Los acordes que el organista del "Templo Libertad" interpretó para Angela Merkel

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Además de director ejecutivo de la DAIA, Víctor Garelik es el organista del Templo Libertad. Todos los sábados por la mañana, desde que tiene 15 años, interpreta la música litúrgica del oficio central. Por eso no tuvo que ensayar especialmente para la reinauguración del órgano Walcker que se realizó con la presencia de una invitada especial, la canciller Angela Merkel.

El jueves por la mañana, la primera sinagoga de Buenos Aires lucía distinta. No sólo porque estaba repleta, sino porque después de varios años, volverían a escucharse los acordes de ese instrumento traído a la Argentina desde Alemania en 1931, uno de los pocos que sobrevivieron al régimen nazi y el único de esa época que existe en territorio americano. Fue gracias al interés que despertó en la embajada alemana en Buenos Aires, que aportó 30 mil euros para que volviera a sonar como a principios de la década del 90, cuando el popular cantante judío Leibele Schwartz (el ya fallecido papá de Adrián Suar) cantaba la liturgia acompañado por un muy joven Garelik.

Merkel fue recibida en la puerta del templo por el rabino Shimon Moguilevsky, que habla un perfecto alemán (en total, siete idiomas) y, al dirigirse a la sala, dijo que "el mundo se mantiene sobre tres bases, la verdad, la ley y la paz. Estos tiempos carece estas tres virtudes, que encarna la señora Merkel, por eso pido que se multipliquen las personalidades como ella".

Al hablar frente la comunidad judía que se agolpó en la sinagoga para escucharla, la canciller agradeció el esfuerzo por la conservación del órgano y la acogida que tuvieron los judíos en la Argentina después de la Segunda Guerra Mundial, además de referirse a los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel como un "recuerdo vivo y doloroso".

Pero el momento culminante fue, por supuesto, cuando sonaron los acordes de Ve-Ana-Rajitz (En Tí Confío), del típico repertorio litúrgico judío. La religión judía es auditiva, no visual, por lo que para algunos expertos, la Biblia también es una historia de la música judía. Ahora, con el órgano en buen estado, judíos y no judíos podrán disfrutar la música proveniente de ese instrumento casi único, una experiencia sonora excepcional.

La fábrica de órganos tubulares Walcker Orgel se estableció en 1781 en la pequeña cuidad de Cannstatt, cerca de Stuttgart. Hoy la dirección de la casa sigue en manos de un Walcker de sexta generación y, conforme a la vieja tradición, las distintas partes del instrumento son fabricadas en talleres propios, para darle uniformidad a la fabricación. Desde su fundación hace más de 200 años hasta la actualidad, fabricaron aproximadamente 6000 órganos, entre ellos, uno de características móviles que fue construido para la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.

 
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