El mismo día en que la Asamblea Nacional lo nombró juez del Tribunal Supremo de Justicia fue destituido junto con otros 33 magistrados por el régimen de Nicolás Maduro. Vivió varios días en la clandestinidad en Caracas. Fue perseguido, su vida corría peligro y tuvo que huir en barco a Estados Unidos. A casi dos meses de toda esa osadía, Ramsis Ghazzaoui llegó a la Argentina para buscar el apoyo del gobierno de Mauricio Macri para armar la Corte Suprema desde el exilio venezolano.
"Queremos informar al gobierno argentino de este proyecto de la constitución de una Corte en el exilio. Queremos dar a conocer las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, queremos trabajar y no ser unos magistrados huidos porque no cometimos delito: fuimos elegidos legítimamente por la Asamblea Nacional", expresó a Infobae el juez Ghazzaoui. En su voz hay angustia y un fuerte reclamo: "Esperamos que caiga cuanto antes el régimen narco-corrupto de Maduro porque la situación es insostenible en Venezuela. Por eso, el pueblo venezolano tiene que estar seguro de que los 33 magistrados harán todo lo que esté al alcance por recuperar la democracia desde afuera".
El juez Ghazzaoui llegó a la Argentina para conseguir el apoyo del gobierno de Macri en esta apuesta inédita de armar desde el exilio una Corte Suprema de Venezuela. "Macri nos apoya porque es uno de los pocos que tuvo agallas de enfrentar a Maduro", dijo. Ayer, el destituido magistrado venezolano se reunió en Buenos Aires con una amplia agenda local: estuvo con la vicepresidenta de la Legislatura porteña Carmen Polledo; con el diputado Daniel Presti, presidente de la Comisión de Justicia de la Legislatura; el procurador de la Ciudad, Gabriel Astarloa; Pablo Garzonio, subsecretario de Relaciones Internacionales y Cooperación Institucional de la Legislatura; los senadores Julio Cobos y Federico Pinedo; los jueces de la Corte Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco; el diputado Pablo Tonelli en representación del Consejo de la Magistratura de la Nación y Paula Bertol, secretaria de Relaciones Parlamentarias del gobierno nacional. A todos ellos, este profesor en Derecho Administrativo y Constitucional de la Universidad Andrés Bello, les pidió lo mismo: el apoyo institucional de Argentina y el reconocimiento de los magistrados para lograr el sueño de una Corte en el exilio.
"En Venezuela corríamos peligro de vida y estando presos en Venezuela no hubiéramos hecho nada como lo podemos hacer estando aquí desde afuera", destacó Gazzahoui. Este juez de 45 años fue nombrado por la Asamblea Nacional el 21 de julio pasado y, ese mismo día por la tarde, Maduro decidió detenerlo junto a otros 32 magistrados en un acto totalmente inconstitucional. "Fuimos perseguidos, luego pasamos a la clandestinidad y diez días después pude huir vía marítima a Miami", dijo el juez venezolano a Infobae. Algunos de sus colegas pudieron también escapar a Estados Unidos, otros a Colombia, Chile, México y Panamá. Hay otros dos jueces que aún permanecen en la clandestinidad en Venezuela.
La visita de Gazzahoui a la Argentina tiene por objeto contarle al mundo que la semana que viene se constituirá desde el exilio el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela. Están evaluando si este órgano se establece en Washington con el apoyo de la OEA o en Colombia. "La idea es constituir el tribunal como un gesto político. No vamos a poder sentenciar, pero vamos a denunciar las atrocidades a los derechos humanos que tiene el régimen narco-corrupto de Maduro. Esta idea de la Corte en el exilio algunos la ven inviable desde el punto de vista jurídico. Pero desde el punto de vista político es un gran gesto: el pueblo venezolano tiene que estar seguro que los 33 magistrados harán todo lo que esté al alcance por recuperar la democracia desde afuera", dijo el magistrado venezolano en una larga charla con Infobae en la Legislatura porteña que habilitaron Polledo y Garzonio.
"Macri siempre ha respaldado a todo el pueblo venezolano. Lo que ha hecho Macri no tiene precedentes. Ha tomado la batuta en esta lucha", remarca Gazzahoui. La estrategia de buscar apoyo en la Argentina se repetirá en Perú, Colombia y en Chile. También los magistrados en el exilio venezolano tienen previsto ir al Parlamento europeo y ya tienen una cita con el presidente español Mariano Rajoy.
La intención también es presionar en la Corte Penal Internacional al gobierno de Maduro. "Queremos trabajar. No queremos ser unos magistrados huidos porque no cometimos delito y porque fuimos elegidos por la Asamblea Nacional. No somos magistrados de la oposición sino del pueblo venezolano", destacó este juez, que denuncia otras atrocidades del régimen de Maduro: más del 85% de los magistrados no tienen estabilidad ya que son brazos políticos del gobierno venezolano que permanentemente se recambian a gusto del presidente.
Para el juez Gazzahoui, la presión económica internacional "quirúrgica" sirve de mucho. ¿Qué significa esto? La aplicación de sanciones económicas no al pueblo venezolano sino a los dirigentes del poder. Esto es: el congelamiento de cuentas bancarias y capitales corruptos que hay fuera de Venezuela.
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