“Era esperable”, aseguraron desde el entorno de Axel Kicillof mientras promediaba la reunión y el reporte oficial del Ministerio de Salud registraba un récord de contagios y de muertes, en vísperas del final de la cuarentena estricta implementada en el AMBA hace dos semanas y media.
“Seguimos con lo planificado”, resaltaban colaboradores de Horacio Rodríguez Larreta, mientras el jefe de Gobierno abandonada la quinta de Olivos.
A pesar del aumento de casos de coronavirus de este miércoles -2.734 en la Provincia y 1.220 en la Ciudad- y tras más de dos horas de reunión en las oficinas presidenciales de la quinta de Olivos, Alberto Fernández, Kicillof y Rodriguez Larreta acordaron avanzar como estaba previsto con una reapertura progresiva de la cuarentena y consensuaron que el anuncio con el que presentarán los detalles de la nueva etapa, tras más de 115 días de aislamiento, será este viernes, al filo del vencimiento de la fase actual.
Con un detalle: el Presidente, el jefe de Gobierno, el Gobernador y sus colaboradores hicieron hincapié durante la cumbre, que empezó pasadas las 19 y se extendió hasta después de las 21, en remarcar mediáticamente que el indicador sobre los nuevos contagios “no es el único que hay que mirar”.
“Hay que trabajar en ese mensaje. No es un indicador absoluto. Hay que mirar el índice de contagiosidad -R- y la ocupación de camas. Tenemos que reforzar eso”, confió uno de los ministros que participó de la reunión.
En la Ciudad, el índice R se ubicó en estos días, según las estadísticas, en torno a 1. En Provincia, siguen con más atención la duplicación de casos.
En la mesa de la sala de reuniones de Olivos se sentaron, además de Fernández, Kicillof -llegó en helicóptero con algunos minutos de retraso- y Rodríguez Larreta, los tres jefes de gabinete, Santiago Cafiero, Carlos Bianco y Felipe Miguel; el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli; los ministros de Salud Ginés González García, Fernán Quirós y Daniel Gollán; la secretaria Legal y Técnica nacional, Vilma Ibarra; y el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello.
Según trascendió, los tres mandatarios analizaron la evolución de los contagios, el número de muertes y el porcentaje de ocupación de las camas de terapia intensiva -del 63.7% en el AMBA, según el reporte de esta noche-, para consensuar un avance en el aislamiento y volver al 1° de julio. Los detalles quedaron reservados para este viernes: en un principio se había previsto con que el anuncio tripartito se realice este jueves, pero definieron esperar un día más. Para monitorear el próximo parte sanitaria, y ver la tendencia.
El jefe de Estado, Rodríguez Larreta y Kicillof recién volverán a verse el viernes para el anuncio cuya puesta en escena aún no está definida y que podria incluir, virtualmente, a otros gobernadores, como Jorge Capitanich, de Chaco. Fernández sí tiene en agenda reunirse este jueves con el comité de infectólogos y epidemiólogos que lo asesora desde mediados de marzo para escuchar sus sugerencias respecto a los pasos a seguir, a pesar de que ya están casi definidos.
Rodríguez Larreta se fue de Olivos con el cronograma de reaperturas que había previsto y conversado en los días previos con su gabinete y que debatió con Kicillof el lunes en sus oficinas de la calle Uspallata.
Según confirmaron altas fuentes oficiales tras el cónclave de esta noche, la Ciudad habilitará a partir del lunes la reapertura de los 70 mil comercios no esenciales de cercanía que tuvieron que cerrar hace dos semanas y media, el retorno de la actividad física al aire libre y el uso que los menores podrán hacer en compañía de los adultos de los parques y las plazas porteñas -no las áreas de juegos- en las próximas dos semanas de vacaciones de invierno, en un horario fijado entre media mañana y la tarde.
La reapertura de las peluquerías, uno de los rubros que trascendió que podía volver a habilitarse a partir de la semana próxima, deberá esperar, al menos, siete días más. Todavía no hay una definición al respecto.
En los últimos días se había filtrado un cronograma tentativo con las próximas reaperturas que planificaba la administración porteña, un documento de trabajo interno que, por su viralización, provocó cierto malestar interno en el gabinete de la Ciudad. Aunque hay quienes creen que la filtración fue adrede, para “presionar” políticamente con la salida de la cuarentena estricta.
A pesar de que la coordinación de la mesa tripartita conformada al inicio de la cuarentena entre Nación, la Ciudad y la Provincia se mantiene por ahora inalterable y de que Kicillof y Rodríguez Larreta mantienen un diálogo constante, en cada víspera afloran tensiones. Propias de una crisis extraordinaria y monotemática que está por cumplir cuatro meses y que obligó al trabajo de n conjunto a dirigentes que no tenían relación previa y se miraban con recelo.
El tema sobrevoló el encuentro que el lunes mantuvieron el Gobernador y el jefe de Gobierno, en el que acordaron avanzar con la flexibilización en ambos distritos.
El martes, hicieron lo propio los jefes de Gabinete y los ministros de Salud y de Producción y Desarrollo Económico de ambas administraciones, en La Plata.
Según ese cronograma, el lunes 27 de julio podrían sumarse paseos recreativos para adultos mayores durante los fines de semana, la reapertura de los comercios situados en zonas de mayor afluencia de vecinos y las industrias no esenciales. En tanto, el lunes 3 de agosto se reanudaría la construcción, las escuelas volverían a contar con el personal docente y no docente para preparar el regreso de las clases, aunque el regreso de la actividad escolar presencial no tiene fecha definida.
El esquema contiene otras nueve fases con flexibilizaciones a futuro. Por ejemplo, las reuniones al aire libre o en espacios cerrados con asistencia acotada, la habilitación de los entrenamientos de deportes federados o las las salas de cine con capacidad al 50%. “Está todo en estudio, y atado a la evolución de la circulación del virus”, aclararon desde la Ciudad.
La cumbre de Olivos, que según los protagonistas consultados por este medio transcurrió en armonía -”fue una reunión de trabajo constructiva”, remarcaron- tuvo en ese sentido un consenso unánime respecto de la vuelta de las reuniones sociales: por ahora deberán esperar. Se habla de mediados a fines de agosto, o principios de septiembre.
En el caso de la Provincia, el Gobernador llegó este miércoles a la quinta presidencial después de acordar una flexibilización del aislamiento con más de una veintena de intendentes del Gran Buenos Aires, con los que conversó el martes en forma virtual.
“Desde el 1° de julio tuvimos una importantísima reducción de la movilidad en el AMBA, tanto en el transporte público como en la circulación de los y las bonaerenses, que respetaron el aislamiento”, evaluó Kicillof ante los intendentes del PJ y de Juntos por el Cambio. Y según trascendió, completó: “Vemos un éxito en las medidas más restrictivas que tomamos y esperamos que se vea reflejado, en los próximos días, con la reducción en la velocidad del crecimiento de los casos”.
Según fuentes provinciales que participaron de la reunión en Olivos, el Gran Buenos Aires volverá a permitir la reapertura de los comercios no esenciales, como en la Ciudad, y seguirán las salidas de menores en compañía de adultos para la realización, por ejemplo, de mandados. Se había especulado en la previa con el visto bueno a algunos deportes, pero al final no fueron incluidos en el anuncio de este viernes.
“Cuando en la Ciudad abrimos comercios, en Provincia abrieron industrias, y hoy continúan abiertas, bien protocolizadas, y nosotros no tenemos los locales abiertos”, explicaron a Infobae colaboradores de Rodríguez Larreta.
En lo que sí volvió a haber consenso es en la utilización del transporte público, que seguirá siendo de uso exclusivo para trabajadores esenciales. Es decir que los trabajadores de las actividades que vuelvan a reanudarse a partir del lunes, y que se trasladen entre ambas jurisdicciones, deberán hacerlo de forma particular.
El último parte de Transporte marcó una afluencia de solo el 20% de los pasajeros que utilizaban los trenes, subtes o colectivos del Área Metropolitana antes de que se decretara el aislamiento.
Según había adelantado este medio, el gobernador bonaerense tuvo en cuenta al menos cinco variables sanitarias, económicas y sociales para quebrar el temor que existía en algunos sectores en flexibilizar la cuarentena y decidir avanzar en un aislamiento menos restrictivo como el que rige hasta el viernes.
Además de la cuestión sanitaria, el hartazgo social y la crisis económica fueron esta vez claves para la decisión que el Presidente, el gobernador y el jefe de Gobierno anunciarán en las próximas horas. Antes de la llegada de las comitivas porteña y bonaerense, Fernández encabezaba en Olivos la reunión del gabinete económico, que analiza semanalmente la evolución de la actividad económica, el funcionamiento de los programas de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Un intendente del Gran Buenos Aires que sigue a diario la evolución de ocupación de camas de terapia y de nuevos contagios, y que el martes participó del encuentro virtual con Kicillof, notó esta semana que los comercios de su distrito que en días pasados habían acatado la prohibición de abrir volvieron a levantar sus persianas. “No se aguanta más”, confió a este medio.
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