Casi 300 vecinos del fallecido fiscal Alberto Nisman declararon como testigos en la causa en la que se investiga su muerte. Se obtuvieron dos conclusiones sobre esos testimonios: que la seguridad en las torres Le Parc de Puerto Madero era vulnerable y que ninguno aportó datos sobre lo que ocurrió entre la noche del sábado 17 de enero de 2015 y el domingo cuando Nisman fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza. Nadie vio ni notó nada extraño o que le haya llamado la atención.
Pero por las declaraciones el fiscal federal Eduardo Taiano -a cargo de la causa– abrió dos líneas de investigación. Una es sobre un puesto de diarios que se instaló cerca de Le Parc un mes antes de la muerte de Nisman y que fue levantado una semana después. Y la segunda es sobre un corte de luz que sufrió el complejo al día siguiente que el fiscal presentó la denuncia contra la entonces presidente Cristina Kirchner y otros funcionarios por el memorándum de entendimiento con Irán.
Además, un testigo hizo referencia a que el entonces ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, estuvo en Le Parc.
Cuando la causa se inició y estaba a cargo de la fiscal Viviana Fein declararon los vecinos cuyos departamentos estaban más cercanos al de Nisman, quien vivía en el 2 del piso 13 de una de las tres torres que conforman el complejo de Puerto Madero. Las torres tienen entre 39 y 41 pisos y por cada uno hay cuatro departamentos, excepto en los últimos cinco donde hay dos.
Pero las querellas que representan a las hijas y a la madre y la hermana de Nisman pidieron que declararan todos los habitantes del lugar. La medida fue ordenada por Taiano cuando la causa pasó al fuero federal. Fueron convocadas 411 personas que comenzaron a declarar a principios de noviembre pasado.
Las declaraciones fueron una de las pruebas que ordenó Taiano. La más importante es la junta interdisciplinaria que está realizando Gendarmería Nacional para determinar si Nisman -quien tenía a su cargo la unidad fiscal que investiga el atentado a la AMIA- se suicidó o lo mataron y en qué rango horario ocurrió el hecho.
El objetivo fue convocar a las personas que vivían al momento que Nisman murió, ya sean inquilinos o propietarios. El listado de testigos se hizo en base a la información que aportó el consorcio. Pero estaba desactualizada por lo que algunos se habían ido a vivir al exterior -y ya se desechó su testimonio- y otros todavía no pudieron ser ubicados. Falta la declaración de 60 de ellos que es probable que se las deje sin efecto porque los contenidos se repiten y porque los más importantes ya declararon.
Infobae reconstruyó los testimonios de los vecinos -cuyas identidades las fuentes pidieron mantener en reservada– en base a información del expediente.
Para los investigadores lo más importante era el testimonio de quienes vivían cerca de Nisman, para preguntarles qué sabían de lo que ocurrió desde el sábado a la noche cuando Diego Lagomarsino, el perito informático que trabajaba con Nisman y que le llevó el arma desde la que salió el disparo que terminó con su vida, dejó el departamento cerca de las 20:00 hasta la noche del domingo cuando fue encontrado muerto, a las 22:30 por su madre, Sara Garfunkel, la custodia y el cerrajero que abrió la puerta del departamento.
Los testimonios más relevantes eran los de los vecinos del mismo piso de Nisman y los que vivían arriba y abajo del fiscal, en los pisos 12 y 13 de los departamentos 2. Un detalle que repitieron otros vecinos los llevó a eso: en Le Parc se escuchaba todo lo que hacían las personas que viven cerca porque el ruido se trasladaba por las paredes.
En el piso 12 vivía una mujer de unos 70 años que contó que estuvo en su departamento la noche del sábado 17 de enero hasta el mediodía del domingo. Dijo que el sábado se fue a dormir temprano -no recordaba la hora– y que para hacerlo tomó pastillas, como lo hacía habitualmente. Durmió de corrido y no se levantó con ningún ruido. El domingo, declaró la mujer, se levantó temprano y estuvo en su departamento hasta las 11:45 cuando se fue al country de su hijo. Ese día tampoco escuchó nada extraño. Nada que pudiera asemejarse a un disparo ni ninguna discusión que pudiera alertarla.
La mujer relató que había tenido trato con Nisman. Contó que en una oportunidad hubo una filtración desde el departamento del fiscal al suyo por lo que fue a verlo. Por esa situación, la testigo contó que habían hablado en varias ocasiones y que el fiscal pagó el arreglo. Dijo que Nisman no estaba mucho en su casa y que no era una persona ruidosa.
En el departamento del piso 14 vivía un matrimonio. Declaró la mujer, quien dijo que estuvo todo el sábado a la noche y el domingo. Tampoco escuchó nada extraño ni algo que le haya llamado la atención. Refirió que no tenían relación con el fiscal.
Hiroshi Shiba, un japonés que trabaja en el país, vivía con su esposa en el departamento más cercano al de Nisman en el mismo piso. Las cocinas de ambas viviendas lindan entre sí y era el único ambiente que se conectaba. Shiba declaró que el sábado a la noche estaba con su esposa y no escuchó nada. El domingo a la mañana llevó a su esposa al aeropuerto porque viajaba a Japón. Dijo que su mujer vio unos días antes de la muerte de Nisman a unos hombres en el sector de los aires acondiciones de ambos departamentos. Ninguno de los días escuchó algo similar a un disparo.
El testigo dijo que estuvo todo el domingo en su vivienda y que a la noche sí observó desde su balcón el operativo en la casa de Nisman. Shiba agregó que no tenía relación con el fiscal. Hoy ya no vive más en Le Parc, donde alquilaba, pero sigue residiendo en el país.
Las personas que vivían en los otros dos departamentos del piso 13 todavía no fueron ubicadas. Las que figuraban en el listado del consorcio no residían allí cuando Nisman murió. Desde la fiscalía de Taiano van a convocar a los propietarios para preguntarles quiénes eran los inquilinos.
Otro aspecto importante para los investigadores era corroborar los dichos de Lagomarsino. El perito dijo que cuando dejó el departamento de Nisman lo hizo por la entrada principal -también había una de servicio– y cuando bajó por el ascensor lo hizo con otras cinco personas que venían de los pisos superiores.
Por eso la investigación se enfocó en dar con todos los vecinos del sector 2 de la torre. Declararon todos y encontraron a esas cinco personas. Eran del piso 29, donde vivía un matrimonio y esa noche bajaban junto a su hijo, su nuera y una amiga de ellos. Declararon los cinco. La única que recordaba algo era la nuera. "Creo que era él", dijo la mujer sobre Lagomarsino pero no dio seguridad por los dos años que habían pasado del hecho. El paso del tiempo fue el motivo que dieron las otras personas para no recordar.
Cuando Lagomarsino y los vecinos llegaron a la planta baja debieron quedar registrados en la cámara de seguridad del palier que apunta al ascensor. Pero no hay imágenes porque no funcionaba. La investigación concluyó que el 40% de las cámaras de seguridad de Le Parc no funcionaban. La empresa encargada del mantenimiento de las cámaras era NTS.
El resto de los vecinos que declararon coincidieron en señalar que la seguridad del complejo, a cargo de la empresa SIE, era vulnerable. Las cámaras de seguridad no andaban -lo sabían cuando por un hecho pedían verlas–, los guardias no registraban a todas las personas que ingresaban y hubo varios robos. Uno de ellos después de la muerte de Nisman: desvalijaron un departamento del piso 39.
Un vecino contó un hecho que le sucedió. "Esperaba una visita y me tocó el timbre en el departamento cuando te tienen que avisar de seguridad. Cuando llamé para preguntar me dijeron que la dejaron pasar", recordó el vecino.
Los habitantes del complejo señalaron que no conocían ni tenían relación con Nisman. Unos pocos dijeron que sabían que allí vivía el fiscal y la mayoría se enteró cuando se conoció la muerte. Solo un señor dijo que solía hablar con Nisman cuando coincidían en el gimnasio del complejo. Algunos vecinos dieron datos que generaron nuevas líneas de investigación. Dos dijeron que el jueves 15 de enero –un día después que Nisman presentara su denuncia– hubo un corte de luz en el complejo que duró unos pocos minutos. Los testigos coincidieron en calificarlo de "llamativo" porque no solía ocurrir.
La empresa Edesur contestó un oficio del fiscal Taiano afirmando que para esa fecha no tiene registrados cortes de luz en la zona. La hipótesis es que el corte fue interno del complejo. A eso se suma un dato. Al día siguiente está registrado el ingreso de técnicos que repararon cámaras de seguridad y el sistema de internet wi-fi.
Por otra parte, tres testigos dijeron que un mes antes de la muerte de Nisman se instaló un puesto de diarios a una cuadra del lugar. Una persona declaró que le llamó la atención que el diariero estaba muy informado de la actualidad y otras dos de que tenía pocas cosas a la venta.
El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la ciudad de Buenos Aires informó que no tienen registrado ese puesto. Los vecinos dijeron que una semana después de la muerte de Nisman ya no estaba. Los investigadores saben que a media cuadra de Le Parc hay otro puesto que es el que suministra los diarios y las revistas al complejo, inclusive le llevaba el diario a Nisman.
"Son líneas, pero no ponemos todo ahí", le dijo a este medio uno de los investigadores sobre los datos aportados por los vecinos.
En las declaraciones apareció el nombre de Randazzo. Lo aportó el coordinador de los vigiladores de Le Parc. Se trata de un empleado de la empresa SIE que todas las noches concurría a los edificios donde la empresa brindaba el servicio para hacer un control.
Ante la Justicia, el testigo declaró que la noche que Nisman fue encontrado muerto la llamaron y fue a Le Parc. Contó que cuando llegó un vigilador le dijo: "Randazzo está acá". No recordó qué vigilador se lo dijo porque habló con varios. Los hombres de seguridad habían declarado ante la fiscal Fein y ninguno hizo referencia a la presencia de Randazzo.
En los registros del complejo no está asentado un ingreso del entonces funcionario. Tampoco se lo ve en ninguna cámara, aunque muchas no son nítidas.
Infobae habló con un allegado del ex funcionario y candidato en las próximas elecciones legislativas de octubre por la provincia de Buenos Aires. "Florencio pasó a buscar a un amigo que vivía en Le Parc cerca de las 20:30 horas y de ahí fueron al programa Intratables. Estaba con una persona que trabaja con él. Creo que ingresó al playón y no llegó a bajarse del auto", dijo la persona consultada.
Esa noche, Randazzo ingresó al canal América a las 22:20, 10 minutos antes que Nisman fuese encontrado muerto. "Vine solo, con un par de amigos", contestó cuando el conductor del programa, Santiago del Moro, le preguntó con quién había ido.
"Las declaraciones sirvieron para entender el funcionamiento del complejo. Algunos vecinos se acordaban en detalle lo que hicieron esos días, otros nada porque ya pasaron dos años", resumió una de las fuentes consultadas.