La definición sexo débil es parte del pasado. Conforme pasaban las décadas en el siglo pasado las mujeres fueron cambiando la historia en cada deporte, sobre todo en aquellos certámenes rudos, que requieren de una gran resistencia física. La mayoría pensada en principio para hombres, las actividades más complejas de llevar cada vez más se tornan de color rosa.
Una de ellas es el Ironman. Nacida a fines de la década de los '70, esta competencia se convirtió con los años en la prueba más exigente, antigua y prestigiosa de triatlón en el mundo, debido a la dificultad de tener que superar tres disciplinas: natación, ciclismo y running. Considerado uno de los deportes más duros que existen en el panorama competitivo internacional actual, es apto para todo aquel que ose practicarlo, siempre que cumplan con los requisitos.
Conocidos deportistas y famosos del espectáculo hoy darán el presente en el Puerto Canoas de Nordelta, donde se iniciará la segunda edición llevada a cabo en el país. Alrededor de 2200 competidores provenientes de 34 países intentarán completar los 1.9 kilómetros de natación (disponen de 70 minutos), 90 kilómetros de ciclismo (5 horas y 30 minutos) y la media maratón -21k- de atletismo (8 horas).
Este año, la novedad pasa por el aumento de suscripciones de mujeres. Profesionales especializadas, atletas de primer nivel, destacarán y pelearan por el primer lugar. En el otro punto, también habrá amas de casa, empresarias o con algún otro oficio ajeno al mundo fit, que probarán sus condiciones. Féminas que, sin importar la carencia de una mayor experiencia, se animan a dejar atrás las dudas, los temores y los nervios para desafiar a cualquier reto que se les ponga por delante.
Tres mujeres que vivirán la experiencia
"Había tenido toda la vida fobia al agua, y hace 3 años, cuando aprendí a nadar, le perdí completamente el miedo. También a las aguas abiertas, lo cual fue un elemento indispensable a la hora de elegir este deporte", contó Romina Reigosa, de 43 años.
Para esta diseñadora en comunicación visual el mayor desafío será el ciclismo debido a las dificultades para entrenar: "Soy de La Plata y se me presentan obstáculos como lejanía de los circuitos de entrenamiento, tráfico, inseguridad".
Habiendo disputado distancias menores, su objetivo apuntado es llegar al final de la prueba: "Completarla sería ganar para mí. Es una carrera demandante para un debutante como yo".
Valeria Mooney (45 años y titular de una empresa inmobiliaria) se medirá por segunda vez en un Ironman 70.3, tras competir en la edición de 2016. Madre de cuatro hijos, espera con ansiedad este momento y se ejercita muy duro por ello: "En general entreno 2 veces por semana cada una de las disciplinas".
Al igual que el caso anterior, también indica al ciclismo como la modalidad más compleja. De todos modos, con una mezcla de nervios y entusiasmo, espera disfrutar del trayecto y "si se puede, mejorar el tiempo de la carrera anterior".
A Mariel Martinez (50 años) la impulsa la sed de afrontar nuevos compromisos. Los retos internos caracterizan a esta ama de casa, madre de cuatro hijos. Comenzó en mountain bike y pasó a ruta hasta llegar a las pruebas de fondo. "A partir de ahí, mi mente fue buscando a algo mas: hacer cosas que nunca hice, romper miedos, temores, algo que nunca me imaginé hacer".
El raudo proceso de aprendizaje para competir hoy se dio en un corte periodo de tiempo. En 2016 aprendió a nadar, cuando nunca lo había hecho. También le enseñaron cómo correr. Su vida hacia las aventuras empezó hace solo casi cuatro años. "No lo puedo creer que llegue hasta acá. Tengo temor al agua, pero no me va a detener".
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