La genética, clave para saber la medicación adecuada en enfermedades mentales

La respuesta a los tratamientos para diferentes trastornos mentales suele ser variable e impredecible a causa de factores genéticos. Cómo son los estudios farmacogenéticos que permiten elegir la mejor terapia para ahorrar tiempo y sufrimiento

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La genética, al igual que
La genética, al igual que todo el organismo, influye para que un medicamento no tenga el mismo efecto en pacientes que padezcan la misma patología (iStock)

En muchos pacientes con enfermedades mentales la suerte de la elección inicial de la mejor estrategia de tratamiento dependerá de la respuesta individual de cada uno a la medicación, ya que esta puede ser muy variable e imprevisible. Al principio, conocer si un medicamento tendrá efectos adversos o no -como también saber la dosis óptima- es una incertidumbre. La solución para esto radica en la tecnología genética, que permite personalizar los tratamientos en psiquiatría y neurología.

Las respuestas negativas o insuficientes a determinado medicamento en muchos casos responden a factores genéticos. Se estima, por ejemplo, que hasta un 60% de los pacientes no responden de forma completa a los fármacos antidepresivos y un 40% no obtienen ninguna respuesta. El medicamento que beneficia a un paciente perjudica a otro, aunque ambos tengan la misma patología. Esto se debe a la diferencia entre cada organismo, la química y la capacidad de metabolizar los remedios, pero fundamentalmente, a la genética.

La genética, al igual que
La genética, al igual que todo el organismo, son determinantes para la respuesta a un fármaco

Gracias a los estudios farmacogenéticos es posible identificar cuál es la medicación más adecuada. La farmacogenética estudia la influencia de los factores genéticos sobre la actividad, el transporte y el metabolismo de un fármaco. Establece las bases para que la medicina sea personalizada, es decir, para que cada persona obtenga el medicamento ideal, en la dosis justa, según su organismo y capacidad metabólica.

Esta pruebas evalúan la probabilidad de respuesta positiva o negativa a los fármacos en función del perfil genético del paciente, para escoger las drogas más adecuadas. También controlan el riesgo de reacciones adversas, que señala si el paciente tiene mayor probabilidad de desarrollar alguno de los efectos asociados a los fármacos analizados. Además, indica la dosis adecuada, proporcionando información sobre la metabolización de los medicamentos.

La incidencia de los factores
La incidencia de los factores genéticos es tal que pueden condicionar la respuesta a la medicación hasta casi un 90% (Shutterstock)

"La clave está en la genética. Si se evalúan todos los genes vinculados con el metabolismo de los medicamentos del paciente a tratar, se puede saber cuál es el más adecuado. Así, se evita la secuencia ensayo/error, se deja de perder tiempo, se minimizan los efectos adversos y las fallas terapéuticas, y se arriba a un tratamiento adecuado", comentó el Dr. Alejandro Andersson, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires.

Los factores genéticos pueden condicionar la respuesta a la medicación hasta en un 85%. La respuesta individual del paciente a la medicación es muy variada. En algunos casos, puede dar lugar a una recuperación completa de los síntomas o, en otras, a una ausencia completa de los efectos terapéuticos. Hasta el casi 70% de los pacientes con depresión no responden plenamente a los antidepresivos y entre el 30 y 40% no lo hace en absoluto.

"Los perfiles genéticos cambian la farmacocinética de muchos antidepresivos, afectan la respuesta terapéutica y facilitan la aparición de efectos adversos. Frente a un mismo medicamento, en pacientes psicóticos, por ejemplo, hay diferencias significativas sobre cómo responden al tratamiento y los efectos adversos", concluyó Andersson.

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