Ricardo Sidicaro tiene una lengua filosa cuando habla del peronismo. "Si todos se arrogan ser peronistas quiere decir que no está vigente", dice. También sostendrá que "la palabra peronismo ha dejado de tener significado y hoy no está claro qué es ser peronista después de Menem". Y, más duro aún, añade: "El kirchnerismo es la puerta de salida del peronismo".
Este reconocido sociólogo doctorado en la Universidad de la Sorbona (Francia) es uno de los intelectuales argentinos que más investigó sobre Perón. Sidicaro escribió varios libros sobre el presidente que marcó la política argentina, de quien se cumplen hoy 43 años de su muerte. Por ello tiene suficiente autoridad para decir ante Infobae que "el peronismo por definición sociológica es el partido atrapalotodo porque cree que puede concitar apoyo de todos los sectores".
-A a 43 años de la muerte de Perón ¿Qué significa hoy el peronismo ?
-Perón pensó el peronismo sobre ciertas condiciones muy particulares. Él mismo confesó que a la política no la entendía y siempre pensó como estratega militar. Perón creía en el arte de conducir: lo que fue conducción militar lo tradujo a conducción política. Fue un continuador de la logia que llevó a hacer el golpe del '43 en el Grupo de Oficiales Unidos (GOU). Estos pensaban que aquí había un riesgo de llegar a una situación similar a la Guerra Civil española. Entonces, creían que había que promover el crecimiento del movimiento obrero y que la política que Perón haría desde la Secretaria de Trabajo sería organizarlo en torno a los intereses nacionales. Este es el punto de partida de Perón. Él había tenido una participación menor en el golpe del '30; pero en el 43, ya como un coronel reconocido, sus ideas políticas quedan marcadas por haber pasado por la Italia fascista. Va como observador a la guerra y las cartas que escribe lo dejan muy impresionado del fascismo italiano. Cuando vuelve a la Argentina se enemista sin embargo con los profascistas. Perón habló de que no había que tener partidos sino movimientos. En la llegada a la Secretaria de Trabajo encuentra a un español que se llamaba José Figuerola que tiene las principales ideas de políticas. Allí está la idea de Perón.
-¿Cree que hoy está vigente el peronismo?
-No. Eso ni siquiera Perón lo pudo lograr. Perón pensaba en las llamadas confederaciones, la del trabajo, la de empresarios, de universitarios. Lugares de conciliación que en verdad no funcionaron así. El peronismo fue la dirección del Estado de todos esos organismos. La CGT fue una rama del gobierno peronista y había obstáculos económicos.
-Pero es una ideología que persiste. ¿Por qué todos se arrogan se peronistas?
– Eso quiere decir que no esta vigente. Si todos se arrogan ser peronistas es que no encuentran una identidad de intereses. No esta vigente. En el mundo entero había una correlación entre intereses económicos y fuerzas políticas. Todo eso hoy ya no tiene vigencia porque los colectivos sociales han cambiado. Avanzó la idea de individuo. Han dejado de ser representables. Una persona en el año 40 era obrero y vivía como obrero. Eso hoy desapareció. No es un déficit de las fuerzas populistas. Hoy el componente obrero no está unificado en la economía.
-¿Cuándo se terminó el peronismo entonces?
-Hoy mucho pueden decir que son peronistas. La estructura que constituía al peronismo como un estado fuerte para dirigir los destinos colectivos ya no está. Para eso tenía como interlocutores sectores sociales existentes. Esa manera de identificaciones ya no existe. El obrero ya no es una persona diferenciada de otros sectores sociales como pudo ser la comunidad obrera. Hoy es una persona integrada al mundo globalizado.
-¿Cree que un gobierno como el de Macri se puede arrogar las ideas del peronismo?
-El peronismo como definición es lo que se llama partido atrapalotodo. Cree que puede concitar apoyos de todos los sectores. Esto tuvo vigencia hasta los '60 en el mundo entero. Después, esta situación de conciliación en algunos lugares fue más ágil y en otros, menos.
-¿El Gobierno puede tomar algún legado del peronismo?
-Hoy hay una dificultad en el hecho de que a un país que se quiere integrar al comercio mundial no se le puede proteger la producción local. El partido atrapalotodo es el sueño de todos porque ningún sector social puede proveer más de un 10 por ciento de sufragios. Entonces se busca sumar un poco de cada uno para sumar un 30 o 40 por ciento.
-Hoy con un peronismo fraccionado, con Cristina, Randazzo y Massa ¿Esta idea de un partido atrapalotodo ha fracaso?
-En general la manera en que la Argentina se sigue pensado en la idea de Nación, autonomía y patria contradice la realidad del mundo globalizado. Era más fácil ofertar la idea de ser nacional en los años 40. En la época de Perón había dos canales de TV pero hoy cualquier persona que puede ver 120 canales de TV no puede tener una idea sublime de la Nación idolatrada.
-¿Esta fragmentación que hoy se ven el PJ habla de un fracaso de la idea de mantener en vigencia al peronismo?
-Lo que ocurre es que la Argentina está fragmentada como sucede en el mundo entero. Lo que hay es muchas alternativas de cómo interpelar a los electores. Cuando Perón llegó en el '45 no tuvo mucha inventiva. Les dijo trabajadores a quienes eran trabajadores. Cuando cualquier dirigente mira a su público hoy no sabe qué decirle: trabajadores, desocupados, amas de casa; la pluralidad de interpelación ha paralizado la capacidad de los políticos de dirigirse a la sociedad. Son menos representables las personas. Ante esta dificultad los discursos políticos muestran su vacío. Queda algo que es como la falsedad de la política.
-¿Esto implica que sería falso definirse hoy como peronista?
-La palabra peronismo ha dejado de tener significado. No es claro que es ser peronista después de Menem. Menem cerró la empresa.
-¿Y el kirchnerismo no puede ser calificado de peronista?
-El kirchnerismo es la puerta de salida del peronismo. Todo lo que quieren está en las antípodas del peronismo. Menem estaba serruchando la rama del árbol en el que estaba sentado. El kirchnerismo recibe el disgusto que había generado el menemismo o el neoliberalismo. No asume que Menem tenía el apoyo del peronismo. El kirchnerismo no puede terminar las banderas del peronismo porque los bloques sociales que existían en el peronismo fundador ya no existen.
-¿Entonces cómo califica usted al kirchnerismo?
-Lo que hizo el kirchnerismo es lo que en química es una suspensión coloreal: Muchas partículas que funcionan juntas en un medio líquido pero que no se tocan entre sí. La inteligencia que tuvo el kirchnerismo fue dirigirse a todos y decirles "yo los voy a representar". Está lejos de la idea fundacional del peronismo porque la trama social es distinta. Kirchner era un líder de intercambios. Es decir: Querés derechos humanos, te lo doy. Matrimonio igualitario, te lo doy. No hay homogeneidad. No sé si fue desacertada la idea porque le dio caudal electoral. Tuvieron una visión setentista que este país no es nada. La idea de un país vacío favoreció al kirchnerismo.
-Entonces hoy el peronismo es sólo un recuerdo…
-El peronismo de los '40 es obvio que no puede existir. No tiene nada que ver la Argentina de hoy con aquella Argentina. Que alguien pueda creer que una fuerza política puede seguir siendo la misma no se entiende. La realidad social transforma la manera de hacer política. Los partidos casi no pueden hacer programas. Las personas no tienen por qué haber perdido los recuerdos que le fueron gratos pero los que se equivocan son los que se creen que hay ideologías. El peronismo hoy es un conjunto de partidos municipales. Es muy importante eso y puede tener éxitos electorales pero no programas colectivos.