Entre el 1 y el 4 por ciento de la población mundial y aproximadamente 500 mil argentinos sufren a partir de los 20 años del dolor que producen lesiones incómodas como nódulos inflamados, llagas o forúnculos en áreas donde generalmente suele crecer vello. Las zonas más comunes pueden ser la ingle, las axilas, los glúteos o donde la piel se roza con otra, como entre los muslos o bajo los senos de las mujeres.
Lo más complicado de estas lesiones es que, además, la mayoría de quienes las padecen no saben por qué se producen ni que se trata de la llamada hidradenitis supurativa, una enfermedad inmunológica, inflamatoria, crónica y recurrente de la piel que suele manifestarse luego de la pubertad y que en un paciente puede tardar diez años en ser diagnosticada correctamente. Es un trastorno poco conocido pero, sin embargo, es tan frecuente como la psoriasis y el melanoma cutáneo. Afecta mayoritariamente a las mujeres, quienes la padecen con una frecuencia de dos a cinco veces mayor que los hombres.
Sus causas todavía se desconocen pero se cree que el desarrollo de esta afección dérmica puede estar relacionado a una respuesta anormal del propio sistema inmune del cuerpo. Las investigaciones científicas más recientes indican que para esta enfermedad podría existir una predisposición genética ya que el 40 por ciento de los pacientes tienen antecedentes de hidradenitis. Específicamente, son anomalías inmunológicas o estructurales de los folículos pilosos, que provocan que estos se bloqueen.
"Es una enfermedad poco conocida, escondida desde un punto de vista literal, ya que se oculta bajo la vestimenta y causa vergüenza", señaló el doctor Alberto Lavieri, médico dermatólogo y coordinador a cargo del grupo de enfermedades autoinflamatorias e hidradenitis supurativa de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD). "Por sus características, no es agradable para nadie confesar públicamente que se tiene esta enfermedad. En las formas leves, los pacientes no sienten la necesidad de consultar en forma inmediata, esperando que el tiempo lo remedie, en las formas moderadas cuando acceden a la consulta, hay diagnósticos erróneos y por lo tanto tratamientos que en la mayor parte de los casos no son efectivos y así continúa pasando el tiempo".
Uno de los principales problemas de la hidradenitis supurativa es que los pacientes ven afectada su calidad de vida y sus relaciones con el entorno. "La vida en pareja es difícil de sostener y el ausentismo laboral, debido a recaídas, consultas médicas e internaciones, tiene un destino frecuente, que es la pérdida del trabajo. La calidad de vida de los pacientes es nuestra meta como médicos en las enfermedades crónicas. En la actualidad, contamos con un mundo nuevo de posibilidades terapéuticas y de esperanza para estos pacientes", concluyó el doctor Lavieri.
Las dos claves para mejorar la calidad de vida del paciente son el diagnóstico temprano y un tratamiento correcto, por eso la Sociedad Argentina de Dermatología lleva adelante una campaña de detección de la enfermedad en 25 ciudades de todo el país. Aquellas personas que identifiquen signos y síntomas de la enfermedad podrán acceder a un turno gratuito con un médico especialista, comunicándose desde todo el país a la línea telefónica 0800-220-2284 hasta el viernes 23 de septiembre.
"El objetivo es acercarnos a los pacientes que padecen esta enfermedad que es, sin duda, la afección de piel crónica que genera mayor impacto negativo en la calidad de vida. Queremos estar allí ayudando a los médicos dermatólogos a hacer más fácil su trabajo y, como institución ligada a la salud, ayudar a que los pacientes puedan tener una mejor calidad de vida. La hidradenitis supurativa se expresa en la piel pero afecta la vida toda" afirmó la doctora Mirta Fortino, presidente de la Sociedad Argentina de Dermatología.