Mauricio Macri sobre Venezuela: "No veo una salida rápida para tanta violencia"

El Presidente le transmitió a Infobae su preocupación por la situación del pueblo venezolano. Durante toda la mañana hubo contactos con los países de la región para acelerar la expulsión de Venezuela del Mercosur

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(Reuters)
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Todavía impactado por la frialdad con la que el gobierno de Nicolás Maduro sigue caminando sin desvíos hacia el precipicio, el presidente Mauricio Macri le dijo a Infobae que "es muy triste lo que se está viviendo en Venezuela". Y, muy preocupado, agregó: "lo peor es que no se ve una salida rápida para tanta violencia".

El Gobierno trabajaba esta mañana para poner en marcha cuanto antes el "Protocolo de Ushuaia", el compromiso democrático firmado en julio de 1998 en esa ciudad austral que determina la exclusión del bloque Mercosur del país donde se quiebre el orden democrático. Sin embargo, no es una medida que vaya a impactar inmediatamente en la dramática situación del pueblo venezolano.

"Brasil está OK, Paraguay está OK, Uruguay dice que también está OK. Veremos", fue la respuesta a este medio de un influyente funcionario en las relaciones exteriores argentinas, mientras mantenía fervientes comunicaciones con los países socios del bloque y obtenía informaciones sobre la dramática situación vivida ayer en las principales ciudades de Venezuela.

En efecto, hoy, lunes 31 de julio es el plazo que el Mercosur le dio al gobierno venezolano para que convoque a un encuentro con la oposición, antes de que aplique la "cláusula democrática", a través de una carta que le envió el bloque la semana próxima.  "Hasta ahora no nos han dado respuesta y estoy seguro de que no nos la van a dar, porque ellos desconocen todo lo que está haciendo el Mercosur", señaló ayer el canciller de Paraguay, Eladio Loizaga. Hay que recordar que Venezuela está suspendida del bloque en sus derechos administrativos por no haber cumplido con los requisitos establecidos en el Protocolo de Adhesión.

En coordinación con otros países de la región, la Cancillería argentina desconoció ayer la convocatoria para realizar la reforma constituyente, que definió como "ilegal", destacando especialmente el esfuerzo realizado por los partidos de oposición el domingo anterior y "la voluntad de más de siete millones de ciudadanos venezolanos que se pronunciaron en contra de su realización".

Colombia fue el primer país que anunció el viernes que no reconocería la Asamblea Constituyente convocada por Maduro, y ayer se sumaron Brasil, Chile, Panamá, Perú y los Estados Unidos, entre otros, además de Argentina. Aloysio Nunes, canciller de Brasil, dijo que Venezuela estaba frente a un escenario de anomia, debido a que tiene dos órdenes constitucionales diferentes, en tanto el gobierno de Perú destacó que "esta elección viola normas de la Constitución venezolana y contraviene la voluntad soberana del pueblo, representado en la Asamblea Nacional".

El presidente de Panamá acusó a Maduro de elegir la confrontación y anunció que no reconocerá los resultados de la elección. Chile, por su lado, adelantó que implementará un plan de emergencia para repatriar a los chilenos si continúa la violencia, mientras profundiza la protección de venezolanos perseguidos, como lo hizo con una de las 33 jueces designadas por el Parlamento. Estados Unidos, a través de Nikki Haley, embajadora ante las Naciones Unidas, calificó el proceso para la Constituyente como "otro paso hacia la dictadura".

Uruguay, sin embargo, país de innegable historia democrática, se destaca entre la mayoría de los países de la región por su ruidoso silencio. En todo el día de ayer no hubo ningún pronunciamiento del gobierno de Tabaré Vázquez al respecto. En la reunión de presidentes de Mercosur en Mendoza realizada el 21 de julio pasado logró evitar una condena al régimen chavista bajo el argumento de que "no podemos aislar a Venezuela".

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