"Moreno ya llegó, Moreno ya llegó". Con letra cambiada, la música de "Ha vuelto el matador", de Cacho Castaña, anunciaba la llegada del principal orador del sábado a la tarde en una canchita de fútbol encajonada entre los pasillos del Barrio Fátima, en Villa Soldati. "Moreno volvé / porque es el mejor / sabiendo que esta vez / tenemos que volver / jugándose la vida / como él sabe hacer". Las estrofas retumbaban bajo el tinglado cuando Guillermo Moreno apareció con los dedos en V y una sonrisa que estiraba su bigote. El ex secretario de Comercio kirchnerista fue el centro de la escena, junto a Luis D'Elía, en el primer acto de la campaña a menos de un mes de las PASO. Lo hicieron en territorio piquetero y, juntos, llamaron al "Cristinazo", para terminar en las urnas con la política macrista, un proyecto que definieron "oligárquico" y "que azota a los barrios pobres".
Moreno, precandidato del espacio Honestidad y Coraje en la interna de Unidad Porteña (competirá contra Daniel Filmus e Itai Hagman), y D'Elía, precandidato a diputado en la Provincia por Encuentro Popular, le hablaron a unos 200 vecinos del barrio, reunidos en la Junta Vecinal Villa Soldati, con un discurso que hizo eje en el postulado del Papa Francisco de las Tres T: Tierra, Techo y Trabajo. Los dirigentes, representantes del ala más rígida del kirchnerismo, centraron su dialéctica contra el gobierno de Macri sin sacar los pies del plato de la doctrina cristiana.
Más allá de traccionar por sus propias candidaturas en las PASO, ambos dirigentes destacaron el rol que tendrá Cristina Fernández de Kirchner, precandidata a senadora, en las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires y las consecuencias de un eventual triunfo de la ex Presidente. "Si en la provincia de Buenos Aires se vota bien, primero va a ganar una peronista, segundo va a salir un peronista, tercero también y cuarto un oligarca como (Esteban) Bullrich Ocampo", remarcó Moreno, en referencia a los otros precandidatos, Sergio Massa y a Florencio Randazzo, y fue por más: "No sean boludos, voten a un peronista de ley que es la única manera de volver a ganar plata".
D'Elía fue todavía más terminante, aunque apuntó a convencer por la negativa: "Si Cristina no gana en octubre se abren las puertas del infierno para el pueblo argentino. Si el macrismo llega a ganar vuelve el ajuste, el hambre, las suspensiones, los despidos y la muerte al pueblo argentino. Lo digo con angustia. No quiero la Argentina de Macri para mis hijos, donde sobran 20 millones de argentinos".
Moreno criticó el plan económico implementado por el actual gobierno nacional. "Necesitamos pensar otro modelo de desarrollo económico porque éste excluye a ancianos y jóvenes porque no crea trabajo. Tenemos que pensar cómo defendemos los puestos de trabajo en Argentina", remarcó el dirigente porteño a quien, según D'Elía, "es imposible no amar".
Con un discurso efervescente pero sin exabruptos, Moreno ironizó sobre la unión de los espacios piquetero y peronista y reivindicó el rol social de "el gordo D'Elía" desde la crisis de 2001. "Sin saberlo él terminó con el modelo económico de la Alianza cuando cortó las calles en La Matanza", recordó el ex funcionario nacional. D'Elía le devolvió las flores y dijo que le gustaría tener a Moreno como "interventor en el Grupo Clarín o de Ministro de Economía".
A pesar de que se encontraba frente a un público de formación troskista (el acto fue organizado por el Partido Piquetero, que llama a votar ambos espacios y tiene como referente a Juan Marino, que va en la lista con D'Elía) Moreno aprovechó para elaborar su particular teoría sobre la cual el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hace peronismo con su política comercio exterior proteccionista. "La política de Trump es idéntica a la que nosotros hicimos para cuidar el trabajo de los argentinos hace cinco años. Tengo que defender el trabajo porque Perón enseñó que gobernar es crear trabajo", remarcó y anticipó, en base a la política de Trump y a la bajada de línea del Papa Francisco, que "se viene la revolución internacional peronista".
Moreno, quien irá acompañado por Gustavo Vera, referente de la organización La Alameda (ausente en el acto), también aprovechó para realzar la importancia de votar dentro de Unidad Porteña en Capital y atacó al precandidato Martín Lousteau, del espacio Evolución, con quien tuvo públicas diferencias cuando ambos integraban el gabinete de Cristina. El dirigente peronista fue sarcástico con el paso del economista a la alianza Cambiemos. "La consigna de Lousteau es la consigna de la 'Evolución'. Pero este gobierno oligarca es el gobierno del mal. Y la evolución del mal es más mal. Entonces, para pasar del bien al mal nos tenemos que revolucionar", dijo Moreno, y cerró: "Y esta revolución peronista es en paz y con amor".