La interna del peronismo comenzó a levantar temperatura en las últimas semanas. La aparición de la ex presidente Cristina Kirchner en un acto con intendentes, el pase de dirigentes del Frente Renovador al espacio que conduce el ex ministro del Interior Florencio Randazzo, y las constantes reuniones de los dos sectores en los que está dividido el PJ Bonaerense, agitaron la vida interior del histórico partido.
En el mediodía de este martes, jefes comunales de los grupos Fénix y Esmeralda, que mayoritariamente pertenecen a la 1° y 3° sección electoral de la Provincia, se reunieron en Merlo para unificar fuerzas y mostrar independencia dentro de la interna.
En la reunión que mantuvieron en el distrito que gobierna Gustavo Menéndez, y en donde visitaron un Centro de Desarrollo Infantil, los intendentes acordaron no formar parte de la reunión a la que habían convocado el presidente del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza, y los principales dirigentes de La Cámpora en el centro Cultural y Deportivo Suterh.
En Merlo estuvieron reunidos Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Ariel Sujarchuk (Escobar), Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa), Santiago Magiotti (Navarro) y Ricardo Curutchet (Marcos Paz).
La decisión de no ir a la reunión, en la que el kirchnerismo buscaba mostrar una foto de unidad, tensionó la relación entre los intendentes y quienes lideran el espacio. Los jefes comunales, que forman parte del sector que ve con buenos ojos una posible candidatura de la ex mandataria, se abroquelaron y marcaron una postura diferente a la de la conducción.
El motivo principal del descontento de los intendentes es la decisión en la confección de las listas y la representación que tendrán cada uno de ellos en el armado. Los jefes comunales pretenden ponerle un límite a la injerencia de La Cámpora en la discusión por los lugares de la lista y mostrar fortaleza para negociar.
Otro de los motivos que puso un freno a la participación de los intendentes fue la presencia Amado Boudou, Gabriel Mariotto y Luis D'Elía. Ninguno de ellos quería formar parte de una foto en la que estuviera el ex vicepresidente, el ex vicegobernador y el líder del Partido Miles. Esos nombres forman parte de un límite innegociable.
Pero el armado de las listas no fue lo único que generó tirantez entre los jefes comunales y la conducción del espacio que lleva adelante Espinoza y los principales dirigentes de La Cámpora. La figura de Florencio Randazzo quedó en el medio y aumentó la tensión en los vínculos de los dirigentes que forman parte del espacio kirchnerista.
Un grupo de intendentes de la 1° sección electoral estuvo reunido con el ex ministro en la noche del lunes. Otro, que pertenece a la 3° sección, lo visitará antes de que termine este martes. Los que ya se reunieron, le pidieron una lista de unidad y limitar el acceso de La Cámpora. Randazzo los escuchó pero su decisión ya está tomada. Competirá en las PASO, más allá de las idas y vueltas de los dirigentes que aún tienen dudas sobre a quién apoyar.
Los intendentes que se ausentaron de la reunión de esta tarde especulan con la posibilidad de abandonar las filas del kirchnerismo si no tienen la participación que desean en el nuevo tiempo del PJ. El peronismo aún no está unido.
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