Durante los tratamientos contra el cáncer o durante ensayos clínicos de fármacos experimentales, algunos pacientes simplemente responden mejor que otros, aunque todavía no se conozca con exactitud la razón. Así y todo, algunas personas experimentan resultados positivos extremos y responden tan bien al tratamiento que al final sobreviven a determinados tipos de cáncer que podrían ser terminales para otros.
Emily Whitehead es una niña estadounidense diagnosticada con leucemia a sus 6 años de edad que participó en un ensayo clínico que le salvó la vida. Casos como el de ella muchas veces son pasados por alto por los investigadores, debido a que representan valores estadísticos ínfimos.
Eric Perakslis, director del programa de ciencia de datos oncológicos del gigante farmacéutico Takeda y miembro visitante del Departamento de Informática Biomédica de la Facultad de Medicina de Harvard, sostuvo que los genes de estos pacientes podrían contener pistas importantes que los investigadores del cáncer han estado ignorando. Perakslis se pregunta si las razones detrás de las respuestas inusuales a los tratamientos podrían llevar a los investigadores a tratamientos más eficaces contra el cáncer.
En una reciente editorial en la revista Science Translational Medicine, Perakslis, ex director de información de la FDA y sobreviviente de cáncer de riñón, se unió a un creciente coro de voces que piden más investigación sobre los casos "milagrosos" o "respondedores excepcionales". Si los científicos secuenciaran y estudiaran los genomas de estos pacientes, afirmó Perakslis, podrían descubrir curas potenciales del cáncer que podrían funcionar también para pacientes tradicionales.
"Hay una razón por la que responden bien, ¿verdad?" se pregunta el especialista. "Nosotros, como seres humanos podemos o no ser lo suficientemente inteligentes como para descubrirlo, pero hay una razón". Una búsqueda de esa razón podría revelar nueva información sobre los diferentes tipos de cáncer, según él.
Teniendo en cuenta que más de 8 millones de personas mueren de cáncer cada año en todo el mundo, Perakslis dijo que es hora de establecer una red nacional de casos milagrosos entre los participantes de ensayos clínicos que ofrezca la secuenciación del genoma gratis, registre todos los pacientes que funcionan inesperadamente bien durante los ensayos clínicos y ponga a disponibilidad los datos a investigadores calificados. Este modelo se inspira en la Red de Enfermedades no Diagnosticadas Nacional de Estados Unidos, que agrupa recursos clínicos y de investigación para resolver misterios médicos. Si este tipo de iniciativa a gran escala estuviera abierta a los pacientes de cáncer, también, según Perakslis, se podrían desbloquear algunos secretos más fácilmente y sería más barato.
Perakslis comparó a los "respondedores excepcionales" con el borde exterior de un rompecabezas: es la parte que la mayoría de la gente debe completar antes de que la estructura más grande se vuelva clara. "Los protagonistas de estos casos con valores atípicos son seres humanos muy importantes", señaló. "Ellos pueden ayudar a llenar en el mapa".
Jean Claude Zenklusen, científico doctorado en Genética del Cáncer de nacionalidad suiza y graduado en Ciencias Químicas y Biológicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA) es el director del Atlas del Genoma del Cáncer Nacional, un proyecto médico de mucho prestigio que está redefiniendo la forma en que se clasifica el cáncer y que por lo tanto podría cambiar para siempre la forma de tratarlo. Zenklusen es hoy una eminencia en el ámbito de las investigaciones científicas y participa en la Iniciativa de Respuesta Excepcional del Instituto Nacional del Cáncer estadounidense, un proyecto destinado a la comprensión de las bases moleculares de las personas cuyos cánceres responden bien a varios tipos de diferentes tratamientos.
#Tendencias | Científico de la UBA logró un gran avance contra el cáncer http://t.co/RGWkqquNjy Por Daniela Blanco pic.twitter.com/uRcMxCgzLj
— infobae (@infobae) 7 de agosto de 2015
"Gracias a este programa, ahora sabemos que el cáncer de mama no es cáncer de mama. Es realmente cinco enfermedades diferentes", explicó Zenklusen a The Washington Post, quien ya había adelantado estos descubrimientos a Infobae. "Lo que hemos descubierto es que en realidad si uno mira a los tumores a nivel molecular, hay cáncer de mama que se parece muchísimo al cáncer de ovario y paradójicamente se parece muy poco al resto del cáncer de mama; y hay cáncer de vejiga que se parece mucho más al cáncer de pulmón de lo que se parece al resto del cáncer de vejiga".
Debido a los conocimientos producidos por los genes de respondedores excepcionales, dice Zenklusen, los investigadores tomaron noción de que algunos tipos de cáncer comparten características moleculares a pesar de su localización anatómica.
A diferencia de la red y del modelo de registro sugerido por Perakslis, la Iniciativa de Respuesta Excepcional funciona más como un ensayo clínico. Los pacientes que en su momento demostraron una respuesta excepcional a cualquier modalidad -experimental o no- son bienvenidos, pero deben ajustarse a criterios estrictos antes de la caracterización molecular que se lleva a cabo. Hasta ahora, dijo Zenklusen, 57 de los 154 pacientes que fueron aceptados en el programa han comenzado a tener sus genomas analizados.
Al principio, dice Zenklusen, vio el programa "como una expedición de pesca": "aceptamos todos los tejidos, todos los interesados, todas las terapias. Cada caso es un mundo en sí mismo pero estamos descubriendo mucho". De los aproximadamente 30 casos que tienen caracterizaciones moleculares completas, al menos 12 han dado claras combinaciones de genes que hacen obvia la explicación de por qué han respondido a ciertos tratamientos. "Es la madre de todas las expediciones de pesca", añade, "pero nosotros hemos encontrado la ballena".
Zenklusen afirmó que es prematuro querer perseguir un modelo de registro en red como el que sugiere Perakslis. "Es un poco pronto, pero no estamos demasiado lejos", dijo. "Por desgracia, cuando nos encontramos con algo que es interesante, tendemos a emocionarnos mucho. El cáncer es una enfermedad horrible. Pero a veces comunicamos la información un poco demasiado entusiasmados". Le preocupa que con el nuevo escenario se pueda inducir al público el error de pensar que la cura personalizada está a la vuelta de la esquina.
"Nadie sabe la fórmula ganadora aquí", admite Perakslis. Para él, el reto es la densidad de datos, lo que hace aún más urgente la recolección de la mayor cantidad de registros de casos milagrosos como sea posible. Las curas pueden estar todavía lejos en el futuro, dijo, pero eso no es razón suficiente para no indagar mucho en los pacientes que responden ahora al tratamiento de manera espectacular. "Hay muchos tipos de cáncer, subtipos, pacientes únicos, tratamientos potenciales", aseguró. "Es como tratar de pintar el cielo."
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