El presidente de China Xi Jinping se comprometió hoy ante Mauricio Macri a revisar las denuncias de "discriminación" que hizo el empresariado argentino ante la abrupta baja de las ventas de aceite de soja a Beijing y así abrió la posibilidad de que la Argentina pueda retomar los niveles históricos establecidos en ese gigante mercado.
Según confirmaron a Infobae dos funcionarios que estuvieron con Macri en la reunión con Xi Jinping, el presidente argentino planteó en el Palacio del Pueblo la denuncia que vienen haciendo los aceiteros de soja de la Argentina respecto de una "retaliación y discriminación" de China ante la oferta de los productores de Brasil.
"El presidente de China se comprometió a analizar personalmente el tema y advirtió que es inadmisible que la Argentina sea discriminada ya que es un país aliado que no puede tener este tratamiento", dijo un ministro de la comitiva oficial que ya partió de Beijing a Shangái.
En los últimos años China disminuyó sustancialmente la compra de aceite de soja de la Argentina. De esta manera, se pasó de los valores históricos de venta de aceite de soja de USD 500 millones al año en 2014 a USD 70 millones en el último año. Los productores argentinos aducen que China los discrimina en virtud de la producción de Brasil. Pero más allá de esa denuncia también es cierto que el gobierno de Xi Jinping decidió producir en China el aceite de soja y hoy sólo compra poroto de soja a los grandes productores como son Brasil y la Argentina.
De todas maneras, durante la reunión de presidentes Xi Jinping se comprometió ante Macri a tomar cartas en el asunto y revisar personalmente la denuncia acercada por la Argentina. También se habló de la necesidad de que el país elabore aceite de soja con cierto valor agregado y un packaging dispuesto para la venta en los supermercados de China. Actualmente, los productores de aceite de soja de la Argentina han compensado la baja de ventas en China con la instalación de ese producto en India, Vietnam o Indonesia. Pero el mercado chino sigue siendo un gran atractivo para los argentinos.
Por otra parte, durante la reunión de Macri y Xi Jinping se avanzó en el compromiso de China de instalar una oficina de control sanitario al estilo Senasa en Buenos Aires. Se firmó un tratado para acelerar este tema que agilizará y destrabará las barreras fitosanitarias que el Estado chino impone en Shangái.
A la hora de abordar el espinoso tema del impacto ambiental de las represas Cepernic y Kirchner en Santa Cruz con aporte del capital chino por unos USD 4.700 millones, Macri planteó a Xi Jinping que el gobierno argentino y el chino deberán respetar los tiempos de las instituciones argentinas. En este sentido, se mencionó que el informe de impacto ambiental que elaboró el Poder Ejecutivo ahora deberá ser refrendado por una audiencia pública en el Congreso y luego ratificado todo el proceso en la Corte Suprema de Justicia que es donde reside una medida cautelar que frenó el inicio de las obras.
Esta noche, cuando amanezca en China, Macri iniciará la última etapa de su visita en China en Shangái donde tiene previsto reunirse con empresarios y con Carlos Tevez para darle impulso al apoyo argentino para el desarrollo del fútbol en China. Luego de esas actividades el presidente se trasladará a Tokio para iniciar su gira oficial en Japón.