Las tres recetas que repetirá el Gobierno para mantener la victoria en provincias de la oposición

El presidente Macri analizó este lunes los resultados con sus allegados. Cuáles son los puntos que reforzarán para octubre en la pelea electoral en el interior

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El Gobierno analizó este lunes que la clave para ganar las elecciones legislativas en provincias históricamente del PJ respondió a una estrategia bien definida basada en tres pilares sustanciales: un discurso agresivo de la Casa Rosada, la fuerte presencia de Mauricio Macri en sus recorridas proselitistas y la intencionada inyección de obra pública nacional.

Este esquema de trabajo electoral se instauró con fuerza en provincias como San Luis, Corrientes, Neuquén, La Pampa, Córdoba y Entre Ríos. La victoria obtenida por Cambiemos en Santa Cruz no ingresó en este parámetro de planificación de estrategia electoral ya que, entienden, se trató de un caso acotado a la crisis que vive ese distrito que la gobernadora Alicia Kirchner no puede manejar. A la vez, el Gobierno se puso como meta ganar en octubre en tres distritos donde Cambiemos quedó parejo: Santa Fe, Tierra del Fuego y Chubut.

Según confiaron a Infobae fuentes calificadas de la Casa Rosada, el presidente Macri analizó ayer con su grupo de colaboradores, entre los que estaban el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Estos dos funcionarios resultaron "cruciales" junto con Macri para apuntalar las victorias en distritos que eran del PJ.

En adelante, en Cambiemos dicen que reforzarán la estrategia que se probó para estas elecciones y que dio buenos resultados. Esta receta salvadora tiene tres ejes sustanciales:

1-El discurso agresivo. En algunos distritos como Tucumán o La Pampa el presidente Macri desplegó un mensaje agresivo hacia los caudillos locales del PJ. Los casos más destacados fueron los de San Luis, La Pampa y Tucumán. En este último caso, el jefe de Estado enfrentó abiertamente al gobernador Juan Manzur y en su última gira electoral tucumana ni siquiera se detuvo a visitarlo. La intención de Macri es evitar el lenguaje agresivo pero, en casos excepcionales o ante ataques puntuales, responderán con una prosa beligerante, advierten voceros del Gobierno. El mensaje antifeudalismo que desplegó en algunos distritos fue una idea que en el Ejecutivo festejan y que volverán a repetir.

2-La marca Cambiemos y el apellido Macri. El Gobierno cree que los triunfos en San Luis, Neuquén, Corrientes o Entre Ríos respondieron a una "consolidación" de la imagen de Macri y de la fuerza Cambiemos. Esta parecería ser una suerte de continuidad en ascenso del resultado electoral de las presidenciales de 2015. Pero hubo casos como el de San Luis en que los acuerdos alcanzados con referentes de la oposición local lograron torcer el poder de eternos caudillos como los Rodríguez Saá. En Tierra del Fuego y Chubut creen que se puede profundizar la presencia de Macri para fortalecer el escaso margen que le resta a Cambiemos para ganar los comicios. La intención es reforzar para octubre la marca partidaria en contraposición con un peronismo que está fracturado en muchas provincias.

3- Refuerzo de la obra pública. Hubo una marcada estrategia de Frigerio por desplegar mucha obra pública que no se había terminado durante el kirchnerismo en las provincias o en comenzar rutas, puentes o instalación de cloacas y agua potable en lugares remotos. "La obra pública que se terminó fue un factor decisivo en muchas provincias", admitió a Infobae un destacado funcionario. De esta manera, la idea del Gobierno es reforzar de cara a octubre este esquema de trabajo. El Ministerio del Interior tiene un listado de las obras centrales que resta muy poco finalizar y donde pondrá buena parte de sus esfuerzos hasta octubre.

En todo este esquema se agrega un detalle: buena parte de las provincias en las que ganó Cambiemos tienen una fuerte dependencia de los recursos del Estado nacional. No lo dirán abiertamente los funcionarios de la Casa Rosada. Pero este también es un factor que jugó con mucho, por ejemplo, en Santa Cruz, donde Alicia Kirchner recibió una ayuda del Estado nacional y demostró que su gestión ni siquiera sirvió para paliar la crisis que enfrenta su gobierno.

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