El 15% de la población mundial sufre dolores de cabeza con regularidad. El dato -ya de por sí preocupante- ofrece una mirada más precisa si se analiza al detalle las migrañas. Allí, cerca de dos tercios de los afectados son mujeres en edad reproductiva, de entre 20 y 40 años. Hasta hace poco, la comunidad científica consideraba que este mal era, a grandes rasgos, solo un síntoma de largas jornadas laborales y del consecuente estrés. Sin embargo, recientemente se descubrió que podría ser un indicio de otra enfermedad.
Un estudio del Colegio de Medicina de la Universidad de Cincinnati -publicado en la revista Headache– encontró que las personas con trastornos de dolor de cabeza son 21% más propensos a ser diagnosticados con hipotiroidismo en comparación con los que no sufren la patología. A su vez, observó que aquellos que sufren migrañas tienen un riesgo aún mayor: de 41%.
Otras investigaciones previas de menor escala ya vislumbraban un vínculo entre las dos enfermedades. Ahora, después de seguir durante 12 años a más de 8.400 pacientes como parte de un gran proyecto de monitorización médica minuciosa, la conclusión toma aún mayor fuerza. La respuesta "frecuentes" en el cuestionario cuando se preguntaba por la regularidad en los dolores de cabeza impulsó la indagación. Y al contrastar resultados, el hipotiroidismo apareció con una asiduidad inesperada.
El hipotiroidismo se produce cuando el cuerpo no puede producir suficiente hormona tiroidea para funcionar en forma correcta. La patología puede afectar el estado de ánimo, aumentar el peso, disminuir el nivel de energía y concentración, alterar los ciclos menstruales de las mujeres, e incluso causar estreñimiento y pérdida de cabello. Se estima que la enfermedad alcanza a cerca del 2% de la población mundial y las mujeres tienen de 5 a 8 veces más probabilidades de padecerla.
Según el doctor Vincent Martin, profesor de medicina y coautor del estudio, pueden existir varias razones por las que los trastornos de dolor de cabeza aumentan el riesgo de contraer problemas de tiroides. "Una posibilidad es que un sistema inmunológico hiperactivo -provocado por los dolores de cabeza recurrentes-, haga que el cuerpo sea más vulnerable a la enfermedad de la tiroides. Además, la inflamación también parece estar implicada en ambas condiciones", sostuvo.
Aunque intervienen múltiples factores, las razones de la conexión entre ambas enfermedades aún no está dilucidada. "Simplemente no lo sabemos todavía. Incluso podría ser producto de algunos de los medicamentos que los pacientes toman para evitar que sus dolores de cabeza. También se deben tener en cuenta los factores ambientales o genéticos ya que pueden jugar un papel importante", añadió el doctor Martin.
Además de los dolores de cabeza frecuentes, las personas que tuvieron más riesgos de recibir un diagnóstico de hipotiroidismo fueron el sexo femenino, adultos mayores, con problemas de obesidad o tomaban ciertos medicamentos, como el litio, interferón y amiodarona.
"También es posible que el desarrollo de un trastorno de tiroides -con los niveles bajos de hormonas tiroideas posteriores- pueda empeorar los dolores de cabeza además de volverlos más frecuentes", señaló el doctor Martin. Sin embargo, una vez diagnosticado el hipotiroidismo puede ser controlable, normalmente con la ingesta diaria de medicación. "El punto clave es que si se descubre a tiempo la enfermedad y es tratada correctamente, los dolores de cabeza o migrañas en realidad podrían mejorar", concluyó.
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