Pokémon Go pulverizó en siete días la marca que en Estados Unidos registraba el masivo Candy Crush (con 20 millones de usuarios diarios) al alcanzar este miércoles los 21 millones de usuarios activos, según informó la consultora especializada SurveyMonkey.
Sólo en los Estados Unidos, el juego desarrollado por Niantic Inc. y distribuido por Nintendo había alcanzado en sus primeras 24 horas de existencia el primer lugar entre las aplicaciones más descargadas en la App Store de Apple, mientras que desde el día en que salió hasta hoy fue la app más descargada en Android, en general y cada uno de los días, según afirmó a la agencia de notcias Télam una fuente de Google.
Y ese ritmo frenético de descargas parece destinado a repetirse en otros países, como quedó demostrado primero en Australia y en Nueva Zelanda (los primeros países en recibirlo, junto con Estados Unidos) y en Alemania, donde el juego llegó este miércoles y ya trepó a la cima de las aplicaciones más demandadas, según datos del sitio de estadísticas de móviles App Annie.
Parte de su éxito radica en una notable utilización de la realidad aumentada, que permite colocar elementos virtuales en el mundo real; utilizando la cámara de su smartphone -y el GPS y el reloj-, el jugador debe recorrer calles, plazas o puertos para descubrir y coleccionar alguno de los 151 personajes del universo fantástico de Pokémon, la serie japonesa de dibujos animados surgida en los '90.
A medida que el jugador se mueve y en función del lugar y la hora, estas criaturas van apareciendo en la pantalla del teléfono para que el usuario los capture. El último en subirse a la fiebre de este juego fue el intendente de Río de Janeiro, Eduardo Paes, que le pidió a Nintendo a través de Facebook que lleve el juego hasta la "ciudad maravillosa" con motivo de los Juegos Olímpicos Río 2016, que comienzan el próximo 5 de agosto.
En su publicación Paes simuló la llegada de Pokémon Go y colocó diferentes personajes en lugares emblemáticos de la ciudad, como la playa de Ipanema, el Museo do Amanhã o las instalaciones olímpicas.
Sin embargo, no en todos los lugares lo recibieron con los brazos abiertos: según informó esta tarde el sitio web de la BBC, el Museo de la Memoria del Holocausto en Estados Unidos recordó que "jugar el juego no es apropiado en el museo, que recuerda a las víctimas del nazismo", e informó: "Estamos tratando de averiguar si podemos excluir al museo del juego".
Otros sitios, en cambio, podrían incluso pagar para que los personajes aparezcan en "ubicaciones patrocinadas", que le generaría a la empresa japonesa otra fuente de ingresos. Así lo adelantó el sitio especializado Hipertextual, que recordó que Ingress -el predecesor de Pokémon Go- incluyó elementos promocionales como cafeterías, concesionarios y farmacias, entre otros establecimientos que pagaron por aparecer en el juego.
Como sea, las ganancias de Niantic y Nintendo aumentaron fuerte en la última semana: sólo en Estados Unidos el juego está recaudando un promedio de 1,6 millones de dólares por día gracias a transacciones realizadas a través de la aplicación, según datos de la consultora Sensor Tower citados por la publicación especializada Quartz.
Asimismo, se prevé a lo largo del próximo año los ingresos por este juego le generen a esas dos empresas ganancias por 1.000 millones de dólares.
Como si eso fuera poco, en la última semana las acciones de Nintendo acumularon gracias al lanzamiento del juego una aumento de más del 50 por ciento en la Bolsa de Tokio, según informó la agencia española EFE, en lo que significó el mayor aumento en más de 30 años.
Ajenos al mundo de los negocios, grupos de jugadores recorren calles estadounidenses intentando capturar criaturas ficcionales, abstraídos en las pantallas de sus teléfonos, mientras los departamentos de policía lanzan advertencias para que los usuarios adopten precauciones.
"Está llegando información sobre situaciones de peligro", sobre todo por la distracción de peatones y conductores por estar jugando, informó ayer el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos, mientras que el Departamento de Vehículos de Nueva York informó que "lo que está hecho para ser un juego divertido puede tener consecuencias trágicas en la vida real".