Misofonía, el extraño mal que afecta a cada vez más argentinos

Esta rara patología genera que los ruidos cotidianos despierten ataques de ira. Infobae dialogó con un especialista y una persona que lo sufre desde hace años. Cómo afecta a la vida

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Misofonía es una rara patología que se relaciona con la sensibilidad aumentada a los sonidos del cuerpo humano (iStock)
Misofonía es una rara patología que se relaciona con la sensibilidad aumentada a los sonidos del cuerpo humano (iStock)

Ruidos como chasquidos de dedos, pronunciación de la "z", taconeo de zapatos, el golpe constante de un bolígrafo sobre una mesa, pueden despertar un claro episodio de irritabilidad. Poco se conoce de esta rara patología que afecta a un importante número de personas y que muchos ni siquiera saben que la padecen.

Darío Roitman, otorrinolaringólogo y profesional del centro de Acúfenos de Buenos Aires (M.N 4.2548), explicó a Infobae: "Esta rara patología se descubrió hace aproximadamente 15 años, y poco se sabe de ella. Se la relaciona con la sensibilidad aumentada a los sonidos del cuerpo humano, a tal punto que en muchos casos el paciente llega a anticipar el ruido que tanto malestar le ocasiona. Es una enfermedad que afecta a gente joven, se manifiesta en niños chicos hasta aproximadamente 30/35 años de edad, tenemos pocos casos de adultos que la padecen".

La misofonía se relaciona con emociones negativas vinculadas a diversos sonidos; estas no necesariamente tienen que ver con las características del sonido (fuertes, bajos, agudos o graves) sino que pueden deberse a la sensación que ciertos ruidos les generan en su estado de ánimo.

Martín Colotta, quien se desempeña como empleado y sufre desde los 11 años de edad esta patología subrayó a Infobae que "se trata de una enfermedad en la cual la amígdala secreta adrenalina al torrente sanguíneo y hace que se decodifiquen determinados ruidos como una agresión". Y agregó: "Se manifiesta en sentimientos de rabia muy fuerte. Producen tal grado de enojo que es posible tornarse hasta agresivo; por supuesto nunca se llega a lastimar a nadie porque sabemos que se trata de una enfermedad, pero la sensación no es para nada placentera".

Esta enfermedad es de difícil diagnóstico ya que no existen muchos avances científicos en Argentina sobre la patología (iStock)
Esta enfermedad es de difícil diagnóstico ya que no existen muchos avances científicos en Argentina sobre la patología (iStock)

"Tanto ir al cine con el ruido de los pochoclos como llevar a mi hijo a fútbol con el sonido de los botines son cosas que, lamentablemente, no puedo hacer. Me trajo muchos problemas en especial con la relación con mi pequeño. Hasta los 15 años pensé que era un problema psicológico ya que nadie me daba un diagnóstico. Resulta muy difícil el diagnóstico cuando los médicos no tienen respuesta sobre esta patología. Por ese motivo, organizamos un Facebook "Misofonía Argentina"(hoy en día tiene 180 miembros aproximadamente) para poder ayudarnos con información y experiencias entre todos" aseguró Martín.

El proceso de oír incluye básicamente dos etapas: en la primera el oído capta los sonidos, los transforma en un impulso eléctrico, y luego viaja hasta el cerebro mediante las neuronas que forman los nervios.
Es inevitable no detenerse a analizar por qué ciertos ruidos hacen despertar por la noche mientras que otros no. Es posible caer en un sueño profundo pese a que el ruido exterior sea fuerte (por ejemplo una fuerte tormenta), pero por otro lado, es factible despertarse ante la mínima queja de un hijo. Esto ocurre ya que el cerebro decodifica los sonidos dándoles importancia a unos, y naturaliza como normales otros.

El cerebro decodifica los sonidos dándoles importancia a unos y naturaliza como normales otros. En el caso de la misofonía esta clasificación incluye ruidos que para muchos son cotidianos (iStock)
El cerebro decodifica los sonidos dándoles importancia a unos y naturaliza como normales otros. En el caso de la misofonía esta clasificación incluye ruidos que para muchos son cotidianos (iStock)

En el caso de la misofonía, sonidos comunes se vuelven amenazadores para quien los escucha, es decir, el ruido de alguien al masticar puede resultar tan agresivo como el sonido de un disparo, lo que provoca que quien la padece los interprete como algo negativo. En muchos casos se pueden observar reacciones como aumento notable de los latidos del corazón, incremento de ansiedad y de la adrenalina, muy similar a los episodios que se experimenta ante un posible ataque de fobia.

Tratamientos

Pese a que no se encontró cura para la misofonía, existen dos tratamientos existentes a la fecha según estudios publicados en Audiology Online liderados por Margaret M. Jastreboff y Pawel J. Jastrebof y similares para pacientes que padecen hiperacusia. Ambos procedimientos son totalmente opuestos uno con el otro, producto tal vez de la desinformación sobre la patología en cuestión.

Esta patología aun no tiene una cura definida, se espera desarrollo con el correr de los años (iStock)
Esta patología aun no tiene una cura definida, se espera desarrollo con el correr de los años (iStock)

En un primer lugar se aconseja al paciente evitar los ruidos que les producen malestar o bien utilizar tapones de oídos para poder realizar tareas normales. "Los pacientes abrazan fácilmente esta filosofía y comienzan a proteger sus oídos, incluso hasta el punto de usar tapones aún en los ambientes silenciosos. Por desgracia, este enfoque hace que el sistema auditivo se sensibilice y agrava aún más la patología", señaló Margaret en su estudio.

Pacientes que sufren la patología, aseguran que una forma de sobrellevar los ruidos es tratar de bloquearlos, es decir, en muchos casos hasta no nombrarlos para evitar pensar cotidianamente en ellos.

El segundo tratamiento consiste en la desensibilización de los pacientes por la exposición a una variedad de sonidos. Se ha promovido por algún tiempo con una variedad de protocolos y tipos de sonidos utilizados; tales como la recomendación del uso de sonido con ciertas frecuencias eliminadas, exposiciones cortas a moderadamente fuerte sonido, o la exposición prolongada a sonidos de bajo nivel. Este tratamiento de denomina Tinnitus Readiestramiento Terapia (TRT).

El doctor Darío Roitman asegura que "actualmente en el instituto tenemos 10 pacientes sometidos a este tratamiento, en tres años se pueden observar desarrollos que ayuden a una mejor calidad de vida. Por supuesto el tratamiento va a acompañado con asistencia psicológica total del individuo".

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