Los abdominales y el embarazo parecen ser términos que jamás comparten el mismo campo semántico. Sin embargo, evidentemente pueden convivir. En 2015 y por esta precisa razón, el embarazo de la modelo Sarah Stage se volvió viral. Además de su evidente belleza, sus más de 2 millones de seguidores en su cuenta de Instagram estaban completamente impresionados con la forma en que el cuerpo de Stage evolucionaba con su primer embarazo.
Ni pasadas las 20 semanas de embarazo, ni alcanzados ya los 9 meses de gestación, y ni siquiera después del parto, la modelo perdió su figura escultural o sus abdominales. Sorpresivamente, incluso alcanzadas las 40 semanas de embarazo, su panza nunca superaba el tamaño "standard" de un embarazo normal de tres meses. Pero su caso no es el único.
A lo largo de las últimas semanas, el segundo embarazo de Stage, igual de imperceptible, volvió a captar la atención. Por otra parte, la bloguera fit Chontel Duncan deslumbró también a sus seguidores con las fotos de su nuevo embarazo de 33 semanas. A simple vista parecen fotos estándar de una modelo fitness pero los hashtags confirman que sí, están embarazadas. En esta foto, Chontel luce siete meses de embarazo:
Pero, a pesar de que parece que son casos únicos e irrepetibles, hay historias de mujeres que no supieron que estaban embarazadas porque apenas aumentaban de peso u otras que sabían que lo estaban pero que nunca llegaron a desarrollar la panza común y corriente de cualquier mujer que atraviesa un proceso de gestación.
Siete meses de embarazo de Sarah Page:
Consultada por el sitio web Broadly, la doctora Sherry A. Ross, obstetra, ginecóloga y autora del libro She-ology, confirmó que algunas mujeres embarazadas no parecen estarlo. "Cada mujer lleva su embarazo de forma diferente y no a todas se les nota por igual", explicó Ross. "Es posible que a las mujeres más altas, con un torso más largo, no se les note el embarazo de forma tan obvia como a las mujeres más bajas. Si una mujer está embarazada de seis meses o de 24 semanas, la inmensa mayoría de mujeres desnudas mostrarían una barriga perceptible. Las fotos de Sarah Stage no muestran una barriga de seis meses de embarazo, pero puede que se deba a que posee una genética única".
Por otro lado, Stage y Duncan son dos fanáticas del ejercicio y está claro que tienen una musculatura envidiable. Según Ross, la masa muscular abdominal podría tener algo que ver. "Cuanto más apoyo ofrecen y más firmeza poseen los músculos abdominales, más probabilidades hay de que el útero creciente no se note durante el inicio del embarazo", explicó. "Si tu zona abdominal no está tonificada, es más fácil que el útero salga hacia afuera y se note antes en el embarazo".
Pero en términos del tamaño de la panza, no hay una forma "buena" o "mala" de llevar un embarazo. Esta mamá fitness de 33 años de edad respondió las críticas y declaró que su embarazo es normal y que el bebé está perfectamente sano. Sin embargo, Ross advierte que es posible que un estómago plano durante el embarazo sea indicativo de que hay un problema. "Si una mujer embarazada sigue teniendo una barriga muy poco prominente durante el transcurso de su gestación, esto podría sugerir que su bebé es más pequeño de lo que se consideraría normal", afirmó. En este caso conviene realizar "ecografías con cierta frecuencia, ya que éstas podrían mostrar cómo va creciendo el bebé dentro del útero y si existe alguna causa de preocupación".
En el sitio Hollywood Life, igual de consternados por este embarazo tan poco común, consultaron a la doctora Jennifer Shu, coautora del galardonado libro de crianza Heading Home with Your Newborn: From Birth to Reality, quien compartió que la "preocupación principal" en la situación de Sarah es la salud y el desarrollo del bebé. "Los riesgos de no ganar suficiente peso durante el embarazo incluyen tener un bebé pequeño y/o dar a luz de manera prematura.
"A las mujeres que tienen un peso normal antes del embarazo se les aconseja que ganen de 10 a 15 kilos durante el transcurso del embarazo. Muy poco de esta ganancia ocurre generalmente en el primer trimestre, pero después de eso, ganar cerca de 200 gramos por semana es una buena pauta.
Si bien el entrenamiento debe reverse durante los meses de gestación y adaptarse a las necesidades de la mujer gestante, las condiciones de su embarazo tienen que ver con las características propias de cada persona y, mientras un médico realice los controles correspondientes, no debería haber ningún problema. Cada cuerpo puede reaccionar de maneras distintas.
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