Federico Pinedo visitó los estudios de InfobaeTV, donde analizó la coyuntura política y electoral que deberá enfrentar Cambiemos en las próximas elecciones. Pero también se refirió a uno de los temas que esta semana ocuparon la agenda: las declaraciones del fiscal federal de Córdoba Enrique Senestrari, quien pidió que "caigan" Michel Temer y Mauricio Macri.
"Los fiscales son gente que el pueblo designa para que hagan cumplir la ley y aquellos que actúan en contra de lo que el pueblo dice comenten el delito de sedición. Eso es antidemocrático", sentenció.
Es la voz de Mauricio Macri en el Senado y uno de los nexos cruciales del Gobierno con el Parlamento. Por todo esto, el senador del PRO irrumpe en el debate político y analiza el desafío electoral que se avecina: "No creo que las elecciones estén atadas a la economía porque Cambiemos representa el respeto. En la Argentina hay más gente que está por el cambio que por volver atrás".
Pinedo está convencido de que Lilita Carrió representa "un compromiso serio por la decencia en la política" y le resta importancia a la crítica de los radicales que están molestos por la falta de espacio en las listas de candidatos. "En Cambiemos no hay dedocracia porque todo se define por consenso", dijo el referente oficialista a Infobae.
—¿Creen que la gente votará por Cambiemos en octubre?
—La pregunta de octubre es si hay más gente que está en favor de una transformación en la Argentina o si hay más personas dispuestas a volver atrás. Nosotros creemos que hay más gente que está por el cambio.
—¿No piensa que la polarización que hace el gobierno entre kirchnerismo y antikirchnerismo deja afuera a Massa?
—No deja afuera a Massa porque ellos pueden hacer una buena elección. Él tiene un espacio.
—En el radicalismo están muy molestos con el armado de listas de Cambiemos que los deja afuera…
—No es el radicalismo, es la vida. Siempre que hay presentación de candidatos, unos quedan bien y otros no. Los que quieren presentar candidatos pueden hacerlo y competir. Nadie está contento siempre que se discuten las listas. Los únicos contentos son los candidatos. Es normal.
—En la UCR y en otros sectores de Cambiemos creen que hay cierta "dedocracia" de Macri…
—No hay "dedocracia" en Cambiemos. Cada una de las personas que hacen política quiere que la "dedocracia" sea de él. En nuestro espacio siempre hemos promovido el diálogo y en esa base se arman las listas. Si no están de acuerdo, arman otra lista y compiten. Cualquiera que quiera presentar una lista puede hacerlo. Hay una ley nacional de PASO que lo permite. Lo ideal sería ponerse de acuerdo.
—¿Cree que Carrió representa a Cambiemos en el electorado porteño?
—Representa un compromiso serio por la decencia en la política y una lucha de un combate fuerte contra las mafias. Argentina es un país tomado por las mafias de los que se apropian de lo público para sus negocios privados. La Argentina no puede funcionar con todos esos mafiosos.
—Pero Carrió a veces parece más una opositora al gobierno que una oficialista…
—Carrió es parte de un movimiento plural y es parte del Gobierno y fundadora del Cambiemos. Es nuestra principal dirigente y estamos en un espacio donde todos pueden opinar.
—Usted planteó hace unas semanas con Pichetto y Sanz la necesidad de llegar a un acuerdo de gobernabilidad. ¿Cree que hace falta ese acuerdo?
—No, lo que planteamos no es un acuerdo de gobernabilidad. Creemos que sí es necesario un espacio de construcción en economía, en trabajo. Lo que creemos es que estamos en una etapa de confrontación por las elecciones, pero después de octubre debemos sentarnos para ponernos de acuerdo en temas básicos que permitan sacar a la Argentina adelante. Hay cuestiones centrales: un millón de chicos no trabajan ni estudian, eso es una catástrofe; los chicos que están en la pobreza… Hay que trabajar y ponerse de acuerdo para arreglar esto. Sentarnos con un peronista responsable es posible y no creo que no podamos ponernos de acuerdo en eso.
—¿Hay crisis de credibilidad en la Corte?
—No hay crisis de credibilidad en la Corte. Creo que el fallo del 2×1 pegó en la credibilidad de la Corte. Pero la opinión pública también debe adaptarse a lo que dice un juez.
—¿Impulsará el gobierno la ampliación de la Corte?
—No creo que haya que ampliarla ni creo que sea un tema de revisión ampliarlo. No creo que se pueda manipular la Corte. No se puede ajustar la Corte a la voluntad del poder político.
—Ante la parálisis del Congreso, el Gobierno empezó a emitir decretos y algunos hablan de un Presidente fabricante de decretos…
—No habrá una fábrica de decretos del Gobierno. Lo que puede pasar es que haya situaciones en las que, ante no hacer nada y la demora del trámite legislativo, se le haga un daño enorme a la Argentina. En esos casos el Gobierno podría apelar a un decreto que luego será refrendado por el Congreso. El Gobierno no va a abusar de los DNU.
—¿Sigue pensando que hay sectores antidemocráticos en la Argentina?
—Sí, por ejemplo el hecho de que un fiscal diga que hay que derrocar a Macri. Los fiscales son gente que el pueblo designa para que hagan cumplir la ley y aquellos que actúan en contra de lo que el pueblo dice cometen el delito de sedición. Este fiscal dijo que hay que sacar a Temer y a Macri. Eso es antidemocrático. Hay otros sectores que piensan igual y no les gusta el Presidente. Creen que hay que tirarlo por la ventana en vez de competir en elecciones. Son antidemocráticos, pero son minoritarios.
—¿Cree que las elecciones se ganan si la economía está bien y el bolsillo responde al ciudadano?
—La economía no necesariamente modifica una elección. La economía está empezando a subir. La proyección de crecimiento es razonable que esté en el 3% y creo que los números de la economía van a estar mejorando en las elecciones. Pero no es sólo economía. El tema es si queremos tener un país de respeto y convivencia y no de esta cosa de perros y gatos. No creo que la elección esté atada a la economía. Cambiemos representa el respeto, el respeto por las opiniones diferentes, y los argentinos tenemos más cosas que nos identifican como argentinos que las que nos impiden convivir.
—Pero para el argentino que está sumergido en la pobreza el tema del respeto no está presente en su vida cotidiana…
—Mire, estamos empezando a dar certificados de vivienda a gente que no podía recibir una oferta de trabajo porque no tenía dirección. Esto cambia la vida real de esa gente y hay que ocuparse de la realidad.
—¿No hacen autocrítica desde Cambiemos?
—Todo el tiempo el Gobierno está haciendo autocrítica y ha cambiado decisiones. El Presidente volvió atrás en varios temas. Vimos que el avión se venía en picada y ahora lo estamos estabilizando. Cuando veníamos para abajo hay muchas cosas que se hicieron mal. Por ejemplo, la convocatoria a una audiencia pública antes del aumento de tarifas. Hubo miles de cosas que hicimos mal. Pero los que no hicieron nada te critican.