Los escombros espaciales no dejan de crecer. Durante décadas se supo de su existencia, pero cada lanzamiento lo vuelve un problema aún más acuciante. Hay al menos 500 mil pedazos de escombros que circundan la Tierra. Y eso no incluye pedazos minúsculos, pero peligrosos como manchas de pintura, que pueden causar gran daño al impactar contra una nave espacial a más 28 mil kilómetros por hora.
La creciente problemática preocupa a la NASA que ya se encuentra a la búsqueda de estrategias para librar al espacio de la chatarra. Uno de los planes de mayor asidero se llama Brane Craft. Responde al concepto de enviar una nave espacial con forma de lámina ultrafina para acaparar los desechos que sobrevuelan.
El proyecto plantea dos pasos. En primer lugar, que el enjambre de láminas envuelvan los escombros. Luego, que la misma nave arrastre a la basura de regreso a la atmósfera, donde se desintegrarían hasta su destrucción para que, de ese modo, nunca más implique una amenaza para los satélites o los propios astronautas.
Detrás de su desarrollo está Aerospace Corporation, que ya recibió una segunda ronda de financiación de parte del programa Innovative Advanced Concepts de la NASA. Se trata de una lámina de 90 centímetros ultraflexible y fina, tanto que su grosor es menos de la mitad de un pelo humano.
"Tiene que ser a prueba de balas porque una partícula de 5 micras de diámetro puede penetrar la hoja estructural principal, que tiene sólo 10 micrones de espesor", sostuvo Siegfried Janson, investigador principal y científico senior de Aerospace Corporation.
El diseño de la nave persigue la mayor resistencia posible. En caso de que una célula solar sea impactada por un micrometeorito, tan solo esa célula fallará. Lo mismo vale para el microprocesador y la electrónica digital: si uno falla, los otros siguen funcionando. Incluso el tanque propulsor, que está ubicado entre dos láminas delgadas, se divide en múltiples segmentos y se relegan cuando uno está diezmado.
Otro reto que debe afrontar la "nave-lámina" es la radiación ya que, por su delgadez y electrónica comercial, es probable que no resista las condiciones hostiles del espacio. No obstante, la subvención que recibieron permite que la compañía investigue cómo mejor la tolerancia de Brane Craft, que funcionará a base de células solares y una pequeña cantidad de combustible.
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