Quemar grasa, tonificar el cuerpo y liberar estrés al ritmo de la música, son solo algunos de los atractivos del Fitness de Combate, una revolucionaria disciplina que aunque está inspirada en diversos programas de las artes marciales, no tiene como objetivo enseñar a pelear, sino que quienes participen descarguen energía con golpes y patadas al aire sin ningún tipo de contacto.
Christian Martino, instructor de este método desde hace más de diez años, destacó que cualquiera puede tomar esta clase, sin distinción de edad, sexo o condición física. "Existen variaciones adaptadas a cada tipo de persona. La idea es que poco a poco cada uno vaya superando sus límites y parte de nuestro trabajo es lograr eso, gracias a la motivación y al saber determinar qué intensidad es la indicada para cada quien".
Con una hora de duración, cada sesión comienza con una entrada en calor, movimientos articulares, y paulatinamente se incorporan leves movimientos de boxeo. Posteriormente el profesor va enseñando las técnicas de patadas, golpes y/o esquives que llevará la rutina, enmarcada dentro de una coreografía con una eufórica canción. Culmina con un trabajo en la musculatura abdominal y un momento de relajación.
"La música es un factor fundamental en esta disciplina porque los temas son adaptados a los golpes y patadas agregándole efectos sonoros; además genera más adrenalina en el alumno, se motiva mucho más y se libera más", precisó Martino.
Aseguró también que "en cada clase se queman, de acuerdo a la intensidad que cada persona le ponga, entre 800 y 1.000 calorías", por lo que recomienda asistir de tres a cuatro veces por semana, para ver resultados satisfactorios rápidamente.
El Fitness de Combate genera importantes cambios no sólo físicos, sino también emocionales. Además de mejorar el rendimiento atlético, deportivo y motor, aumentar la fuerza, resistencia, potencia muscular, velocidad y la composición corporal, esta actividad promete un aumento de la autoestima y disminución del estrés, gracias a la liberación de endorfinas que se produce en cada sesión al tener la diversión como foco principal.
En 2014 Christian se animó a ir más allá, y junto a su compañero Daniel Maturana diseñaron un subprograma llamado Mix Martial Fitness, avalado por el Centro Europeo de Educación Física. "El nombre surge del Mixed Martial Arts y está adaptado al Fitness de Combate, pero en este caso quisimos apostar por un nivel más avanzado, especialmente diseñado para aquellas personas que tienen mucho tiempo entrenando y quieren desafiarse a más, sin descuidar a los principiantes", explicó.
Conscientes de un público cada vez más exigente, se atrevieron a incluir en sus rutinas algunos de los ejercicios que se observan en el adiestramiento militar y el Crossfit. "En este momento Crossfit está muy de moda, y aunque nosotros no contamos con tantos aparatos, es una actividad muy interesante y por eso estamos adaptando muchos de esos ejercicios al MMF", señaló Martino.
A dos años de su innovación, el joven de 26 años, ha sido testigo protagónico del crecimiento que ha tenido el Mix Marcial Fitness en la Argentina, que ya comienza a instalarse con fuerza en los principales gimnasios del país.
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