Se acerca la hora esperada. Las 00:00 del 25 de diciembre, el momento en que Papá Noel deposita los regalos para cada niño junto al árbol navideño que se halla en los distintos hogares. Múltiples son los engaños que en cada casa los padres emplean con sus hijos, que siempre repiten la pregunta: ¿Por qué nunca vemos a Papá Noel? O, en su defecto: ¿Cómo hace para repartir tantos regalos?
La doctora Katy Sheen, una física de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, se propuso otorgarle un enfoque científico al gran mito navideño. Para ello, se valió de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein, la cual le permitió no solo especificar la velocidad a la que debería viajar Santa Claus, sino que también explicar por qué nunca los niños pueden verlo cada 25 de diciembre.
En el momento del brindis, 700 millones de niños alrededor del mundo esperan sus regalos. De acuerdo al cálculo realizado por la física, Papá Noel necesitaría viajar a 9,9 millones de kilómetros por hora para entregar regalos a cada uno en un plazo de 31 horas, teniendo en cuenta las distintas franjas horarias alrededor del planeta.
Esa magnífica velocidad le haría cambiar de color. De rojo a verde; un fenómeno conocido como efecto Doppler, que provoca que se modifique su color porque las ondas de luz que rebotan en él se aplastan a una velocidad muy alta. Eventualmente, Santa Claus desaparecería por completo.
"Algunas cosas extrañas suceden cuando alguien comienza a viajar tan rápido -explicó Sheen-. En primer lugar, el tiempo se ralentizaría. En segundo lugar, Santa Claus se aplastaría, lo que significa que puede encajar en una chimenea más fácilmente".
Sin embargo, la física responsable del cálculo no encontró un respaldo científico a la inmensa distancia recorrida y a la potencia que requeriría: "Para que Santa pueda volar tan rápido, se necesita mucha y mucha energía. ¿Cómo consigue alcanzar esas velocidades fenomenales? Bueno, eso es mágico, pero sin duda necesitaría mucho combustible", bromeó.
¿Por qué Papá Noel nunca envejece? Sheen, no conforme, intentó encontrar una respuesta a otro de los misterios en torno a Santa Claus también desde la teoría de Einstein. Halló que la dilatación del tiempo tiene lugar cuando se acelera en relación al observador. Por ende, sus viajes frenéticos, lo harían envejecer más lentamente que si se trasladara a una velocidad normal.
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