Cincuenta y nueve millones de pesos gastó el oficialismo en las PASO para apuntalar la campaña bonaerense, según la rendición de cuentas de Cambiemos a la que accedió Infobae. Es lo que le costó al macrismo, en blanco, apuntalar las candidaturas de Esteba Bullrich y de Graciela Ocaña para el Senado y para Diputados, respectivamente, y para el resto de los candidatos que el próximo mes volverán a las urnas para dirimir la elección legislativa frente a las listas de Unidad Ciudadana, el frente encabezado por la ex presidenta Cristina Kirchner.
Según el informe preliminar, el macrismo dividió ingresos y egresos en las mismas proporciones para ambas categorías, es decir senadores y diputados: $29,5 millones fue el gasto para la categoría de diputados y el mismo monto para senadores. En total, los egresos de la campaña bonaerense en las PASO fueron de casi $59 millones, distribuidos en tres rubros: poco más de $17 millones en "gastos operativos", casi $32 millones en "gastos de publicidad electoral" y $10 millones en el ítem "otros gastos".
De acuerdo a la rendición -que luego deberá auditar y convalidar la Justicia electoral-, Cambiemos tuvo suerte durante este primer tramo de la campaña. Recaudó más dinero del que gastó: tuvo ingresos por algo más de $61.800.000, o sea que tiene un saldo positivo de casi $3 millones. Una excelente noticia para la gobernadora y sus candidatos bonaerenses. A diferencia de la anterior elección en la que María Eugenia Vidal se alzó con la gobernación, esta vez el PRO y sus aliados tuvieron a disposición el aparato estatal bonaerense. Una tentación a la que los oficialismos siempre se rinden.
Entre los ingresos, Cambiemos tuvo tres grifos. El aporte público, poco más de $17 millones; $44,5 millones en contribuciones y donaciones privadas al partido, y un aporte de $200.000 de la Unión Cívica Radical, uno de los partidos que integran la coalición oficialista. El macrismo dividió los ingresos en partes iguales para ambas categorías.
En los gastos, el rubro que mayor fondos insumió durante las PASO, de acuerdo al informe, fue la "propaganda en Internet": $17 millones. El segundo, la impresión de boletas: $14.600.000. Anteayer, el Ministerio del Interior oficializó a través del Boletín Oficial las partidas destinadas a dicho gasto para el segundo turno electoral, el mes próximo. Serán $8.447.468,52 para cada partido en ambas categorías. Según la publicación, los candidatos tendrán en todo el país $260 millones para gastos destinados por el Estado. En las PASO de la campaña presidencial del 2015, en base a datos de la Cámara Nacional Electoral, Cambiemos desembolsó poco más de $35 millones.
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Otros de los gastos que mayores fondos necesitaron correspondieron a publicidad en la vía pública -poco más de $11 millones-, producción de spots para medios audiovisuales -$6.800.000- y "organización de actos y eventos" -$2.800.000-. El resto de los egresos se destinaron a merchandising -casi $2 millones-, gastos de movilidad y viáticos, honorarios profesionales, derechos de locución y gastos administrativos. Uno de los datos llamativos es el monto destinado a encuestas telefónicas: solo $1.022.500. Un ejemplo envidiable de austeridad.
El próximo domingo se iniciará oficialmente el segundo tramo de la campaña de cara al 22 de octubre. La principal inquietud del equipo de campaña pasa por estos días por dilucidar hacia dónde irán los votos de Sergio Massa. Ya hubo estudios de grupos focales con electores del ex intendente de Tigre que arrojaron optimismo al macrismo en su versión bonaerense. Sin embargo, durante la semana hubo una novedad que paró las antenas en el laboratorio oficial. Fue la foto de massistas y kirchneristas en el recuerdo a Antonio Cafiero y al aniversario del triunfo de la renovación peronista de septiembre de 1987. Dos días después, funcionarios nacionales y provinciales coincidieron con Massa en la inauguración de la planta de una empresa de soluciones logísticas en Tigre.
A la preocupación por la dirección de la fuga de votos massistas, y al sistema de recaudación y financiamiento que deberá volver a aceitar en el segundo tramo de la campaña, el oficialismo bonaerense también está abocado a perfeccionar la fiscalización. En especial en la tercera sección del Conurbano: hay un número relevante de mesas en las que las actas le dan cero votos a Cambiemos. Es decir, ni sus fiscales votaron por Bullrich u Ocaña. Curiosa inexperiencia.