mil o 9 mil?
— Está contestando cada pavada Macri que la verdad no lo puedo creer… En realidad tampoco se sabe, hay gente que dice fueron entre 8 mil y 9 mil, hay otra gente que dice que son 30 mil. No hay un registro público, que todos podamos decirte hay 30 mil. No importa, 9 mil, 5 mil, mil, es un problema gravísimo.
Me llama la atención que las organizaciones de derechos humanos no sepan el número de desaparecidos, que no esté oficializado
— No cambia la aberración que se vivió en este país.
— No cambia la aberración del genocidio. Me llama la atención que todas las organizaciones de derechos humanos no lo sepan, que no esté oficializado. A esta altura han tenido la oportunidad, más allá de la vuelta de la democracia, porque se hizo el juicio a las juntas, hubo mucha gente de la CONADEP, de millones de asociaciones, que me imagino que deben tener un registro. Puede ser que te equivoques un poco, ahora, de 9 mil a 30 mil… no lo sé. Si sos el Presidente tenés que tener asesores que te expliquen qué está sucediendo en ese tema. Pero hay como mucho bollo con lo que dice o deja de decir. Y me pregunto, cuando la señora Cristina de Kirchner dijo todo lo que dijo, hizo todo lo que hizo, o mismo Néstor cuando estaba vivo – que son 2 cosas distintas, separo el ganado, de un mismo sistema -, ¿alguien le preguntó, le criticaban? Mucha gente se calló la boca porque sabía que lo iban a marcar, que no iba a gustar el comentario, fueron pocos los que se jugaron para decir determinadas cosas. Fueron todos cagones y obsecuentes. Eso me preocupa, la obsecuencia de las personas.
— ¿Te gusta lo que estás viendo de estos ocho meses de Macri?
— No. A nivel ciudad, hicieron cosas buenas, hay otras por hacer. El circo de la villa 31, de permitir que se generara semejante ciudad, fue porque estaba peleado el gobierno nacional con el de la Ciudad y no por eso no tiene derecho la gente a tener una vivienda, sí tienen derecho a ser tratados como seres humanos. Que tengan cloacas, luz, que tengan lo que tienen que tener, escuelas, sanitarios, cuidados. Y no apología de un acto post de tu mandato.
La cloaca en la que vivimos se atascó; estamos con un pensamiento de mierda
— Mencionaste cloacas y agua potable, pensaba en el Gran Buenos Aires y el porcentaje enorme de gente que vive sin cuestiones básicas.
— ¡Enorme! Es que estamos en una cloaca, ese es el problema. La cloaca en la que vivimos se atascó. Estamos con un pensamiento de mierda. La provincia es un desastre, lo que quedó está a la vista. Confío en Vidal, para mí es una señora honesta, de barrio, tuve la suerte de conocerla, me parece que es bravísima, no les va a dar el brazo a torcer a ninguno y ojalá que lo haga. De la misma manera a mí me gustó que la Kirchner tuviera, como mujer, esa fortaleza, porque hay que estar frente a tanto huevo rompiendo las pelotas. Lo que no me gusta hoy de lo que sucede con Cristina es que me acuerdo que la admiraba, cuando era senadora o diputada, me pasaba horas mirándola. Después creo que el poder es muy difícil, te lleva a situaciones muy complejas.
— El primer gobierno del kirchnerismo, Néstor ¿Sí te gustó?
— Sí, no lo voté, pero por esa cosa de ser obsecuente a la familia, decir soy radical tengo que votar a una mamarrachada que duró lo que un pedo en una canasta. Lo que rodea a Macri hoy o parte de los que están tal vez no están siendo los más eficientes. Por ahí se han encontrado con cosas que nosotros ni sabemos. Si vos tenés 8 millones en un bolso para tirar por un tapial y después entrar caminando como un corderito descalzo y una monja que no mira el arma pero que la tiene al lado, una monja que no es monja, una niña que tiene 6 millones de dólares en una caja fuerte… Yo te juro que quiero que me dé la fórmula, me encantaría volver a nacer, a la edad de ella tenía tres laburos además de ir a la universidad, dormía cuatro horas por día.
Me llamó el jefe de prensa de la AFIP un día que estuve en Intrusos, preguntándome quién era para hablar de esa manera
— ¿Y si vamos a tus cajas de seguridad…?
—Mi caja de seguridad la vació el sistema, tener que pagarle a la AFIP todo lo que me decían que debía, la persecuta que tuve, una causa que no se cerró. Una cosa reloca, que pagando todos los impuestos y teniendo moratorias, no se cierre una causa.
— ¿Eso creés que tuvo que ver con tu opinión política?
— Obvio. A mí me levantaron el teléfono, me llamó el jefe de prensa de la AFIP un día que estuve en Intrusos preguntándome quién era para hablar de esa manera ¿Quién soy? El que paga los impuestos.
— ¿Cómo estás de salud?
— Bien. He tenido un colateral que es una acumulación de grasa en el abdomen que ahora está un poco más controlada pero he estado embarazado, es parte del circo, qué vamos a hacer, como una vez me dijeron "estás vivo". Sí, estoy vivo, bien, porque no estoy todo el día obsesivo con la enfermedad. No solamente me han pasado cosas de salud, también este desequilibrio económico me preocupa, porque soy un tipo grande que tampoco soy millonario, tengo que seguir laburando en vez de estar panza arriba. Me asombran todos estos que viajan, yo cada tanto puedo hacerme un viaje a Estados Unidos pero cada dos años.
SAGAI es una asociación que trabaja sobre tu imagen, pero a los bailarines no nos pagan
— No te sobra.
— A mí no me sobra. Es más, he invertido en comprar cinco espectáculos para poder sostenerme en la empresa. Por otro lado estoy entrando en la etapa en la que quiero aprender qué es la palabra disfrutar, uno se lo tiene que permitir. Soy un gran luchador, que a pesar de ser un cabrón que aparezco en la televisión y digo lo que pienso, no soy un señor que no sabe ver lo bueno y lo malo que se hizo en cada lugar. Lo que no me gusta es que me señalen, que sean autoritarios al dirigirse hacia mí, que me roben mis derechos. Yo no cobro SAGAI; SAGAI es una asociación que trabaja sobre tu imagen. En el mundo del baile no lo pagan, y es mentira, me acabo de enterar. Una lástima porque se ha pagado mucha plata sobre los derechos de la imagen.
— ¿Y quién se queda ese dinero?
— Y no sé, se lo habrá quedado la asociación, qué sé yo. Les mando un beso enorme a los chicos de SAGAI que no nos consideran a los bailarines, somos artistas y actores también los bailarines. No pagan Showmatch ni pagan Bendita TV porque es mucha plata, pero me parece que la cobraron. Lo quería decir porque yo ya sé quiénes son, son los nombres conocidos que siempre atacan a Pachano. Hay que tener cuidado con el derecho del otro porque hay mucha plata en danza. Así como yo pago Argentores y Argentores me devuelve mi autoría y SADAIC le paga a los músicos, bueno, si existe esto, paguen nuestro trabajo porque lo cobran. Alguien lo cobró.
"Che Tango Che!" se presenta el 25/08 en salta, 26/08 en Jujuy, 27/08 en Tucuman, 28/08 La Rioja. 2/09 Tres Arroyos, 3/09 Bahia, 4/09 Punta Alta, 8/9 Morón, 9/09 San Fernando, 10/09 Lomas de Zamora.
Agradecimiento: Producción de vestuario Paula Balmayor, Peinado y Maquillaje Sofía Diez.