Bajo el estricto objetivo de "descentralizar el país" y terminar con la concentración de la población argentina en Buenos Aires, el Gobierno empezó a trabajar en un ambicioso plan para trasladar a los inmigrantes extranjeros y los argentinos del interior que viven en el conurbano bonaerense o en la Capital Federal hacia centros urbanos o zonas rurales de las diferentes provincias.
El denominado "proyecto de reorientación de los flujos migratorios internos de la Argentina" contemplará una fuerte campaña de concientización para trasladar al interior del país a aquellos inmigrantes que realizan sus trámites de radicación y para los que ya están viviendo en el Gran Buenos Aires o en la Ciudad de Buenos Aires, al igual que los argentinos del interior que están en esa misma zona. La iniciativa prevé desde el ofrecimiento de tierras del Estado en diferentes provincias hasta programas sociales, asistencia sanitaria y educativa. Se busca que no haya un "inmigrante ciego", es decir aquel que no logra percibir que hay en el interior del país buenas condiciones de vida para poder instalarse y que cree que la única opción de habitat es el área metropolitana de Buenos Aires.
Según pudo saber Infobae, la puesta en marcha de este programa se instrumentó a partir de una radiografía con un detallado relevamiento de datos del Conurbano bonaerense y de la Capital Federal. Un informe de la Dirección Nacional de Migraciones que se realizó recientemente señala que el 82% de los 285.000 inmigrantes extranjeros que se radicaron entre el 2016 y lo que va de este año en la Argentina viven en el primer cordón del GBA o en la Ciudad de Buenos Aires. Y muchos de estos carecen de trabajo o de servicios básicos dignos para vivir.
Según este relevamiento de datos, las principales corrientes migratorias que se instalan en Buenos Aires provienen en su mayoría de Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia, Brasil, Uruguay y Chile. A la vez, ha crecido el número de inmigrantes de China, Corea del Sur y Japón. Aunque también hay inmigrantes de Italia, España y Alemania, en menor medida.
En el Ejecutivo están convencidos de que si estas cifras se proyectan en el tiempo en menos de 10 años colapsará el sistema laboral, educativo y sanitario del GBA y la Capital Federal.
El miércoles pasado se realizó la primera reunión del proyecto de reorientación de flujos migratorios que coordinó la Dirección Nacional de Migraciones junto con los Ministerios de Desarrollo Social e Industria. A estos se les sumará la tarea coordinada de los Ministerios de Salud, Educación, Trabajo, Producción y la Agencia Administradora de Bienes del Estado. Este último organismo resultará clave en el armado del plan ya que se prevé el ofrecimiento de tierras del Estado que hay en el interior del país para que por medio de créditos a largo plazo los inmigrantes extranjeros o argentinos que viven en el conurbano o en la Capital y quieran trasladarse al interior del país puedan adquirir tierras. Se está estudiando un programa de créditos blandos para la adquisición de tierras estatales que hoy no se usan en el interior del país. También se evalúa un esquema de alquileres de tierras o edificios públicos.
"Como ocurre en todos los lugares del mundo, la intención del Gobierno es trabajar para que haya una migración ordenada, regulada y segura", dijo a Infobae el director de Migraciones, Horacio García, al resaltar las presuntas bondades del proyecto. Para el coordinador de este plan la intención oficial que monitorea el Ministerio del Interior es que "ciudadanos provenientes de distintas provincias y que no hayan alcanzado un futuro venturoso puedan reorientarse hacia los lugares adonde el país necesita desarrollo y trabajo genuino".
Desde el próximo mes el Gobierno lanzará una fuerte campaña de concientización para apoyar el traslado hacia el interior con apoyo estatal de diferentes provincias que ofrezcan mejoras laborales y de calidad de vida.
Buena parte de este proyecto se canalizará desde los nuevos centros de migraciones de La Matanza, Moreno, Pilar y Quilmes así como también la Dirección de Migraciones de la Capital Federal. Allí está pensado la instalación de oficinas de provincias que orienten a los inmigrantes a buscar trabajo y un futuro en el interior del país y no solo en Buenos Aires.
La intención del Gobierno es articular entre los Ministerios de Trabajo, Salud, Educación y Producción para ofrecer trabajo de acuerdo a las habilidades de cada beneficiario de este programa y ciertas comodidades de vivienda, salud y educación para sus hijos.