Los mitos y temores que los eclipses solares han despertado en distintas civilizaciones

Desde el primer registro de un eclipse en China hasta hace un par de siglos atrás, los eclipses de sol han revolucionado las distintas sociedades que habitaron el planeta Tierra

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Los eclipses solares han sido temidos por cientos de civilizaciones de todo el mundo
Los eclipses solares han sido temidos por cientos de civilizaciones de todo el mundo

En plena luz del día, se hace la noche. El rey Sol, venerado por todas las civilizaciones humanas, como el astro más importante, fuente de energía, calor y abrigo, se oscurece de repente. No se trata de un atardecer hasta el próximo día. Es, en pleno día, que se apaga la vida.

La temperatura baja hasta 10 grados centígrados, las plantas dejan de hacer fotosíntesis y las flores se cierran. Los animales, confundidos, cambian su comportamiento y muchos buscan protección o su cueva o madriguera para esconderse de un predador. Otros, fiel a su naturaleza, se preparan para cazar de noche, aunque después esa oscuridad dure unos minutos.

Los eclipses han sido retratados a lo largo de la historia por el hombre
Los eclipses han sido retratados a lo largo de la historia por el hombre

Se trata del Eclipse Solar Total, el fenómeno astronómico más importante según los científicos y un espectáculo que en pleno Siglo XXI es esperado durante meses. Exactamente cada 18 meses que es cuando ocurren. Y a veces, la espera tarda años. Muchos años, ya que no es común que ocurra en un mismo país en el corto tiempo.

Esa espera tan ansiada hoy por ser espectador protagonista del evento estelar de nuestro astro rey, para nada era similar a lo que ocurría siglos atrás. Distintas civilizaciones humanas han presenciado con temor y hasta terror el oscurecimiento en pleno día de la mayor deidad visible que tenían: el Sol.

El evento astronómico ocurre cada 18 meses
El evento astronómico ocurre cada 18 meses

De dioses y mitos

En plena luz del día, se hace la noche. El rey Sol, venerado por todas las civilizaciones humanas, como el astro más importante, fuente de energía, calor y abrigo, se oscurece de repente. No se trata de un atardecer hasta el próximo día. Es, en pleno día, que se apaga la vida.

La temperatura baja hasta 10 grados centígrados, las plantas dejan de hacer fotosíntesis y las flores se cierran. Los insectos y animales, confundidos, cambian su comportamiento y muchos buscan protección en su cueva o madriguera para esconderse de un predador. Otros, fiel a su naturaleza, se preparan para cazar de noche, aunque después esa oscuridad dure unos minutos.

Se trata del Eclipse Solar Total, el fenómeno astronómico más importante según los científicos y un espectáculo que en pleno Siglo XXI es esperado desde hace meses. Exactamente desde hace 18 meses que es cuando ocurrió el último en EEUU. Y a veces, la espera tarda años. Muchos años, ya que no es común que ocurra en un mismo país en el corto tiempo.

En el oriente, se rendía tributo a los astros que eran observados permanentemente
En el oriente, se rendía tributo a los astros que eran observados permanentemente

Esa espera tan ansiada hoy para ser espectador protagonista del evento estelar de nuestro astro rey, para nada era comparable a lo que ocurría siglos atrás. Distintas civilizaciones humanas han presenciado con temor y hasta terror el oscurecimiento en pleno día de la mayor deidad visible que tenían: el Sol. Se vivía como un evento dramático, de mal augurio y anunciador de distintos sucesos trágicos que indicaban un final de ciclo y el comienzo de otro nuevo y esperanzador.

El hombre siempre miró desde la tierra que pisaba al cielo para venerar al Sol, la Luna, las estrellas y los cometas o meteoritos. El cielo despertaba una fascinación y respeto por ser el lugar donde habitaban los dioses y hacedores de todo lo terrenal.

El eclipse solar total ocurrirá en Argentina y Chile el 2 de julio de 2019
El eclipse solar total ocurrirá en Argentina y Chile el 2 de julio de 2019

Por eso, el observar que el cielo se oscurecía de repente, no era un buen augurio y significaba que una tragedia iba a suceder. Pero volviendo al Sol, siempre se lo consideró por el hombre como el mayor Dios a venerar. Y ante los eclipses muchas civilizaciones reaccionaban de manera diferente, con argumentos e interpretaciones distintas que enriquecen la historia.

El astrónomo E.C. Krupp, director del Observatorio Griffith de Los Ángeles y autor de varios libros sobre el tema, plantea que las explicaciones tradicionales de los eclipses solares sugieren que el fenómeno ocurre porque una bestia mitológica se devora el Sol.

Sin embargo, la bestia responsable de comerse al sol variaba según las tradiciones locales. Por ejemplo, en Vietnam se trataba de una rana mientras que en la región andina de América del Sur se creía que era un puma o jaguar.

En China se creía que un eclipse de Sol era provocado por un dragón que devoraba al astro
En China se creía que un eclipse de Sol era provocado por un dragón que devoraba al astro

El primer registro de la existencia de un eclipse de Sol que tuvo lugar en el año 2137 a.C., se encuentra en manuscritos chinos del reino de Tchoung-kang. Según la interpretación de los estudiosos del cielo chino, los hombres debían realizar distintos ritos como bailar, golpear tambores y lanzar flechas al cielo, para espantar al dragón que buscaba comerse al Sol.

En el sur de Asia los eclipses también han registrado una gran variedad de leyendas y supersticiones- muchas de ella persisten hoy entre campesinos-, como las del antiguo reino de Siam, que creían firmemente que el dios-demonio Rahu, el Glotón, devoraba al Sol y que sólo el sacrificio de animales podía devolverle la luz.

El 31 de julio de 1062 a.C. tuvo lugar un eclipse de Sol en el sur de Babilonia y fue registrado por las escrituras así: "Se transformó el día en la noche el 26 del mes de Sivan, en el séptimo año del reino y hubo un fuego en medio del cielo".

Además en el Apocalipsis descripto por la Biblia, se relaciona los eclipses de Sol y de Luna con los terremotos: "Y vi, cuando abrió el sexto sello sobrevenir un gran terremoto, y el Sol se volvió negro como un tejido de crin, y la Luna toda ella se volvió de sangre" (Revelación vi:12)

La diosa Surya es representada por el Sol en la India
La diosa Surya es representada por el Sol en la India

En la India, los hombres y mujeres debían entrar a los ríos sagrados con el agua hasta el cuello, como un acto de respeto que supuestamente ayudaba al Sol en su combate contra el dragón que lo devoraba.

Otras de las civilizaciones más adelantas y estudiosas del cielo tuvo lugar en Egipto, una civilización que curiosamente casi no dejado ninguna referencia a los eclipses. Para ellos, la serpiente Arpep, gobernante del mundo subterráneo y reina de la muerte, atacaba y hundía el bote en que navegaba entre los cielos el dios-sol Ra al momento de la ocultación momentánea del Sol.

En el Antiguo Egipto se veneraba al Sol y se temían a los eclipses
En el Antiguo Egipto se veneraba al Sol y se temían a los eclipses

Grecia, hacia el 500 a.C vivía su esplendor en el Siglo de Pericles. Pero mucho tiempo atrás, sus grandes astrónomos, filósofos, artistas y escritores también veneraban el cielo, el hogar de su destacada mitología. Y el Sol tenía un lugar destacado, por supuesto, con registros históricos incluso de un eclipse solar.

En el clásico de Homero, La Odisea, a un eclipse posiblemente observado en el año 1178 a.C. en Itaca se lo describió de la siguiente manera: "…y el Sol ha muerto en el cielo y una maligna niebla todo lo cubre".

El historiador griego Herodoto, describió el 28 de mayo del año 585 a.C. un súbito oscurecimiento del Sol, pronosticado por Tales de Mileto. Fue llamado el eclipse de Tales, que propició que una feroz batalla entre los medos y los lidios concluyera de manera abrupta en vistas de una paz duradera.

Un eclipse tuvo lugar en Itaca, Grecia según los relatos de La Odisea
Un eclipse tuvo lugar en Itaca, Grecia según los relatos de La Odisea

Hay registros también de que el eclipse de Luna del 27 de agosto del 413 a.C. tuvo una decisiva influencia en la guerra del Peloponeso, cuando los atenienses estaban listos para mover su ejército sobre Siracusa, cuando de repente observaron un eclipse total de Luna. Ante este fenómeno, los marinos y soldados decidieron no atacar, por lo que su comandante Niceas detuvo la batalla por casi un mes, tiempo suficiente para sus enemigos de rearmarse y atacar la flota ateniense.

Para la cultura nórdica, el Sol y la Luna eran personificados por los hermanos Sol y Mani. Según sus leyendas, los hermanos cruzaban el cielo en carros y decidían la duración de un día y las estaciones del año como un orden natural del mundo.

Los antiguos nórdicos creían que mientras que los dos hermanos volaban a través del cielo, eran perseguidos por los lobos Sköll y Hati, hasta que en cierto momento los atrapaban. Y eso ocurría durante la manifestación de un eclipse. Por ello, promovían que los hombres bailaran, gritaran y tocaran tambores para asustar a los lobos.

La cultura nórdica representaba a los hermanos Sol y Luna que eran perseguidos por lobos en los cielos
La cultura nórdica representaba a los hermanos Sol y Luna que eran perseguidos por lobos en los cielos

La leyenda nórdica dice que cuando los lobos devoren al Sol y a la Luna, el cielo se oscurecerá y el Ragnarok, el Apocalipsis Nórdico, comenzará.

En la América precolombina también existen mitos y leyendas relativos al cosmos y los eclipses solares y lunares. Los mayas y los aztecas dejaron escritas narraciones sobre combates estelares entre dioses por lograr obtener los mejores lugares en el universo.

En el México antiguo, los mayas (200-800 d.C). y los aztecas (1000-1500 d.C.) dejaron escritas narraciones sobre combates estelares entre dioses por lograr obtener los mejores lugares en el universo.

El movimiento de los cielos tenía gran influencia en la vida cotidiana y en las acciones de toda la cultura maya. Para ellos, el movimiento del Sol y la Luna era parte de una comunicación de los dioses, por lo que un eclipse solar era para ellos un acontecimiento de gran impacto.

Los aztecas y mayas también veneraban al Sol y sus eclipses generaban temor y muchos sacrificios humanos
Los aztecas y mayas también veneraban al Sol y sus eclipses generaban temor y muchos sacrificios humanos

Llamaban a los eclipses solares chi 'ibal kin («comer el Sol») y dedicaron muchos esfuerzos a predecirlos. Querían estar preparados ante tal fenómeno para anticipar buenas cosechas y espantar malos augurios.

Según consta en el Libro VII del Código florentino, de Bernardino de Sahagún, en Historia general de las cosas de Nueva España, el espanto que producían los eclipses entre los aztecas: "Cuando el Sol comenzaba a desaparecer los débiles y los cautivos eran sacrificados para ofrecer su sangre, y en todos los templos había cantos y gritos de guerra".

Por su parte, los incas creían que había un gran jaguar que atacaba a la Luna, por eso esta se volvía roja, durante los eclipses lunares. El problema era que también temían que ese hambriento jaguar pudiera bajar a la Tierra para comerlos a ellos. Por eso solían realizar todo tipo de rituales para espantarlo.

Cristóbal Colón y el eclipse lunar que lo salvó

También está registrado este fenómeno astronómico en uno de los viajes de Cristóbal Colón a América.

Pintura que representa a Cristobal Colón en Jamaica en el momento del eclipse lunar
Pintura que representa a Cristobal Colón en Jamaica en el momento del eclipse lunar

Cuenta la historia que en 1504 Colón y su tripulación se habían quedado atrapados en Jamaica y debían permanecer en la isla durante varios meses por ser considerados invasores y no bienvenidos.

Aunque el eclipse lunar sucedió el 29 de febrero de 1504 en Jamaica, la historia comenzó en realidad unos meses antes, el 25 de junio de 1503, cuando Colón varaba con las dos carabelas que le restaban en la playa de Santa Gloria.

Necesitados de comida, amenazaron a la tribu con hacer desaparecer al Sol a menos que les acercaran las provisiones. Gracias a las herramientas que tenía Colón en su barco, pudieron calcular cuando ocurriría un eclipse. Sabiendo esto, lo que hizo fue visitar a los jefes indígenas y decirles que si no le daban comida, haría desaparecer el sol.

Los jefes de las tribus no se lo creyeron y le negaron la comida. El día del eclipse Colón los volvió a reunir y les dijo que miraran al cielo. Cuando la Luna ocultó el Sol los indígenas quedaron horrorizados. Le dieron toda la comida que necesitara con tal de que el Sol volviera. Por supuesto, el elipse terminó y los indígenas quedaron más tranquilos. Colón tuvo toda la comida que pudo llevarse.

Colón llevaba consigo el Almanach Perpetuum, de Abraham Zacuco. Por él sabía que el 29 de febrero de 1504 se produciría un eclipse total de Luna. Y supo sacar provecho de esta predicción astronómica.

Los estudios en astronomía buscaban comprender el comportamiento de los dioses
Los estudios en astronomía buscaban comprender el comportamiento de los dioses

La tribu Kwakiutl del noroeste pacífico, tenía como ritual el baile del eclipse que consistía en armar un fuego y hacer mucho ruido con el objetivo de alejar a la criatura del cielo.

En la mitología coreana sobre el rey de un país oscuro mucho más allá de nuestro mundo. El rey de este oscuro país desea encontrar una manera de proporcionar luz y calor a su tierra, por lo que ordena al más feroz perro celestial de su reino que robe el Sol y la Luna de nuestro planeta.

Cuando el perro, Bulgae, se propone robar al sol, lo muerde, pero el astro rey está demasiado caliente para llevárselo, así que sólo lo ensombrece. Por otra parte, al tratar de robar la Luna, la encuentra demasiado fría.

Historias e interpretaciones diversas son las halladas al describir los eclipses solares
Historias e interpretaciones diversas son las halladas al describir los eclipses solares

La historia dice que regresa con las manos vacías y que el rey ordena al perro robar el Sol o la Luna en cualquier oportunidad. Cada vez que el perro intenta esto, ocurre un eclipse.

También en California, EEUU, el pueblo Pomo tenía una explicación diferente para los eclipses tanto lunares como solares. Según su historia, el problema empezaba cuando un oso se topaba con el sol mientras recorría la Vía Láctea.

Cuando, tercamente, el Sol se rehusaba a moverse, el oso peleaba con él y durante la pelea lo eclipsaba. Con la adrenalina a flor de piel, el oso seguía camino hasta toparse con la Luna, hermana del Sol, a quién también retaba a una pelea que daba lugar a un eclipse.

Un final romántico

Como no todo tiene que ser peleas y sangre, los Tlingit, del noroeste de los Estados Unidos, tenían una explicación mucho más romántica para los eclipses lunares.

Según ellos, estos ocurrían cuando el Sol y la Luna, quienes eran pareja, necesitaban un momento a solas en la oscuridad. Un momento romántico y único.

También en la Edad Media se percibían a los Eclipses con temor
También en la Edad Media se percibían a los Eclipses con temor

Las historias se multiplicaron en cada rincón del mundo. Y una nueva página se escribirá este martes a las 16.30 hora argentina, cuando comience el tan esperado eclipse solar total.

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