Un sueño, una utopía, una realidad. Los cielos de El Calafate, Santa Cruz, fueron escenario de una de esas jornadas que quedan en los libros de historia, no solo de la aeronáutica, sino de la humanidad al llevar aquella "locura" de los hermanos Wright más alto que nadie. El Perlan II alcanzó los 15.902 kilómetros de altura, 52.172 pies, consiguiendo así el récord mundial de altura de vuelo sin motor que poseía el Perlan I, desde hace ya 11 años.
El Perlan II es un proyecto que nació de la mano de Einar Enevoldson, un piloto de investigación civil para el Centro de Investigación de Vuelo de la NASA entre 1968 y 1986, quien recopiló a lo largo de los años evidencia científica sobre la existencia de un fenómeno meteorológico desconocido hasta entonces: las ondas de montaña estratosféricas.
Estas ondas, que serían similares a las que se producen en el mar para generar olas, recrean las condiciones excepcionales y necesarias para que un aeroplano pueda alcanzar alturas, hasta hace unos años impensadas e imposibles. El Calafate, en la Patagonia, es uno de los pocos lugares del planeta donde se combinan vientos de montaña y vórtices polares, que crean así las corrientes estratosféricas de montaña más altas del mundo.
"Hoy celebramos una victoria espectacular para la innovación y los descubrimientos científicos aeroespaciales y estamos enormemente agradecidos a voluntarios y patrocinadores por todos los años de dedicación sin descanso que han hecho posible este logro", aseguró Ed Warnock, CEO de The Perlan Project. "Seguiremos aspirando a lograr
incluso mayores altitudes y continuaremos nuestros experimentos científicos para explorar los misterios de la estratosfera. Hemos hecho historia, pero el aprendizaje en base a estos datos no ha hecho más que empezar".
"Cada logro de Airbus Perlan Mission II nos permite seguir aprendiendo más sobre cómo podemos volar más alto, más rápido y de manera más limpia, pero también nos enseña que la aviación sigue teniendo la capacidad de sorprendernos, de apasionarnos y motivarnos para alcanzar nuevas fronteras", agregó Tom Enders, CEO de Airbus. "El extraordinario éxito en la aviación que ha logrado Perlan es el resultado de un pensamiento audaz. Esta forma de pensar es la clave de nuestra visión para el futuro de Airbus y esperamos sirva de inspiración a una nueva generación de innovadores y exploradores aeroespaciales".
En 1999, el aventurero, navegante y aviador Steve Fossett, el primer hombre en volar en solitario alrededor del mundo sin escalas en un globo, decidió financiar el proyecto Perlan Mission I y participar como piloto. El récord, hasta hoy, se había producido el 30 de agosto de 2006, cuando Enevoldson junto al millonario Fossett, a bordo de un planeador DG-505m reacondicionado, alcanzaron los 50.722 pies (15,5 km), 1.662 pies.
Luego de la muerte de Fosset en un accidente, el proyecto parecía quedar en el olvido, hasta que en julio de 2014, el gigante aeronáutico Airbus decidió patrocinar el proyecto Airbus Perlan Mission II y continuar así con el proyecto anterior, que además de buscar quedarse con el récord mundial también posee diferentes objetivos científicos.
El Perlan II, entre otras cosas, comenzó sus vuelos presurizados, algo inédito para un aeroplano, validando el sistema que permite a los pilotos sobrevivir en unas condiciones atmosféricas similares a las de Marte; busca ayudar a cerrar brechas de información relacionadas con el cambio climático; aprender más sobre aeronaves volando en climas extremos a grandes altitudes, efectos de la radiación en pilotos y también sobre las posibilidades de los aviones en la estratósfera, entre otros.
El nuevo récord, sin embargo, busca ser anecdótico, ya que el objetivo final de la misión es superar los 27 kilómetros (90 mil pies) dentro de la estratósfera y quedar en las puertas del espacio exterior. Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad, una utopía que ya no lo es tanto.
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