El fiscal federal Jorge Di Lello acusó formalmente al general César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani por el delito de enriquecimiento ilícito. Así, se cumplieron los pasos necesarios para que el caso por enriquecimiento ilícito de quien fuera el jefe del ejército durante el gobierno de Cristina Kirchner vaya a juicio oral y público.
Milani, detenido por delitos de lesa humanidad, junto a su testaferro Eduardo Barreiro -otro militar preso por crímenes cometidos durante la dictadura de 1976-, fue procesado por el juez federal Daniel Rafecas debido a que no le cerraban los números. Y por eso Di Lello pidió que el caso vaya a juicio.
El general Milani no pudo justificar los gastos realizados durante el período investigado. Especialmente se le complicó la situación para explicar cómo hizo para comprar una enorme casona en el barrio de La Horqueta de San Isidro mientras era jefe de Inteligencia del Ejército.
En junio de 2010, Milani adquirió una casa en La Horqueta por $1.500.000. Eso equivalía a unos 384.000 dólares. Para justificar la compra dijo que había recibido un préstamo de Barreiro, quien tampoco pudo justificar ante la Justicia de dónde había sacado el dinero para cedérselo a su camarada de armas.
Los estados financieros de Milani y Barreiro fueron auditados en tres peritajes diferentes. Y las conclusiones fueron similares: la documentación exhibida para justificar el préstamo no fue tomada por válida por los peritos que la analizaron; es decir, no consideraron el préstamo como válido porque los papeles eran poco confiables.
La casa de la calle O'Higgins al 3600 en La Horqueta, San Isidro, que Milani no pudo justificar cómo adquirió, está emplazada en un terreno de 1150 metros cuadrados. La propiedad tiene 512 metros cuadrados construidos y además 60 metros cuadrados de sótano y una pileta de 41 metros cuadrados. El parque tiene 855 metros cuadrados.
Un perito tasador, enviado por el juez Rafecas para determinar el valor que tenía esa casa en 2010, concluyó que costaba 480.000 dólares. Es decir que la diferencia entre lo que pagó Milani por la casa y lo que fue tasado por el perito oficial es de algo más de 95.000 dólares.
El procesamiento dictado por Rafecas fue confirmado por la Sala II de la Cámara Federal con la firma de los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah. Di Lello presentó el 28 de junio pasado el requerimiento de elevación a juicio al que accedió Infobae en fuentes judiciales.
En uno de los párrafos del requerimiento de 84 carillas, Di Lello señaló que "Por ello, habiéndose corroborado el incremento patrimonial apreciable de Milani, y que el mismo no encuentra justificación en el descargo por él efectuado ni en el de Barreiro, ni de sus ingresos declarados, encuentro acreditado en consecuencia, que el incremento que ha importado la suma indicada para adquirir la casa de San Isidro por un valor de $ 1.500.000, reviste no sólo el carácter de apreciable, al cual alude la figura penal en cuestión (enriquecimiento ilícito), sino también el carácter de "injustificado".
Con este paso cumplido por el fiscal Di Lello el general y su testaferro están más cerca de ser juzgados por enriquecimiento ilícito.