El 23% de los adultos y el 81% de los adolescentes en edad escolar son sedentarios. Así lo afirma la Organización Mundial de la Salud. Hoy, la inactividad física se encuentra entre los 10 principales factores de riesgo de mortalidad a nivel global. Y esta tendencia, aseguran los expertos, no va a descender en los próximos años.
El sedentarismo es uno de los males que lleva a una persona a padecer obesidad o sobrepeso. De acuerdo a la OMS, de mantenerse las tendencias actuales, el número de lactantes y niños pequeños con sobrepeso aumentará a 70 millones para 2025.
"Cada vez tenemos mayor obesidad infantil, y una de las causas es la cantidad de horas que los chicos están quietos, tanto por la computadora como por la televisión, y está totalmente demostrado que cuando el cuerpo se queda quieto a cualquier edad el músculo se atrofia, tanto en flacos como en obesos", explicó a Infobae la doctora María Alejandra Rodríguez Zía (MN 70.787), en el marco del Día de la Actividad Física.
El movimiento del cuerpo es natural en todo animal, pero por razones de hábitos de la civilización, el hombre fue cayendo en un sedentarismo, cada vez mayor. "Al día de hoy el prototipo de Homero Simpson, hombre compulsivo comilón, perezoso y sobre todo sedentario, es la imagen de la involución que hemos sufrido por este estilo de vida entre trabajos sentados, autos, televisor, y computadoras", agregó Rodríguez Zía.
Para la especialista, el "síndrome del sedentario" genera en la persona un cansancio crónico, falta de capacidad respiratoria, disminución de la masa muscular y, aunque no lo sienta, disminución de la masa ósea, como también aumento de la presión arterial y problemas de colesterol.
"Salir del sedentarismo implica un cambio de mentalidad, pero esta es fundamental si se quiere mantener un estado de salud y de prevención de muchas enfermedades", agregó.
La OMS lanzó una serie de recomendaciones sobre la cantidad mínima de actividad para incluir en rutina diaria de modo de mejorar la salud en todos los grupos etarios.
Personas de 5 a 17 años: deberían realizar 60 minutos de actividad física vigorosa. Será mucho mejor, si superan dicha cantidad.
La intensidad refiere al ritmo, al esfuerzo que se emplea. Caminar, bailar o las tareas domésticas son ejemplos de actividad moderada, mientras que otras disponen de una grado vigoroso, como correr, andar en bicicleta, nadar o levantar mucha cantidad de peso.
Personas de 18 a 64 años: a quienes integren esta franja etaria se les aconseja practicar al menos 150 minutos semanales de actividad moderada en periodos no inferiores a los 10 minutos.
Personas mayores de 65 años: deben mantenerse tan activos como se lo permita la salud. Lo ideal sería realizar ejercicios tres veces por semana para mejorar el equilibrio y evitar las caídas.
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