El cáncer de pulmón sin duda es una de las enfermedades que se cobran más víctimas a nivel mundial. Sólo en Argentina representa el 9,8 por ciento de todos los casos oncológicos diagnosticados y, según cifras del Ministerio de Salud de la Nación ocupa el primero lugar como causa de muerte en los hombres y el tercero entre el género femenino. Su detención temprana es fundamental para su tratamiento, en la mayoría de los cuadros clínicos diagnosticados por esta patología la muerte resulta inevitable por su tardío diagnóstico.
"Con una detección precoz, el cáncer es una enfermedad que tiene cura. Por el contrario, si se detecta tardíamente se puede controlar pero seguramente no lograr una mejora en el paciente. Cuando ya aparecen síntomas como tos, perdida de excesiva peso o secreciones con sangre, nos encontramos frente a un caso en estado avanzado. En el Instituto Flemming existe un programa de detención temprana que consta de tomografías de baja intensidad anuales que invitan a una prevención segura" subrayó el doctor Claudio Martin (M.N 82958) jefe de oncología toráxica del Instituto Medico Alexander Flemming y secretario general de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).
Durante años el equipo de Avrum Spira, neumonólogo y director del Centro de Cáncer de la Universidad de Boston, en Estado Unidos, trabajó en el estudio de traslación de cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar crónica obstructiva (EPOC), con el objetivo de desarrollar nuevos diagnósticos terapéuticos que puedan afectar directamente la atención clínica. Dentro de estas investigaciones, un último análisis determinó mediante el estudio en diversos pacientes que, para detención del cáncer de pulmón, la expresión genética en las células de la nariz pueden ser utilizados como biomarcador.
"El 85% de los fumadores nunca desarrolla cáncer de pulmón y el 90% de los tumores de este tipo se da en gente que fuma". Esto quiere decir que hay gente predispuesta genéticamente a la enfermedad. Cuando se fuma, o se inhala aire contaminado, las primeras células en el cuerpo que responden son las epiteliales, que recubren el interior de la boca, la nariz y las vías respiratorias", aseguró en su investigación el doctor Spira.
El estudio fue publicado recientemente por el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU y detalló la identificación de 535 genes que son expresados diferencialmente en el epitelio nasal y que serían clave para su clasificación y detención temprana.
"Con este análisis, intentamos validar un biomarcador epitelial bronquiales expresión de genes para detectar el cáncer de pulmón en fumadores y ex-fumadores. Dado que los bronquios y la expresión de genes epiteliales nasales se alteran de manera similar por la exposición al humo del cigarrillo, hemos tratado de determinar si la expresión de genes asociados con el cáncer también podría ser detectable en el epitelio nasal, más fácilmente accesible", destacó el doctor.
Los resultados fueron satisfactorios y se podría tratar de una clara posibilidad de detectar esta mortal patología con solo una simple muestra de ADN del interior de la nariz con un bastoncillo. Esto permitirá distinguir qué pacientes con marcadores de riesgo deben hacerse una biopsia y cuáles no.
"Hoy en día la única manera de detención precoz se realiza mediante radiografías de tórax. Este tipo de hallazgos son sumamente probables pero requieren siempre de mayor análisis. Por otro lado resulta fundamental ver los costos que puede llegar a causar este tipo de implementación mediante análisis genómicos", finalizó el especialista.
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