"Mis pulmones no están bien": tiene seis meses para recibir el órgano que le permita vivir

A Bruno le diagnosticaron fibrosis quística a poco de nacer. Le pronosticaron minutos de vida y lleva 12 años de una batalla que se libra día a día. Pese a estar en emergencia nacional para ser trasplantado, su mamá le agradece a la enfermedad, que la "ayudó a ver la vida con otros ojos"

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Bruno entró en lista de
Bruno entró en lista de emergencia nacional del Incucai (iStock)

"Cuando Bruno nació y nos informaron que padecía fibrosis quística pulmonar y pancreática con mi marido no sabíamos qué era; nos hicieron pasar a neo y nos encontramos con un bebé en una incubadora, con una bolsita de un ano contra natura y lleno de cables hasta en la cabeza". Así recuerda Verónica Bataglia el primer contacto con su hijo. Ese momento mágico que toda madre guarda para siempre en su corazón. Ese primer beso. Esas miradas que se cruzan y se "descubren" -porque en realidad ya se conocían desde la panza- ella no lo pudo vivir.

"Fue muy duro al principio, uno cuando no conoce tiene muchísimo miedo", recordó.

El niño nació en diciembre de 2004 y en ese mismo momento le le detectaron fibrosis quística y le pronosticaron minutos de vida. Hoy, vive con sus papás y su hermana y pese a haber sorteado todos los escollos que la enfermedad le puso enfrente, su salud se deterioró al punto de necesitar un trasplante pulmonar para seguir viviendo.

La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad hereditaria. Es causada por un gen defectuoso que lleva al cuerpo a producir un líquido anormalmente espeso y pegajoso llamado moco, que se acumula en las vías respiratorias de los pulmones y en el páncreas.

Esta acumulación de moco ocasiona infecciones pulmonares potencialmente mortales y serios problemas digestivos.

Muchas personas portan el gen de la FQ, pero no manifiestan ningún síntoma. Esto se debe a que una persona con esta enfermedad debe heredar 2 genes defectuosos, 1 de cada padre.

"Lo más grave que padecemos es el tema del moco, que es tan gomoso y tan pegajoso que él necesita una batería de antibióticos y nebulizaciones -contó Verónica-. Bruno está perfectamente bien nutrido, pese a que al principio nos decían que iba a ser flaquito, que no le iba a crecer el pelo o las uñas y al contrario, hace una vida totalmente normal".

Tras asegurar que él se hace cargo de su enfermedad en el día a día, y que "transformó la fibrosis quística en algo normal en su vida, tal como lo es cepillarse los dientes al levantarse", la mamá reconoció que "hay días que son muy difíciles, que él tiene muchísima tos y en casa no duerme nadie".

"En esos momentos yo digo '¡Dios! ¿Por qué esa tos de porquería? Y después me corrijo y pienso: menos mal que esta casa es un concierto de tos porque cuando Bruno nació le daban minutos de vida y tiene 12 años'", confió.

Para la mujer, su hijo "es un milagro del día a día". Y cuando muchos se quejarían de su mala fortuna, ella agradece a la enfermedad con la que su hijo lidia porque le hizo "ver la vida con otros ojos".

Hace unos días, Bruno difundió un video en las redes sociales, en el que explica su actual delicado estado de salud y confía en que el órgano que necesita llegará a tiempo para poder seguir disfrutando de la larga vida que tiene por delante.

"Mis pulmones realmente no están bien; estoy empeorando y me dijeron que voy a tener un trasplante de pulmón -comenzó relatando el joven-. Hay tres tipos de lista y yo estoy en la de emergencia nacional porque lo necesito ya. Ojalá aparezca un donante de acá a seis meses, que es el tiempo máximo que me explicaron que puedo esperar".

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