Hace alrededor de mil años, se estima que entre 916 y 1125, el maestro Ci Xian se trasladó desde su India originaria hasta la antigua China para promover el budismo. En la parte noreste, cerca de la península coreana, se encargó de la difusión de la filosofía milenaria.
Ci Xian tradujo cerca de una decena de sutras importantes -discursos de Buda- al chino que todavía hoy se encuentran a disposición. Con el correr de los años, producto de su ascendencia, fue nombrado "maestro" en el Reino de Khitan.
Cuando el maestro Ci Xian murió, había cosechado un número importante de discípulos. Ellos preservaron su cuerpo al que, sin embargo, se le perdió el rastro años más tarde. No fue hasta 1970 que sus restos se redescubrieron dentro de una cueva.
Desde 2011, el cuerpo permaneció en el templo Dinghui, en la provincia china de Hebei, donde el año pasado fue bañado en oro. Ahora, hace pocos días, ante la mirada atenta de los monjes, la momia dorada fue analizada en detenimiento.
La tomografía computarizada arrojó resultados impactantes: los médicos aseguraron que la momia todavía tenía un esqueleto y un cerebro completo. "Podemos ver que sus huesos son tan sanos como los de una persona normal", dijo el doctor Wu Yongqing, encargado del análisis, después de la exploración.
La mandíbula superior, los dientes superiores, las costillas, la columna vertebral y todas las articulaciones también están completas. A su vez, los especialistas comentaron que el estado natural del tejido conectivo y las fibras musculares es "muy sorprendente" y resaltaron el potencial valor cultural y religioso del análisis.
Según el maestro Du del Templo de Dinghui, conservan el cuerpo usando "medios naturales" y cuando le preguntaron por su futura localización, dijo que piensan trasladar la momia. Desde hace años, construyen otro lugar sagrado en la montaña Xiangxiang, en la provincia de Hunan, donde podrían resguardar los restos de Ci Xian.
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