Quién es Damián Barros, el socio de "Mr. Korea" que atraviesa las causas de la efedrina

Un teléfono adjudicado a ese empresario tenía llamados con Martín Lanatta y otras personas vinculadas al tráfico de ese precursor. Su nombre aparece en una agenda de Ricky Martinez.

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"Soy un empresario que me dedico hace más de 24 años a servicios de estética. Como actividad secundaria intervengo como comisionista en la venta de automóviles. Mas atrás en el tiempo tuve un local de venta de relojes en la calle Libertad". El que habla en primera persona es Damián César Barros, el empresario acusado por Mariano Martínez Rojas de liderar una organización que lavó millones pesos a través de las ex DJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación). Se presenta como un simple empresario. Pero no lo es. La Justicia tiene comprobado que era un socio estratégico de Sung Ku Hwang, más conocido como "Mr. Korea", extraditado por orden del juez Marcelo Aguinsky por la mafia de los contenedores. No es casualidad: Barros apilaba contactos en la Aduana y en el mundo de los servicios de inteligencia. Trabajaba en las sombras. Y detesta la exposición mediática. Para la Justicia no es un desconocido. Su nombre ya había aparecido en las causas donde se investigó el tráfico de efedrina.

Un celular adjudicado a Barros, que en muchos circuitos se hacia llamar "Damián Vargas", registra decenas de llamados con Martín Lanatta, condenado por el Triple Crimen; con la empresa de Gustavo Juliá, condenado por el narcoavión; con Víctor Hugo Ovejero Olmedo ("El Pelado"), uno de los tres barras de Boca Juniors acusados por el crimen de dos ciudadanos colombianos en el shopping Unicenter; y con la droguería Unifarma, cuyo titular, Ariel Vilán se suicidó meses después del Triple Crimen. Demasiadas coincidencias.

Los datos -revelados por el periodista Rodrigo Alegre en TN- figuraban en un informe que tuvo el fiscal Juan Bidone cuando investigaba el Triple Crimen de General Rodriguez.

La vinculación directa entre la línea telefónica terminada en 6703 y Barros fue confirmada por el fiscal de San Isidro Fernando Dominguez, a cargo de la causa Unicenter, en una nota reciente enviada al fuero Penal Económico. En ese expediente hay decenas de escuchas sobre los negocios ilegales de Barros. 

La Justicia tiene otros datos. Ese mismo número de teléfono, a nombre de "Damián", estaba en la agenda de Ricky Martínez, condenado por integrar una banda que enviaba efedrina hacia México y elaboraba metanfetaminas en la quinta de la localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz.

El empresario apuntado por Martínez Rojas también tendría llamados con Luis Tarzia, el nexo entre Jesús Martínez Espinoza, líder de esa banda, y Sebastián Forza, una de las víctimas del Triple Crimen. Tarzia murió a los pocos meses de ser detenido en la cárcel de Marcos Paz.

¿Por qué todavía hay dudas? El teléfono que se le adjudica a Barros, siempre según fuentes judiciales, estaba a nombre de la cueva financiera de Puerto Madero llamada "Madero Office Center". No es un dato menor. Ese lugar es el centro donde se cruzan las causas más resonantes sobre la efedrina.

La palabra efedrina otra vez volvió a aparecer mezclada con la mafia de la Aduana. En una entrevista con Infobae en Estados Unidos, el empresario Martínez Rojas, prófugo de la Justicia, habló de despachos sospechosos que habrían provocado su salida del negocio. "En mayo de 2015 decido alejarme de la maniobra (de las DJAI) porque había muchas cosas que no me gustaban. Venían despachos de cloro granulado a mi oficina, yo sabía de qué se trataba. Venía efedrina ahí adentro. Esos negocios los traía Damián Barros y Mister Korea. Cuando empiezo a ver esas maniobras, las descarto. Le digo: 'Esto no lo hago'. Hasta que Barros me sacó de un plumazo y empiezo a invertir en otros negocios", dijo hace una semana. En otras entrevistas anteriores, Martínez Rojas ya había acusado a Barros de ser el líder de la organización.

Barros detesta su aparición mediática de las últimas dos semanas. El 30 de agosto se presentó espontáneamente ante el juez Gustavo Meirovich y se desligó de las acusaciones. Dijo que no conoce a Cristina Kirchner, a Guillermo Moreno, a Claudio "El Mono" Minnicelli, a Ricardo Echegaray, al gobernador de Formosa Gildo Insfrán, ni al ex gobernador Daniel Scioli.

Sobre Martínez Rojas, no tuvo demasiadas dudas: lo acusó de "embustero, mentiroso y farsante". Y contó que se conocieron en 2015 por la venta de un Porsche. "El comprador lo acercó Sung Ku Hwang (Mr. Korea). Martínez Rojas no reconoció mi comisión. Discutimos de mala manera, casi nos fuimos a las manos, me insultó y amenazó a mi familia. A los pocos días me envío un dibujo de un revolver", recordó ante el juez.

La versión de Martínez Rojas es bien distinta. "A Barros (en la foto a la derecha) lo conocí en 2014, por intermedio de (Luis) Malek Fara. Ese auto que menciona era un Porsche que estaba a nombre de Roberto Erusalimsky (el empresario involucrado en la compra de un campo a Leonardo Fariña en la provincia de Mendoza). El auto valía 400 mil dólares. Yo se lo vendí a Mr. Korea", le dijo ayer a Infobae. Y agregó: "Barros tiene un testaferro que se llama Federico Holjevac (en la foto el primero a la izquierda), dueño de terrenos en Punta el Este y en Puerto Madero. Alguien debería investigar por qué tiene un búnker en un campo en la zona de Las Flores".

Barros tiene mucho que explicar de su pasado y su presente reciente. Por una sociedad con Mr. Korea, denominada Beng Beng SA, en diciembre de 2016 el juez Aguinsky le allanó su domicilio, en Entre Ríos al 800. 

Según consta en ese expediente, la sociedad se constituyó en abril de 2016 con otros tres socios: Felipe María Stanga, Julián Guillermo Hesslegrave y Jonatan Ariel Pagliarulo. Mr Korea y Barros quedaron como presidente y vicepresidente de la firma.

Ante Aguinsky, Mr. Korea declaró que esa empresa se constituyó "para poder llegar a ser Agente de Transporte Aduanero (…) pero nunca tuvo actividad". La Justicia le cree muy poco. El viernes pasado, la Cámara en lo Penal Económico confirmó su procesamiento y su prisión preventiva. La mafia que destapó el ex titular de la Aduana Juan José Gomez Centurión, otra vez en funciones luego de sus problemas de salud, sigue arrastrando nombres.

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