A partir de el meteorito que impactó en Rusia en el 2013, científicos se dedicaron a estudiar sus fragmentos para poder evitar catástrofe de este tipo. Y, ahora, idearon un método para poder prevenir la caída de este objeto espacial antes de que atraviese la atmósfera.
La tragedia ocurrida en Rusia el 15 de Febrero del 2013, cuando un meteorito se precipitó sobre la ciudad de Chelyabinsk y dejo miles de heridos e innumerables daños materiales.
Con un tamaño de aproximadamente 15 metros de diámetro, el meteorito penetró en la atmósfera terrestre a una velocidad de 68.0000 kilómetros por hora y alarmó a gran parte de la población de la ciudad rusa y del mundo. Durante el impacto, el meteorito desprendió miles de fragmentos que fueron analizados durante años por científicos de varias partes del planeta.
Esta semana, se publicó un estudio ante el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que podría significar un antes y un después. Los especialistas estudiaron en profundidad la anatomía de los fragmentos de meteorito -dureza, elasticidad y resistencia – y afirman que pueden ser determinantes para prevenir otras colisiones futuras en el planeta Tierra.
"El meteorito de Chelyabinsk es una condrita ordinaria, de baja porosidad, probablemente similar a otras clases de asteroides. Por lo tanto, los experimentos de nanoindentación en este meteorito permiten obtener datos claves para comprender las propiedades físicas de los asteroides cercanos a la Tierra. Esas pruebas también son útiles para entender el potencial de desviar a los asteroides amenazantes usando un proyectil cinético", afirmó Josep M. Trigo Rodríguez en su investigación.
Unos de los proyectos mas ambicioso en este tema es el denominado "Misión AIDA", impulsado tanto por los científicos involucrados en diversos estudios como también por la NASA y la Agencia Espacial Europa (ESA). Este último organismo decidió, en Diciembre del 2016, no financiar el proyecto, lo que implica retroceder varios pasos en materia de investigación espacial.
La misión programada para el año 2022 tiene como objetivo demostrar la técnica de impacto cinético para cambiar el movimiento de una asteroide en el espacio. El objetivo de AIDA es, mediante el estudio y medición de los efectos de impacto de asteroides pequeños, poder accionar sobre el asteroide binario cercano a la tierra denominado "Dídimo" que consta con un cuerpo principal de aproximadamente 800 metros de diámetro y un secundario de 150 metros, este último podría representar un gran peligro para el planeta tierra según informó la NASA.
El proyecto aún sigue vigente pese al rechazo de financiación de ESA y se espera que tenga más apoyo a nivel mundial para poder prevenir futuros impactos.
"Es un claro ejemplo de los materiales que acechan la vida en la Tierra. Hasta ahora hemos sido muy afortunados porque tanto el que cayó en 1908 en Tunguska (Siberia), como el de Chelyabinsk, impactaron en zonas poco pobladas. Estamos entrando en una etapa de concientización", aseguró Josep Maria Trigo a El Mundo.
El científico destaca como ejemplo a seguir el anuncio de Diciembre 2016 de las Naciones Unidas de el "Día del Asteroide" que se celebra todos los 30 de Junio en conmemoración al impacto del asteroide Tunguska en el año 1908, de unos 80 metros de diámetro. Afirma que es una gran forma de concientizar sobre el peligro que representan los asteroides a la humanidad.
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