¡Hay maní, maní! Esta frase típica de plaza ya no debe ser el terror de los alérgicos a este fruto seco, que puede llevarlos a la muerte debido a un shock anafiláctico en solo un par de minutos.
Un grupo de científicos australianos siguió la evolución de diferentes pacientes alérgicos, luego de que recibieron una terapia de desensibilización hace cuatro años.
El estudio contó con 48 personas, 24 de las cuales pasaron por una terapia de desensibilización que consistió en una mezcla de un probiótico con inmunoterapia oral de maní o cacahuate. Los restantes 24, lógicamente, tomaron un placebo.
Tras cuatro años constataron que 16 de los 24 alérgicos pudieron comer los frutos secos sin ningún problema, mientras que esto solo ocurrió en un paciente del grupo del placebo.
Los resultados, publicados en la revista The Lancet, serían el primer paso para avalar la efectividad de esta terapia, que benefició, en este caso, al 68% de las personas que la recibieron. La inmunoterapia oral consiste en administrar proteína de maní en dosis crecientes junto con una dosis de probióticos (lactobacillus).
Los investigadores consideraron que la inmunoterapia oral interactúa con la células dendríticas, que tienen una función de 'vigilancia inmunológica', ya que interactúan con los linfocitos reguladores y, a su vez, son responsables de desencadenar la respuesta inflamatoria alérgica. Esta respuesta es la que causa alteraciones respiratorias, cutáneas, vasodilatación extrema y hasta la muerte en personas alérgicas.
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