La obesidad y el sobrepeso en el mundo son temas que preocupan a los especialistas. Médicos e investigadores analizan constantemente diferentes variables en la salud con un solo objetivo: lograr que cada vez más personas decidan cuidarse y mantener una dieta sana, rica y que ayude a mantener la vitalidad en todas las funciones del organismo.
El status social, la personalidad y las acciones que los seres humanos llevan a cabo son determinantes a la hora de definir la calidad alimentaria de cada uno de ellos. "Todos los años hay un 1,2% de la población que engorda", dijo el doctor Máximo Ravenna a Infobae, agregando un número alarmante: "el 58% de las personas en el mundo padece de sobrepeso u obesidad".
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La prestigiosa Universidad de Cambridge desarrolló una investigación acerca de cómo esta epidemia afecta la calidad de vida en los individuos. A partir de datos médicos recolectados en más de cuatro millones de adultos en cuatro continentes, se concluyó que ambos problemas se asocian en forma directa al riesgo a vivir menos años. Es decir, a una muerte prematura.
El trabajo –publicado en el semanario médico británico The Lancet– fue dirigido por el médico cardiólogo Emanuele Di Angelantonio, de dicha institución, quien estableció que "en promedio, las personas con sobrepeso pierden un año de esperanza de vida y las moderadamente obesas tres años. En cuanto a las personas afectadas de obesidad severa pierden alrededor de 10 años".
Angelantonio subrayó que el sobrepeso "aumenta los riesgos de enfermedades coronarias, de accidentes cerebrovasculares, de cáncer y de enfermedades respiratorias".
Los riesgos de muerte prematura aumentan de “forma regular” a medida que se acumulan los kilos de más.
Para definir las categorías de sobrepeso o de obesidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza el llamado Indice de Masa Corporal (IMC). Este surge de dividir el peso de la persona (medido en kilogramos) por el valor de la altura (expresada en metros) al cuadrado. Este método ha sido criticado a lo largo de los años por los médicos y nutricionistas, quienes aseguran que es una forma errónea de establecer las categorías.
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De acuerdo con el informe, las personas poseen una corpulencia normal cuando su índice de masa corporal (IMC) oscila entre 18,5 y 24,9. A partir de 25 se considera sobrepeso, desde los 30 obesidad, y a partir de 40 obesidad severa. Siendo más específicos, los investigadores explicaron que el riesgo de morir antes de los 70 años es, para un hombre de corpulencia normal, del 19%, y del 11% para las mujeres.
Pero en caso de obesidad moderada (a partir de un IMC de 30) el riesgo sube de forma muy fuerte, hasta 29,5% entre los hombres y 14,6% para las mujeres. El trabajo tomó historias clínicas de Europa, América del Norte y del Sur, Asia y Oceanía excluyendo del mismo a los fumadores y exfumadores y otros individuos afectados con otras enfermedades crónicas.
"Los resultados de este estudio contradicen trabajos recientes según los cuales habría un factor positivo del sobrepeso sobre la esperanza de vida, algo así como una paradoja de la obesidad", explicó la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, institución que participó en la investigación.
El estudio aseguró que esta problemática es tres veces mayor entre los hombres que entre las mujeres.
"Tenemos que decir que la obesidad y el sobrepeso le están ganando a la lógica que hace 40 años no se pensaba que se podía engordar, salvo que hubiera mucha carga genética. En la actualidad hay tres errores comunes en la dieta diaria que hacen engordar a una persona: la carga genética, el sedentarismo y la hiperingesta (comer mucho y moverse poco). Esto sucede desde hace 40 años. En la actualidad, los gordos poseen carga genética como siempre y el sedentarismo se incrementó", explicó Ravenna.
Los investigadores de Cambridge, ayudados por sus pares de Oxford, concluyeron en que una de cada siete muertes podrían evitarse en Europa si las personas que tienen obesidad o sobrepeso decidieran mejorar su dieta.
En América del Norte y del Sur, donde las tasas de obesidad son más altas, podrían mejorarse en uno de cada cinco individuos. La obesidad es la segunda causa de muerte prematura en el mundo, seguida del tabaco. Temas que alertan y preocupan a los científicos de cara a investigaciones futuras.