Si bien las comparaciones son odiosas, y a pesar de que los números del escrutinio aún no son definitivos -porque restan contar votos y existe un ajustado margen entre el candidato oficialista Esteban Bullrich y la líder opositora-, con el 95,68% del padrón escrutado ya es posible sacar algunas conclusiones: por ejemplo, que para la ex presidente Cristina Kirchner, quien obtuvo al menos 3.039.195 votos (un 34,11%), se trató de la peor de las cinco oportunidades en que su cara estuvo en una boleta en territorio bonaerense.
En esta ocasión, Kirchner superó por más de 200.000 votos los que obtuvo en la elección de medio término de su esposo y entonces presidente Néstor Kirchner, cuando ambos se decidieron a disputarle el poder territorial al duhaldismo, pero en términos porcentuales la ex presidente retrocedió unos 11 puntos. Sucede que los más de 3 millones de votos que obtuvo ahora representan el 34,11%, un número que el escritunio definitivo podría modificar, pero no tanto como para alcanzar el 43,04% de 2005, cuando encabezó la boleta de diputados nacionales. El crecimiento poblacional y la incorporación de los mayores de 16 años al padrón explican por qué el porcentaje de ahora es menor al de 2005 aun cuando la cantidad de votos es mayor.
En cualquier caso, las cifras están lejos de la época de oro del kirchnerismo, el 2011, cuando la entonces presidente Kirchner fue por la reelección y se alzó, en las PASO y en la general, con más de la mitad de los votos: 4,36 y 4,84 millones respectivamante. Y tampoco alcanza la performance de las presidenciales de 2007, cuando recogió 3,2 millones de votos, que representaron un 45,9%.
El retroceso del kirchnerismo también se verifica si se comparan los números de ayer con la elección del binomio presidencial Daniel Scioli-Carlos Zaninni: en cuatro años, perdieron entre 380.000 y 500.000 votos en la provincia, según si se toma la performance de las PASO o las generales. Sin embargo, dada la alta participación de las elecciones de 2015, conviene hacer la comparación en términos relativos -es decir, por porcentajes de votos obtenidos-: el kirchnerismo perdió así 5,58% de los votos respecto de las PASO y 3,17% respecto de las generales.
La comparación con el desempeño del Frente para la Victoria en la elección para la Gobernación de 2015 también deja malas noticias para Kirchner: en la primaria del Frente para la Victoria, las fórmulas de Aníbal Fernández – Martín Sabbatella y Julián Domínguez – Fernando Espinoza sumaron 3,3 millones de votos (el 40,40%), mientras que en la general Fernández y Sabatella obtuvieron 3.230.000 votos, el 35,28%. En todas las comparaciones, Kirchner cedió terreno.