El famoso "corazón roto" no es sólo una metáfora. Se trata de la definición que desnuda un daño que puede resultar irreparable, un síndrome que deriva de las situaciones estresantes. Acaso una fuerte discusión o el fin de una relación afectiva. Perder un familiar o un hecho que desilusione al máximo puede provocar falta de aire, que se tensen los músculos, que el corazón se acelere y aumente la velocidad a la que fluye la sangre en las venas o que se nuble la vista. Entre otras cosas, todos síntomas que dan lugar a la aparición de la compleja patología.
El síndrome del corazón roto o cardiomiopatía de TakoTsubo es una afección cardíaca causada por estrés. "Se trata de una variedad de infarto de miocardio, que se presenta casi exclusivamente en las mujeres y que fue reconocida mundialmente en 1990, en Japón (de allí su nombre). Es un infarto que en realidad no es un infarto, sino la irrupción súbita de hormonas ante la presencia de un estrés", explicó a Infobae el médico cardiólogo Carlos Ingino.
Surge debido a un golpe, trauma o shock emocional que la persona haya sufrido en los últimos días, semanas o meses
Las principales afectadas son las mujeres postmenopáusicas -entre 55 y 75 años-, protagonistas de alrededor del 95 por ciento de los casos. La otra cuestión llamativa, indica el especialista, es que las arterias coronarias se presentan sanas, sin alteraciones.
"En la actualidad, se sabe que tiene la misma morbimortalidad en agudo que el infarto de miocardio. ¿Por qué afecta más a la mujer que al hombre? No se sabe. Sí se sabe que el hombre que la padece, 1 de cada 10 pacientes, duplica la mortalidad", agregó el especialista.
Existen dos puntos de interés que sirven para entender y prevenir la patología: en primer lugar, el corazón de la mujer biológicamente no es igual al del hombre y los dolores cardíacos son diferentes. El dolor de infarto agudo miocardio es una descripción masculina. Es un dolor típico intenso, detrás de la zona de la corbata, retroesternal, opresivo, que puede irradiarse a raíz de cuello, hombro izquierdo, brazo izquierdo, la espalda, la boca del estómago, y es seguido de nauseas, vómitos, transpiración, sudoración profusa, malestar general, sensación de hipotensión arterial.
"Una vez superado el cuadro agudo, el síndrome tiene la particularidad de no dejar ninguna secuela en el músculo, a diferencia del infarto. Además, requiere de muy poca medicación. En forma de síntesis: hay una entidad muy parecida al infarto de miocardio que afecta casi exclusivamente a las mujeres y que, superado el cuadro, no deja secuela alguna", concluyó Ingino.
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