Desde hace años, la llegada del hombre a Marte se convirtió en la gran obsesión espacial. De hecho, el presidente Donald Trump instó a la NASA para concretar el desembarco en el Planeta Rojo antes de culminar su potencial segundo mandato. Más allá de que parece imposible lograrlo en ese plazo, la NASA presentó un proyecto pormenorizado para materializar la colonización.
El plan llamó la atención por la exigencia para los astronautas que se aventuren a la misión. De acuerdo al documento a cargo de William Gerstenmaier, responsable de la Dirección de Operaciones y Exploración Humana de la NASA, el procedimiento tendrá una etapa en la que los cosmonautas quedarán atrapados en una nave con forma de tubo durante más de un año en el espacio profundo, sin posibilidad de escapar más allá de la luna.
"La NASA está liderando los próximos pasos en el espacio profundo cerca de la Luna, donde los astronautas construirán y comenzarán a probar los sistemas necesarios para llevar adelante misiones a destinos espaciales complejos, incluyendo a Marte", sostuvo la agencia sobre el plan en un comunicado de prensa.
El programa de la NASA contiene 5 fases:
Fase 0
Consiste en utilizar la Estación Espacial Internacional "como un banco de pruebas para demostrar capacidades y operaciones claves de exploración y para fomentar una industria espacial comercial emergente". La NASA nombró como potenciales socios a SpaceX, Boeing, ATB Orbital y otras compañías que destinan gran presupuesto a la actividad espacial. En la actualidad, se encuentran en esta etapa.
Fase 1
Implica seis lanzamientos entre 2018 y 2025. En primer lugar, la NASA quiere lanzar su cohete inaugural SLS, un gigante de casi 100 metros diseñado para competir con los cohetes Saturn V que permitieron a los astronautas de Apolo llegar a la Luna. Si el primer vuelo resulta exitoso, la agencia prevé lanzar cinco cohetes SLS más.
Las misiones enviarán una pieza de una nueva estación espacial llamada Deep Space Gateway, en la órbita cerca de la luna, una región específica que se llama espacio cislunar, donde 4 astronautas ayudarían a montarla. Su objetivo es que sea movible para apoyar misiones a la superficie lunar o a otros destinos del sistema solar.
Fase 2
En la estación espacial lunar, se lanzará un transporte para llegar a destinos profundos en 2027. Entre 2028 y 2029, cuatro astronautas se someterán a una misión singular: deberán pasar hasta 400 días dentro de un tubo de 41 toneladas mientras orbita cerca de la Luna con la intención de comprobar el funcionamiento de la Deep Space Gateway.
Fase 3
Para alrededor de 2030, asumiendo que se superó la prueba de la fase 2, un vuelo de SLS reabastecería la nave espacial con suministros y combustible. A su vez, otra misión llevaría cuatro personas, en lo que se convertiría en la primera tripulación en visitar Marte. Su recorrido de dos a tres años implicaría un sobrevuelo de Venus y una corta estancia alrededor del Planeta Rojo.
Fase 4
Pese a que es la etapa más imprecisa, se cree que transcurriría más allá de 2033. Lo que especifica Gerstenmaier en su documento es "desarrollo y misiones preparatorias robóticas" para ofrecer hábitats y suministros a la superficie de Marte. De ese modo, luego se darán las eventuales "misiones de aterrizaje humanas en Marte".
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