El Boletín Integrado de Vigilancia, una publicación que firma el Ministro de Salud de la Nación, confirmó cuatro casos de embarazadas que adquirieron el virus del Zika. Son los primeros registros oficiales que se difunden en el país. Tres de las pacientes son oriundas de Tucumán, donde surgió el primer brote autóctono de la enfermedad con un saldo de 24 casos efectivos y nueve potenciales. La restante reside en Córdoba y contrajo la infección en Bolivia. Los primeros estudios realizados confirman que el feto presenta signos compatibles con el síndrome congénito vinculado al zika.
Julio Cohen, director del Hospital Rawson, le confió a La Voz del Interior información pormenorizada del caso de la paciente cordobesa. Además de notificar que en Bolivia ya se le diagnosticó la enfermedad, el profesional reveló que la adquirió por vía vectorial –por picadura directa del mosquito Aedes aegypti– mientras cursaba un embarazo incipiente. "La paciente consultó en ese país al presentar rash (sarpullido), conjuntivitis y fiebre. Al volver a Córdoba los síntomas ya habían cedido, concurrió al Rawson con un embarazo de siete semanas, y se le hicieron diversos estudios y ecografías", informó.
El médico explicó que en el protocolo de zika en el embarazo interviene un metódico seguimiento ecográfico. Advirtió que a partir de la semana 22 de gestación empiezan a distinguirse referencias compatibles con el síndrome congénito del virus. Estas reacciones sintomáticas pueden ser microcefalia, microcalcificaciones cerebrales, alteraciones auditivas, visuales y afectación neurológica. Las especificaciones de este nuevo síndrome están descritas en términos preliminares por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de julio en reacción a los acontecimientos detectados en Brasil.
Consultada por Infobae, Lilián Testón, médica infectóloga y especialista de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (Funcei), explicó la incidencia del virus en el período de gestación: "El zika trae problemas graves en las embarazadas. En Brasil y Colombia, por ejemplo, se han advertido casos de mujeres embarazadas en el primer trimestre que fueron afectadas por la enfermedad y cuyos hijos padecieron microcefalia, es decir, el cráneo más chico de lo normal. Después del nacimiento también pueden detectarse problemas neurológicos". En simultáneo, la infectóloga y vicepresidente de la Sociedad de Epidemiología de Córdoba, Ilide Selene De Lisa, habló sobre la evolución invisible de la infección: "Los bebés que nacen sin microcefalia ni otras anomalías evidentes, es probable que después comiencen a mostrar trastornos neurológicos, cognitivos y en su desarrollo".
Testón brindó más detalles del impacto del virus en la etapa de gestación: "La infección tiene efectos devastadores en el feto. Son niños que requerirán de cuidados especiales durante toda su vida". "Hasta la fecha no existe ninguna intervención terapéutica durante el embarazo para disminuir o evitar el riesgo. Lo que sí hacemos es desaconsejar a las embarazadas viajar a zonas endémicas", agregó la especialista.
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— infobae (@infobae) 15 de junio de 2016
Uno de los mayores problemas que expone el zika a nivel de salud pública es su desconocimiento. La información conocida sobre esta infección es aún provisoria, lo que abre grandes interrogantes que están en proceso de dilucidación e investigación. A efectos de responder con eficiencia y celeridad a esta creciente epidemia, se inauguró el "Johns Hopkins Wilmer Zika Center", el primer centro médico del mundo dedicado especialmente al estudio multidisciplinario y la atención de quienes padecen la enfermedad, ubicado en Baltimore, Maryland, Estados Unidos.
Los expertos denunciaron esta falta de precisiones sobre la tasa de hijos de embarazadas que contrajeron el virus que padecerán el síndrome congénito asociado a la infección. También está en proceso de estudio la predisposición a estos factores de riesgo o, incluso, si el virus se transmite mediante la lactancia.
Sin embargo, no es una condición inherente a todos los nacimientos de mujeres que contrajeron el virus en el período de gestación: no todos los bebés que nacen de madres infectadas durante el embarazo contraen el síndrome. Asimismo, el feto puede resultar afectado a pesar de que la progenitora haya cursado el virus de modo asintomático.
Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) extiende el riesgo al tránsito completo de gestación, el director del hospital cordobés explicó que la amenaza de los primeros trastornos y malformaciones en el feto acontecen en los dos primeros trimestres del embarazo -puntualmente el primero-.
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